La apuesta (Faberry)

Capitulo 18- La historia

-Q: ¡Lauren!

Mierda.. como fui a olvidarme de Lauren Jauregui.

-R: ¿Lauren?

-Q: Si, fue en nuestra segunda noche en parís...

--Flashback--

-S:  ¡Espero que ya estés lista Fabray!

Después de escuchar el grito de mi desesperante amiga, salí del baño por fin lista para esta noche.

-Q: No seas exagerada Lopez, no tarde tanto.

-S: No, solo un siglo.. pero como sea, ¿ya podemos irnos?

-Q: Si, ya vamonos.

Rápidamente ambas tomamos nuestras cosas, salimos del hotel donde nos estábamos hospedando y tomamos un taxi.

-Q: ¿Ahora si me dirás como obtuviste dos entradas de un día para otro en el mejor club de la ciudad?

-S: Ya te lo dije Quinn, tengo contactos.

-Q: O mas bien tu papá tiene contactos.

-S: Ash que mas da, mi papá, yo.. es igual.

-Q: Claro, haré como que te creo.

El camino hacia el club estuvo entretenido, pues Santana y yo no hacíamos otra cosa mas que ver por la ventana y admirar lo hermoso que era esta ciudad, quedando las dos de acuerdo en que mejor regalo de 16 no pude haber tenido nunca.

10 minutos después, por fin habíamos llegado al club, así que nos bajamos del taxi, lo pagamos y nos dimos la vuelta hasta la entrada del club, que estaba super lleno.

-S: Ven, sígueme.

Santana comenzó a caminar a un lado de la enorme fila que estaba frente a la entrada del club y yo la seguí de inmediato.

Cuando llegamos con el  cadenero del lugar, Santana le dio unas especie de entradas o algo así y de inmediato nos dejaron pasar, pero no sin que muchas personas nos gritaran un montón de estupideces.

El club era bastante... llamativo, por así decirlo, las mesas, la pista de baile, la barra, los separadores de los asientos y el techo eran de un color azul/verde neón, que hacia que todo se viera bastante increíble.

Rapidamente ambas caminamos hasta la barra para pedir los primeros tragos de la noche.

-S: Un martini doble, ¿Quinn?

-Q: Lo mismo.

-X: Claro, pero primero me gustaría ver sus identificaciones señoritas.

Sin pensarlo dos veces, Santana y yo sacamos nuestras identificaciones de nuestros bolsos, se los mostramos al bar-tender, el los inspecciono durante unos segundos y después se fue en busca de nuestras bebidas.

-Q: Te dije que conseguir identificaciones falsas seria bastante útil.

-S: Lose, ha sido la mejor idea que has tenido en años.

Unos minutos mas, el bar-tender regreso con nuestras bebidas, nos las dio y luego se retiro.

San y yo tomamos un par de sorbos de estas, mientras platicábamos sentadas en una de las mesas mas cerca de la pista de baile, hasta que una voz detrás de nosotras nos sorprendió.

-X: La siguiente ronda corre por mi cuenta Lopez.

Al escuchar Santana su apellido, se giro rápidamente en la dirección donde provenía dicha voz, yo hice lo mismo que ella.