Capitulo 50- Juntas (Epilogo)

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**8 años después, Nueva York**

-S: Fabray, aquí el verdadero problema es... ¡Jayson Lopez Pierce! ¡Deja a tu prima tranquila!

Entonces el pequeño solo miró a Santana breves segundos y enseguida a mi, yo le sonreí para hacerle saber que lo que hacia no estaba mal y en realidad no lo estaba, solo estaba jugando con Beth y yo lo sabia, mas por las carcajadas de mi hija que se escuchaban por toda la estancia, y Santana solo estaba siendo exagerada, como siempre.

-Q: Deja a Jay tranquilo, el no esta haciendo nada, solo esta jugando con Beth, así que deja de ser tan dramática y dime lo que ibas a decirme, Santana.

-S: Bien, pero aquí la única dramática eres tu, Quinn, y como te decía, el verdadero problema es que tu solamente estas siendo paranoica, eso es todo.

-Q: No estoy siendo paranoica, tengo miedo, es común tenerlo y mas en una decisión tan importante y lo sabes.

-S: Si, se que tienes miedo, pero no se a que le tienes miedo en concreto, Quinn... Dime ¿le tienes miedo al compromiso? Porque si es eso, déjame decirte que es una completa estupidez, es decir, tienes dos hijos, una niña de cuatro años que se parece a una versión mas pequeña de ti...

 Dime ¿le tienes miedo al compromiso? Porque si es eso, déjame decirte que es una completa estupidez, es decir, tienes dos hijos, una niña de cuatro años que se parece a una versión mas pequeña de ti

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...-S: Y ademas, también tienes un bebe de dos años que poco a poco se va pareciendo cada vez mas y mas a la enana de Rachel, así que aclaremos que compromiso con Berry tienes hasta el cuello...

-Q: (Suspiré) Lo se, Santana, y no es miedo al compromiso, de haber sido así nunca me hubiera ido a vivir con ella y mucho menos hubiera tenido dos hijos con ella, es solo que...

-B: ¡San! ¡Amor, tengo antojo!

Entonces reí cuando se escuchó el grito de Brittany desde el segundo piso y Santana dejó salir un bufido mientras se dejaba caer contra una almohada del sofá.

-S: Dios, tiene antojos raros cada tres horas... (Suspiró) Me gustaría seguir hablando contigo de esto y darte el mejor consejo que pueda, pero ahora, mi esposa embarazada de 7 meses requiere de mi presencia.

-Q: (Sonreí) No te preocupes, San, de cualquier forma, tengo claro lo que voy a hacer, y tengo la esperanza de que la respuesta a eso sea positiva.

-S: Lo será, Q, lo sabes.

-B: ¡San!

-S: Ugg...

-Q: Bueno, Beth y yo nos vamos, te dejaremos tratar con los antojos de tu esposa... Ven, mi amor, es hora de regresar a casa.

La apuesta (Faberry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora