La apuesta (Faberry)

Capitulo 33- Te amo, Rachel...

-R: ¡Eres una maldita mentirosa!

Yo me quedé pasmada unos segundos, después, solo la miré confundida.

-Q: ¿Que te pasa? ¿De que hablas?

-R: ¡Apostaste! ¡Apostaste con Santana a que podías enamorarme en 3 meses! ¡Fui una apuesta para ti!

Al escucharla decir eso, mis ojos se abrieron como platos, y de los ojos de ella no dejaban de salir lagrimas.

-Q: ¿Que? ¿P-porque dices eso?

-R: ¡No te hagas la tonta! ¡Sabes que estoy diciendo la verdad! ¡¿O acaso eres tan malditamente cínica como para negarmelo?!... ¡Contéstame, Quinn! ¡¿Es una mentira?!

-Q: Yo... Rachel... ¿Como lo supiste?

-R: Fue Finn, el las escuchó hablando hoy sobre eso en el campus... de no ser por el, tu seguirías viéndome la cara de estúpida... pero no me has contestado, ¿el me mintió? dime ¿me mintió?

Las lagrimas comenzaron a aparecer en mi rostro y silenciosamente salieron de mis ojos, no podía con esto, ella se habia enterado, la habia lastimado y no podía seguir mintiendo mas.

-Q: No te mintió, es cierto... aposté con Santana que podía enamorarte en tres meses...

-R: Te burlaste de mi... jugaste conmigo... y me rompiste el corazón...

-Q: Ra-Rachel no... no te voy a negar que al principio eras una apuesta, y que fui una jodida idiota por eso, pero después, después fui sintiendo cosas por ti, de eso me di cuenta la primera vez que te besé, a partir de ahí, todo lo que vivimos fue sincero, fue real, yo no fingí absolutamente nada... mis caricias fueron reales, los besos fueron reales, las sonrisas fueron reales... me enamoré de ti, realmente me enamore...

-R: No te creo...

-Q: Por favor, por favor, te lo suplico, perdóname, por favor, perdóname...

-R: Yo no te voy a perdonar esto nunca... pero lo peor de todo, es que yo si me enamore de ti, pero con esto... olvídate de mi.

-Q: Yo también me enamore, por favor, créeme, estoy siendo sincera, Rachel, por favor... no puedo perderte también a ti, no puedo... no quiero perderte... te lo suplico...

-R: Es demasiado tarde...

Entonces ella solo me observó brevemente, me dio la espalda y comenzó a alejarse de mi.

-Q: ¡Una vez me dijiste que me ayudarías a que esto no muriera!... ¡Ademas, anoche, me hiciste una promesa!

Ella se detuvo de golpe a medio camino, se dio la vuelta y aun llorando se acercó a mi, sin embargo, no dijo ninguna palabra, solo me observó.

-Q: Anoche me prometiste que pase lo que pase, no ibas a dejar de quererme y que ibas a creer en lo que siento por ti... y te estoy diciendo que me enamore de ti, tienes que creerme.

-R: Te lo prometí, lo se, pero esa promesa se desvaneció cuando me enteré de tu apuesta... ahora ya no se que creer.

-Q: Rachel, tu crees que si solamente hubieras sido una apuesta para mi ¿te estaría rogando en este momento?... No, claro que no.

-R: Ya, por favor, no hagas esto mas difícil, no intentes convencerme de nada, porque será inútil.

Entonces, en un acto desesperado por no perderla, la tomé del cuello y la besé.

Al principio ella se resistió, pero después solo se dejó llevar, puso su mano en mi mejilla y correspondió a mi beso mientras que con la otra mano libre yo tomé su mano y entrelace nuestros dedos.