Entre la soledad y el amor.

Brindo por el matrimonio más falso.

Capítulo anterior: "—La cuestión es que te cases y ésta es la lista de los más millonarios de la región, 2 de los que están ahí mueren por ti -estiró un portafolio.
Dentro de él había información de cada uno de ellos, sus fotos, cargos e ingresos. Detenidamente leí los que podrían encajar conmigo aunque fuera un matrimonio de mentira...
La mayoría eran muy viejos para mí, yo apenas tenía 26 años y todos ellos arriba de 40-50, menos uno, Samuel Gallardo, 33 años, aparte era el de más ingresos.
—Samuel Gallardo mamá -dije firmemente.
—¿Estás segura?.
—Sí.
—Entonces, tendrás que casarte con Samuel, ahora la cuestión es que él acepte.
—Pues será así, todo para no perder lo más preciado, ésta casa, ésta Hacienda fundada por mi padre con mucho esfuerzo, tengo que casarme con Samuel -ella sólo sonrió".

Andrea POV.

Me dediqué toda la tarde en pensar... ¿Samuel aceptaría?, ¿Aceptaría que una mujer sólo se casase con él por dinero?... bueno, en parte no es por dinero ya que yo no quiero nada de él económicamente, sólo una firma... a ver, espera Andrea...
Corrí con desesperación a la recámara de mamá pero no estaba así que bajé a buscarla al despacho.

—Mamá dime que no es por la iglesia -la miré diciendo: "apiádate de mí".
—Lamento decirte que si...
—¡No mamá! No es justo -me enfadé demasiado y corrí a mi habitación.

No es justo que me tenga que casar por la iglesia... quizás yo en unos años me quería casar por amor en aquella y si me caso ahora... no podré rectificar el error a menos de que Samuel fallezca y yo pase por viuda, pero él no se merece esto tampoco. Ay, ¡como odio a esa Petunia!... Andrea piensa, Samuel o los demás, Samuel no sería capaz de tocarte ni un pelo sin que tú no quisieras, los otros quizá si... Samuel te respeta así que creo que es la mejor opción, todo sea por esta casa.

Alguien tocó la puerta, era mamá.

—Andrea te traje la cláusula del testamento, es una copia -me estiró la mano con el portafolio, lo tomé y ella se iba a retirar.
—Mamá espera -me miró.
—Dime.
—¿Leonardo por qué no vino contigo?.
—Porque... se quedó allá.
—¿Te quieres separar? -pregunté con nostalgia.
—No puedo responderte hija, buenas noches -salió cerrando la puerta a su paso.
—Ay mamá... cuando entenderás que eso no es amor.

Tomé los papeles y me puse a leerlos:
1) Mi sobrina soltera se tendrá que casar en un plazo de 30 días al enterarse de mi muerte.
2) Mi sobrina se tiene que casar con un millonario que tenga rancho y empresas.
Al leer aquello quedé impactada, ¿Para qué le dejaba su fortuna a una persona que se casaría con un millonario tapado en dinero?... esa señora estaba enferma ¿o qué?.
3) En el momento que se case todo será traspasado a ella, dinero, autos, empresas, propiedades, joyas, absolutamente todo.
4) Que haga uso y poder del dinero según lo que necesite, sin malgastarlo en mala vida.
5) Tiene que tener la mejor boda, de la que más se hable durante todo el mes. En televisión, radios, revistas y periódicos.
6) Que sea feliz, sino yo me encargaré de eso desde el infierno, o del cielo.
7) Casamiento obligatorio por la Iglesia con más de 100 invitados.
8) Dentro del primer año tienen que tener uno o más hijos.
—¿Qué? Dios... no puedo. O my god.
9) Los cónyuges tienen que vivir en la propiedad, (Hacienda) "El árbol dorado".
10) Que sean siempre felices mi sobrina y su prometido.
No quise seguir leyendo, ya no podía con tantas órdenes. Esto era para alguien que buscaba una familia, algo estable y duradero... Estas cláusulas terminarían con mi vida amorosa, ella quiere que yo tenga hijos, eso sería algo que me uniría mucho a Samuel, cosa que yo no quiero. Tendré que pensar bien, si casarme y no ser feliz... o no casarme y vivir en la calle.
Aunque pensándolo bien... si se hace un buen trato con Samuel, quizás sólo seriamos cónyuges sin compromiso, no tendríamos que besarnos frente a nadie, podríamos salir con quien quisiéramos, traer a quien quiera a casa... ojalá lleguemos a hablar bien.