Entre la soledad y el amor.

Samuel y Andrea se conocen desde pequeños.

Capítulo anterior: "Firmé y por curiosidad hurgueteé entre las ramas y había una tarjetita que decía: "Flores para Andrea del Junco, la más bonita" en una letra muy caligráfica. ¿De quién eran las
maravillosas, preciosas, hermosas flores?".

Samuel POV.

Después de todo lo que pasó con las portadas e informes del periódico y las revistas me di por vencido y estaba cansado así que dejé un par de hojas por realizar en mi escritorio y fui hasta donde Valeria ya que necesitaba pedirle un favor.

—Vale, hola -ella me miró sorprendida ya que estaba muy concentrada en sus cosas-. Necesito que me hagas un favor.
—Claro, lo que sea Samuel, dime.
—Desde hoy en adelante quiero que le mandes flores a Andrea, no quiero que ella sepa quién soy hasta el día de la boda -dentro de dos o tres semanas por cierto-.
—¿Entonces serán sin tarjeta?.
—No, que cada tarjeta diga su nombre y algo así como: "para la más bonita, hermosa" u otro parentesco con la belleza... lo que ella tiene por completo -sonreí como un tonto sin darme cuenta hasta que vi la cara de Valeria.
—Tú sí que estás enamorado.
—Ajá -gemí.
—¿Qué flores?.
—Todos los días unas distintas... aunque no tiene que ser un ramote de flores, no, quiero que ella vea mi sencillez a pesar de todo... aunque no sabrá quién soy me imagino que se le pasará por la mente que yo le estuve mandando flores. Un día puede ser sólo una flor... como un girasol quizás, una rosa suelta y hasta le podrías mandar semillas -ella soltó una carcajada-. Nah broma, pero sí, mándale una flor aveces, otras veces ramos de flores...
—Ya quisiera que mi marido fuera así jajaja -le devolví una sonrisa y me despedí.
—Adiós Valeria, gracias por tu tan excelente trabajo.
—Buen tarde mi niño.

Salí de ahí y ya me imaginaba que todos en casa estaban enterados de la noticia... a menos que no hayan prendido la televisión o visto el periódico -que eso hacía todos los días papá en las mañanas, leer el periódico- o quizás el internet.
Por suerte cuando llegué no había nadie, sólo Pablo que ni me vio porque andaba en sus cosas.

Por curiosidad me metí a mi despacho para ver unas cajas que estaban amontonadas en un lado de mi estante... las cuales me llevé después de que nos fuéramos a vivir al rancho Alcazar. En esas cajas pensaba que habían sólo cosas de Alma... pero no, habían cosas mías de cuando era un adolescente.
Fotos en la escuela... Fui pasando una por una las hojas del álbum de fotos y me encontré con una sorpresa: no me acordaba de que yo había sido seleccionado el mejor alumno... con mejor comportamiento, calificaciones, etc, de la secundaria junto con otros chicos y chicas que estaban en la foto, abajo en la foto había algo escrito en una caligrafía impresa. Fui mirando los nombres y habían algunos conocidos y otro mucho más que conocido, el de Andrea del Junco, ella era de primaria y salía a mi lado en esa foto porque éramos los mejores de nuestro grado.
Abrí la boca sorprendido... enseguida guardé las cajas pero antes saqué la foto del álbum, corrí a mi cuarto, y con mi celular tomé otra foto a la foto (valga la redundancia) y la subí a Instagram... ¡quería que todo el mundo la viera! Y sobre todo, Andrea.

Andrea POV

Después de recibir las flores me fui a sentar para poder ver el interior de la tarjeta ya que quería saber quién las había enviado... aunque ya me imaginaba quien.
Saqué la tarjeta del sobre pequeño -se me olvidó aclarar que el sobre decía "para Andrea del Junco, la más bonita"- y miré por sus dos caras... no decía nada, decepción total. Más tarde le preguntaría a Samuel si él las había mandado y obviamente le agradecería si él fuera.

Nieves llegó a la sala para preguntarme si necesitaba algo y le entregué las flores para que las pusiera en agua.

—Uy señorita... se nota que Samuel está enamorado de usted -dijo con una gran sonrisa en la cara.
—No Nieves... tú sabes la situación y aparte no sé quién fue el que mandó esas bellísimas flores.
—¿No leyó la nota? -preguntó mirando el sobre que tenía en mi mano.
—Sí, pero sólo decía que era para Andrea del Junco, la más bella... nada más.
—Guau... de seguro fue él pero no quiere que usted sepa porque como esto es de mentira...
—No creo jajaja pero igual le preguntaré.
—Hágalo y de seguro le dice que si, sino... ¿quién le estaría enviando un paquete de flores tan lindo?.
—Eso mismo me pregunto yo jajaja.
—Bueno, ahora iré a poner las flores en donde me mandó -me brindó una sonrisa y se fue.