Noche de besos, nerviosismo y... ¿silencio?.

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Capítulo anterior: "—¿Por qué me pides esto a mi? -preguntó cómo con angustia.
—Samuel te necesito, te necesito como amigo esta vez por favor -le supliqué.
—Andrea es por la iglesia, tú pisas ahí cuando estás enamorada, segura de todo, porque amas a la persona con la que te casarás.
—Ya Samuel, ¿para qué tan sentimental?, si no quieres, no quieres y busco a otra persona que pueda ayudarme -me levanté del asiento un poco enojada, pero entendía que él tenía todo el derecho de no aceptar mi proposición.
—Espera -se acercó a la nevera y sacó una botella de champán, la abrió sin hacer mucho ruido ni movimientos, la sirvió en las dos copas y me entregó una a mi. —Brindo porque nos vamos a casar, y aunque esto sea una farsa, recuerda que siempre estaré aquí para lo que me necesites. Por el matrimonio falso de Samuel y Andrea -tocó mi copa y yo quedé boquiabierta. Él se veía medio triste".

Samuel POV.

Se veía desesperación en sus ojos, realmente veía la angustia que se reflejaba en ellos... por eso accedí.

—Samuel... ¿Crees qué esto merezca celebración?.
—Todo lo bueno merece celebración.
—¿Es bueno para ti casarte conmigo?... y... ¿por la iglesia? -dijo con la voz entrecortada.

Si se diera cuenta de que yo la quiero... esto sería otra historia.

—Sí Andrea, eso nos unirá para siempre ja-ja-ja -reí y le sonreí.
—Gracias, entonces ¿puedo contar contigo?.
—Hoy y siempre bonita.
—¿Cómo me dijiste?.
—Bo- bonita -ella sonrió sin mostrar los dientes.

Me fui acercando poco a poco a ella, dejó su copa encima y yo la mía. Podía ver lo nerviosa que estaba. La tomé por la cintura y la apegué a mi cuerpo.

—¿Qué- qué haces Samuel? -preguntó con la voz entrecortada.
—Practicando para la boda nada más -mojó sus labios con la punta de la lengua sutilmente.

Y sin más ella pasó su mano por entremedio de mi cabello corto y me acercó, me besó con pasión, ternura, fue demasiado hermoso para ser cierto.

—Listo -se bajó del piso y me limpió los labios con sus dedos. —Tenías labial.
—A ti se te corrió un poco, déjame arreglarlo -me acerqué, esta vez fue rápido, sin calcular nada y la besé, saboreando todos sus labios, los mordía con los míos, ella no se negó, no hizo ningún esfuerzo por separarse ni nada.

—Listo, ya no tienes labial.
—¿Dónde está el baño? -preguntó agitada.
—Sales, mano izquierda y primera puerta a la derecha.
—Permiso -dijo y salió por donde le dije.

Andrea POV.

Ay no, no podía permitirme sentir esto, Samuel sólo es mi amigo... y ni eso, él sólo me va a ayudar para cobrar esa numerosa suma de dinero y ayudar a mi familia. Desde hoy tengo que idear un contrato, donde hayan reglas de convivencia una vez que nos hayamos ido a vivir juntos... no podemos traspasar nuestros límites. Esta vez sólo fueron besos -y qué besos- pero no,  a la próxima no serán besos y yo quizá no pueda resistirme.

Después de tanto mirarme al espejo y pensar en lo que había pasado y lo cual yo no lo paré a tiempo, saqué de mi bolsa el labial que andaba trayendo y me lo coloqué. Todavía tenía el gusto de los labios de Samuel en mi boca.
Salí del baño como si nada hubiese pasado hace exactamente 10 minutos.

—¿Todo bien? -preguntó él.
—Sí, claro -fruncí el ceño un poco.
—Perdón por lo que acab... -no lo dejé terminar.
—No pasó nada Samuel, todo está bien.

No pasó nada, pasó de todo, todo lo que no debería haber pasado Andrea -me dije.

La verdad es que ahora me resultaría amenazante compartir la misma cama y casa con Samuel, y ser Andrea Del Junco de Gallardo... o como sea que se diga, sólo saber que llevaría Gallardo clavado en mi nombre. Por no decir vida, en mi vida.

—¿Sigues segura de que soy buen candidato para tu casamiento?.
—Eso creo -dije sin interés.
—Suenas muy insegura.
—Lo estoy.
—No nos casemos entonces.
—Es necesario.
—¿Y no has pensado en mi?.
—...
—¿Qué es lo que yo podría sentir?.
—Lo siento... yo no quería.
—No es tu culpa, yo estoy aceptando este casamiento y pues no es tu culpa.
—Samuel... ¿tus sentimientos los tiene otra persona, están destinados para alguien? -sentí celos.
—No, sólo una persona... pero qué importa.
—Si importa porque yo no te quiero obligar a algo que no podría llegar a ningún lado.
—Tu dijiste que me podía revolcar con quien quisiera.
—¿Revolcones? No -salió eso de mi boca espontáneamente. ¿Qué me importaba si él se acostaba con alguien? Yo no me iba a acostar con él a fin de cuentas.
—¿Te importaría acaso?.
—No.
—Bueno, ahora ¿qué?, ¿nos juntaremos a organizar la boda?.
—No hay nada que organizar, tiene que ser simple.
—Pero son más de 100 invitados, tiene que estar todo bello.
—No tengo dinero para correr con todos los gastos Samuel... lo sabes.
—Yo lo haré.
—Pero si tú, tú...
—Nada, yo lo haré -sonrió como si de verdad le agradara la idea de casarse conmigo por la iglesia.

Samuel POV

Aunque todo fuera así de repentino... casarme por la iglesia con Andrea no me parecía mala idea. Ella y yo teníamos varias cosas en común y a la vez no, pero así me gustaba y era ésta la mejor instancia para conquistarla. Ese beso había sido un paso, y un muy gran paso creo yo. Algún día nos casaremos de corazón, porque realmente nos amamos, de eso estoy seguro.

—Andrea, ¿quieres poder creer que esto pueda funcionar?.
—¿A qué te refieres?.
—¿Crees que podamos convivir como pareja?.
—No lo seremos, quizás dormiremos en camas distintas.
—Como tú digas -me desanimé un poco. Ella no tenía ningún interés de quererme, en este caso sólo me quería por dinero, para utilizarme y cada dos segundos me lo hacía saber sin decir nada.
—Samuel... ¿Me llevas a mi casa?.
—Sí, vámonos.

Salimos y me subí a mi moto.

—Ten -le pasé el casco. Ella no respondió nada, sólo me lo quitó de las manos y subió. —¿Te agarras o qué? -de nuevo no respondió nada y se agarró a mi cintura. Al menos sentí un leve calor en mi espalda. Agradable.

En todo el camino nadie habló. Cuando llegamos a su casa se bajó sin decir nada, se sacó el casco, sacudió su cabello y sonrió sin mostrar sus dientes, se acercó y puso el casco en mis manos. Yo no podía más, no aguantaba que ella no me hablara, no podía. Si no me lo decía con palabras, me lo diría sin ellas y no creo que le fuera a gustar. Se estaba alejando, bajé rápidamente, me quité mi casco y los dejé en las manillas. Corrí hasta ella, la tomé de su brazo dejándola a centímetros de mí y...

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Perdonen porque el capítulo haya sido tan corto! Pero me comprometí conmigo misma a subir todos los días un CAP :D ¡así que ahí tienen un poco!.

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Entre la soledad y el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora