¡Samuel! ¿qué hicimos?

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Capítulo anterior: "Samuel escuchaba gritos de la gente, pensó que estaban empezando a hacer alguna actividad o algo, pero se dio cuenta que no cuando comenzaron a gritar: "¡Se ahoga, se ahoga! ¡Salvavidas!", algo me decía que tenía que salir a ayudar, así que salí corriendo y vi que todos apuntaban un bulto que estaba llevándose la marea pero, ¡nadie hacía nada! Miré a Andrea entre la multitud y no estaba... ¡no! ¡No! ¡Era Andrea!"

Corrí hacia el mar, con desesperación cualquiera hace lo que sea para salvar a quien ama, por eso nadé con todas mis fuerzas y gracias a Dios que el mar estaba tranquilo sino no sé cómo hubiera llegado hasta ella. La alcancé a tomar entre mis brazos, estaba hundiéndose y yo llegué justo.

—Andrea, Andrea -la tenía con mi brazo derecho llevándomela hasta la orilla pero estábamos lejos todavía. Le estaba tocando su frente, su cara, pero no reaccionaba. —Mi amor reacciona por favor -nadé como pude hasta la orilla y la saqué entre mis brazos hasta la arena.

Toda la gente miraba pero yo no me daba cuenta, sólo me preocupé por ella en ese momento, nada era más importante que salvarla. Busqué su pulso y afortunadamente lo encontré. Primero coloqué mis manos en su pecho haciendo compresión una y otra vez como correspondía, pero, ¡no funcionaba! Y yo me estaba desesperando porque se estaba poniendo pálida.
La única opción era hacerle respiración boca a boca.
Le tapé la nariz para que el aire que le pasara no se fugara y posicioné mi boca en la suya... ¡comenzó a toser! Dio vuelta la cabeza y botó toda el agua que tenía, la abracé a mi pecho y le besé la frente una y otra vez, la gente de a poco fue desapareciendo y ahí apareció el salvavidas.
Andrea seguía un poco inconsciente entre mis brazos, así que sólo la levanté para llevarla hasta la habitación y miré feo al salvavidas, me querellaría para que lo echaran por irresponsable.

Entramos a la habitación y la puse en la cama con mucho cuidado, tenía que quitarle el bikini para que entrara en calor con la colcha, ya que quizás permaneció un buen rato en el agua y aunque esta fuera tibia, cuando uno se comienza a ahogar entra en desesperación, el cuerpo comienza a bajar la temperatura y puede darle hasta hipotermia. Me dije: "bueno Samuel, no hay nada que no hayas visto esta mañana", así que igual entrecerré los ojos y desaté el nudo del sujetador, lo saqué sin mirar y lo tiré al suelo... ahora las bragas, qué vergüenza me daba, pero hice lo mismo, bueno, ya sabía perfectamente cómo quitar unas bragas sin mirar, así que así lo hice e inmediatamente la tapé. Cerré los ventanales y las persianas para que no entrara ni brisa al cuarto. Dejé a Andrea ahí, en lo que despertaba fui a la recepción y ahí estaba Eloisa.

—Señor Samuel, lamento mucho lo ocurrido -me miró con suma preocupación.
—Quiero querellarme, mi mujer casi muere ahí en medio de la nada y no estaba el salvavidas.
—¿Qué? Yo pensé que él la había salvado... yo estaba en la cocina cuando me avisaron que alguien se estaba ahogando.
—Pero no -le dije un poco molesto, aunque realmente estaba con ganas de golpear a ese irresponsable que podía dejar que cualquiera muriera-, yo la salvé, e incluso tuve que darle respiración boca a boca porque no reaccionaba.
—Usted es completo, sabe hacer de todo.
—Sí, bueno... pero ya sabe, denunciaré a ese tipo.
—Pues si lo hace, nosotros no tenemos nada que ver, este hotel no le paga a los salvavidas... es la isla.
—Okey, en un rato más iré a donde tenga que ir.
—Bueno.
—Igual usted no tiene la culpa, discúlpeme si la interrumpo en su trabajo, pero quería pedirle si me podían llevar una buena comida al cuarto, pero lo más urgente ahora es un buen té caliente para poder regularle la temperatura a mi mujer por favor.
—Sí, ahora mismo se la hago llegar a la habitación -dijo y se fue por una puerta que tenía a su lado.

Volví a la habitación y me recosté al lado de Andrea para darle más calor, tenía el cabello mojado así que dudaba un poco de que se sintiera mejor con un simple té. Me levanté y fui hasta el baño a buscar el secador, tenía que despertarla, pero lo haría en cuento llegara el té. Sabía que me pondría el grito en el cielo cuando me viera ahí y ella se diera cuenta de que estaba completamente desnuda.
Llegó el té, me dijeron que la cena la traían en un momento más. Llevé el té hasta el velador de Andrea y decidí no despertarla, que se despertara con el ruido del secador. Estuve pasándole el secador a velocidad media, me faltaba solo la parte trasera de su cabeza, pero estaba apoyándola en la almohada. De un momento a otro se despertó, de a poco fue abriendo los ojos y rápidamente dejé el secador tirado para abrazarla fuertemente.
—¡Al fin despertaste! -exclamé sonriendo, ella parecía no entender mucho lo que yo quería expresar.

Andrea POV.

Me dolía mucho el cuerpo, me sentía fría, mi cabeza estaba fría y por dentro me sentía vacía... no había comido nada, eso era lo único que recordaba desde que intenté salvar a Samuel.
Fui despertando poco a poco de mi sueño profundo y ahí estaba Samuel, me abrazó y dijo algo, pero yo no entendí porque sentía mis oídos tapados.
Me sentía desnuda... pero literalmente.
Me toqué por debajo de las sabanas (en el buen sentido) y me di cuenta de que no tenía ropa... ¡mi bikini había desaparecido!
Desperté completamente y le grité:
—¡SAMUEL! ¿QUÉ HICIMOS?
—Que no hicimos...

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Lectoras, no pude subir capítulo porque tuve un par de problemas y no tuve tiempo.
Espero que les haya gustado el capítulo! Besos!!😍💖

Entre la soledad y el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora