Capítulo anterior: "—Señora -se sorprendió-, la veo muy pálida.
—Estoy bien.
—¿De veras? -tomó de mi brazo porque me tambaleé un poco.
—Tráeme comida a mi habitación mejor... creo que me voy a acostar, por favor -me afirmé de la baranda de la escalera.
—¡Enseguida! -bajó trotando. A pesar de su edad se conservaba muy bien.
Al subir tomé mi teléfono y llamé a la consulta del médico de la familia para pedir hora lo más antes posible. Sospechaba lo que tenía... pero no quería "aceptarlo"."El doctor me había hecho un cupo en su agenda dentro de dos horas más. Pensé en llamar a mis hermanas para que me acompañarán, pero después razoné mejor y decidí que no quería que nadie supiera lo que fuera... por el momento.
Celeste trajo mi almuerzo y después pedí un segundo plato porque tenía mucha hambre... No quería engordar, pero aun así comía.Llegó la hora de ir hacia la consulta médica.
Cuando entré no había nadie en la sala de recepción, ni la recepcionista estaba.
—Andrea -el doctor venía saliendo de su sala- que gusto me da verte -me sonrió.
—Igualmente Doctor -le sonreí sin mucho agrado.
—Me podrías haber llamado en vez de venir.
—Es mejor que haya venido, quizás me tenga que hacer unos exámenes... -examiné la punta de mis zapatos nerviosa.
—¿Pasó algo? ¿Tienes algo? -preguntó con preocupación en su tono.
—No sé, por eso vengo -dije con sarcasmo.
—Bueno, pasa a mi consulta.
—Permiso -me dirigí hasta la puerta que ya estaba abierta y entré. Él me siguió y cerró la puerta cuando entró.
—Cuéntame -me dijo mientras se sentaba- y siéntate -hizo un ademán apuntando la silla.
—Bueno, últimamente he teñido malestares... como nauseas..., mareos.
—Andrea -se le iluminó la mirada y sonrió- ¿crees estar embarazada?
—No sé, ojalá que... no, o sea no es que no quiera hijos en un futuro, pero es que no me siento tan preparada ahora, pero bueno...
—Oh... bueno, pero, son síntomas de embarazo, también podría ser otra cosa, como anemia por ejemplo, pero lo descarto por tu cara y color.
—Doctor, por favor, hágame exámenes o lo que sea para saber qué es lo que me está pasando.
—Okey, mira -se levantó de la silla-, no está la enfermera que hace el procedimiento porque salió a almorzar.
—Doctor -lo interrumpí- por eso no había nadie -apunté hacia la puerta-... ¡usted debería estar almorzando y yo aquí molestándolo por dios!
—Ay no te preocupes, me quedé esperándote porque te conozco y después no tenía tiempo para verte, por eso le dije a la secretaria que te hiciera un cupo.
—Doctor, muchas gracias, de verdad me preocupa bastante la situación -le dije agradecida.
—Haremos esto rápido, mañana mismo o quizás hoy en la tarde estarán listos los exámenes.
Acompañé al doctor hasta donde se tomaban las muestras de sangre.Al final me salió a despedir hasta mi auto y él se fue a almorzar.
El doctor se llamaba Javier y tenía como 40 años, tenía una familia hermosa y era amigo de mi madre, bueno... realmente de mi padre. Gracias a él mi abuelo sobrevivió de una crisis hace como 5 años, y desde ahí mi familia y yo le guardábamos un gran aprecio.Cuando iba de camino a la Hacienda me equivoqué de ruta y llegué afuera del centro comercial... ¿coincidencia? No lo sé, pero no importaba. Samuel no llegaría muy temprano que digamos, así que daba igual si llegaba antes o no.
Estuve mirando ropa y carteras pero nada me convencía. Algo me guió hasta la sección de bebés, me recorrió un sentimiento desconocido, sentí hormigas en el estomago al mirar enteritos de niña.
Me pasé la tarde mirando juguetes, cunas y ropa de bebé... ni yo lo entendía.
Justo cuando me estaba yendo del centro comercial me llamaron de la consulta médica. Era el doctor Javier.
—¡Andrea! Ya están los exámenes, te puse de las primeras para que los analizaran.
—¿Tan rápido?
—Sí, si en 2 horas están listos y aparte era rápido -sonó alegre.
—¿Entonces... los voy a buscar?
—Andrea estás embarazada -mi corazón se paralizó por completo.
—Oh... Okey, gracias -corté rápidamente.
Estaba embarazada... embarazada de Samuel, dentro de mi tenía un pequeño ser, dios. La noticia me puso feliz a pesar de todo... dios, embarazada.
Volví a entrar al centro comercial y compré unos zapatitos pequeños de color amarillo porque todavía no sabía que sería, si niña o niño. Aparte compré unas calcetitas amarillas también para mis hermanas, las cuales serian las primeras en saber.Llegué a la que era mi casa hace hasta hace 1 semana y me abrió Nieves.
—Señorita Andrea -sonrió al verme.
—Hola Nieves -le sonreí-, ¿están mis hermanas por ahí?
—Sí, arriba.
—Okey -entré y subí corriendo las escaleras.
Olvidé mencionar que llevaba la bolsita con las calcetas amarillas.
—Hermana -gritó Irina al verme y me abrazó cuando me dirigía al pasillo-, ¡Justo íbamos a verte! Te extrañamos tanto -Sofía asintió y corrió a unirse al abrazo.
—Andrea no sabes cuanta falta nos haces, Leonardo cada vez está peor -dijo enojada.
—Ojalá se fuera luego, me dan ganas de sacarlo a patadas, pero es peligroso.
—... pero bueno hermanas, la verdad es que hoy vine a darles una noticia, tengo una noticia que contarles...
—¿Te divorciarás de Samuel? -preguntó Irina sorprendida.
—¡NOO! -respondí al instante- vamos a mi "habitación" -dibujé comillas en el aire.
—Debe ser algo bueno -escuché que Sofía murmuró detrás de mí.Nos sentamos en la cama y les pasé la bolsa.
—Ábranla -sonreí.
—¿Qué es? -le preguntó Irina a Sofía que estaba mirando la bolsa por dentro. Casi lloró al descubrir lo que era.
Sacó las calcetas y las meció en el aire, Irina las agarró y preguntó con ellas todavía en el aire.—¿Le trajiste calcetitas al perro? Pero falta otro par...
—¡Irina! -la regañamos Sofía y yo.
—Era broma... ¿quién está embarazada? ¡Andrea! ¿tú? -sus ojos se iluminaron.
—Sí.
—No puedo creerlo -mis hermanas se abalanzaron sobre mi.
—¡Ay! Me ahogo -me quejé.
—Andrea -gritaron- ¡Qué gran noticia! ¡HERMANA!
—Gr–acias...
—¡Felicitaciones! ¡Ahg! Es que no lo puedo creer -Irina me besó la mejilla.
—¡Ay gracias! -grité y me las quité de encima.—¿Estás embarazada? —gritó mi madre desde la puerta- escuché los gritos de Irina desde mi habitación.
—Si mamá, estoy embarazada -dije.
—¡Andrea! Entró sonriendo con los brazos abiertos para abrazarme- ¿Sabes qué? Deberías volver ahorita mismo a vivir aquí.
—No mamá, estoy bien allá -sonreí.
—¿Samuel sabe? Dios, estoy segura que te cuidará como reina, a ti y a esa niña que tienes dentro.
—¿Niña? -pregunté asombrada.
—¡Mamá! -reclamó Irina- ni siquiera ha pasado 2 meses para saber su sexo o algo.
—Yo sé lo que te digo, será niña... ¡Pero no importa! ¡Andrea! Te digo que desde mañana nos tendrás todo el día allá cuidándote y mimándote durante los próximos 9 meses.
—¡Ay mamá! Estaré bien, claro que pueden ir un día de estos, pero no tienes para qué preocuparte tanto.
—Igual intentaré visitarte todos los días hija -me besó la frente.Después de cenar con mi familia en mi "casa", que mi abuelo se enterara y gritara por toda la casa que estaba embarazada de una niña, una niña... Ok... que Nieves y Rocío se enteraran y casi lloraran... pues la pasé bien, pero ya había vuelto a la realidad.
Estaba en mi nueva casa, feliz, me sentía muy feliz. Era hora de contarle a Samuel lo del nuevo integrante, y también sobre mis sentimientos.--------------------------------------
Espero que les haya gustado el capítulo. 💘
Desde ahora en adelante prometo subir capítulos 1 vez a la semana como mínimo, si subo más de dos o así es porque tuve tiempo de escribir, pero será relativo.ANDREA ESTÁ ESPERANDO UN BEBÉ.
Su mamá le da con que será niña... ¿será que tendrá la razón al final? XDD
Espero que lo hayan disfrutado!❤️
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Entre la soledad y el amor.
FanficSamuel cree estar en la soledad. Andrea cree estar en... nada. Simplemente dos personas que se ven unidas por circunstancias, casos familiares, trámites y por lo más "importante"... el amor.