Juntos y abrazados.

1.6K 110 20
                                    

Capítulo anterior: "—Somos recién casados Andrea. Aparte compré el paquete "Amor eterno (especial para recién casados)", que no te extrañe si te traen rosas y peluches o no sé... ¿nos bañamos?
—¿Juntos? -abrí los ojos.
—Sí, ¿por qué no? Te podría dar unos masajes.
—Eso es en la cama.
—Vaya... vaya.
—¡Qué mal pensado eres! Te pasas de veras -lo miré de reojo y abrí el agua caliente del Jacuzzi.
—Entonces, ¿aceptas? -sonrío y le sonreí."

Andrea POV.

—Absolutamente no.
—Te propongo algo -me dijo.
—¿Qué cosa?
—Que tú te bañes primero como se debe y luego nos metamos al Jacuzzi con traje de baño.
—Me parece, así los dos lo disfrutamos, a fin de cuentas aquí hay que compartir hasta la cama.
—Pues sí -sonrío triunfante-, me voy para que te bañes, ahí está la ducha.
—Si la había visto.
—Bueno bruja -se fue cerrando la puerta a su paso.
Busqué toallas y había de todo, hasta cremas para el cuerpo, la verdad ahora que lo pienso... quizás cuanto tendré que devolverle a Samuel después de esto. Por ahora mejor lo disfruto, 2 semanas sin problemas.
Antes de meterme a la ducha tomé mi celular y llamé a mamá, sabía que ella podría estar en el despacho.
Se demoró en contestar, como 1 minuto ahí en línea.
—Andrea -respondió agitada.
—¿Mamá? ¿Qué estabas haciendo que te demoraste tanto en atender?
—Ejercicio, subía la escalera.
—Ahh... oye, ya llegué hace como 30 minutos.
—¿cómo llegaron?
—Pues bien, ¿no me estás oyendo?
—Ah si si -seguía agitada.
—¿Qué te pasa? -estaba sorprendida de oírla así.
—Andrea ignóralo, oye, idea un plan, tienes que embarazarte de Samuel.
—¡Mamá!
—Hazlo, tienes que amarrarlo a ti.
—Te aseguro que hay otros métodos para amarrarlo a mi.
—Cuando llegues te tendré listos los papeles de divorcio, ya hablé con un amigo, tu sabes.
—Mamá recuerda las condiciones... ¡Oh! Cierto... las malditas cláusulas de esa tía, un hijo.
—Vamos Andrea, ¿revisaste tu calendario? ¿En qué estás? ¿Pre-ovulación? ¿Ovulación? O ¿Andrés?
—Mamá... me voy a bañar, pero te aseguro que no quedaré embarazada... no quiero nada de eso con Samuel, por favor, y qué vergüenza hablar de esto por teléfono, nadie sabe si los tienen interceptados.
—Adiós hija, ¡cuídate! -mamá pegó un grito y cortó. Rarísimo.
Después llamé a mis hermanas.
—¡Sofía!
—¡Andrea! Te extraño.
—Yo ya te extraño... mucho. Ponme en altavoz.
—Sí ya te tenía en altavoz.
—Irina ¿te comieron la lengua los ratones que no saludas a tu hermana favorita? -grité.
—¡Andre! Es que estaba respondiendo un mensaje.
—Flavio de seguro.
—Pues si... es que me siento muy in love. ¿Cómo llegaste?
—Llegué muy bien, es maravilloso esto, pronto subiré una foto en Instagram para que vean y todo... oigan, una preguntita, ¿Mamá donde estaba?
—Nosotras veníamos subiendo hace un rato y ella se había acostado como a las 11:00 -dijo Irina.
—Y luego llegó Leonardo como a las 11:30 -dijo Sofía desagradada.
—Ah -mamá me había respondido en medio de... ¡ay!
—¿Por?
—Por nada.
—Bueno hermanita -dijo Irina muy feliz.
—Oigan me voy a bañar, hablamos mañana porque allá es tarde y ustedes deben dormir. Mándenle saludos a mi abuelo querido. ¡Las amo!
—¡TE AMAMOS! -corté.

Me estaba metiendo a la ducha y siento que alguien toca la puerta.
—¡Andrea! ¿Para cuando? Yo también necesito bañarme -reclamó enojado.
—Estaba hablando por teléfono.
—¡MUJERES! -gritó y al parecer se fue de la puerta.

Samuel POV.

Me tiré a la cama después de hablar con mis hermanos y contarles como había llegado, mi papá estaba en la estación de policías y Soledad dormía. Flavio estaba embobado con Irina ya que ni me habló.
Me desearon que la pasara bien y disfrutará al máximo la estadía en la Polinesia.

Ya habían pasado como 30 minutos y Andrea todavía no salía del baño... mujeres.
Y no había llevado ropa para cambiarse, no entró ni con su maleta así que no sé con qué la vería saliendo del baño.
Fui a fastidiarla al baño tocándole la puerta y me gritó que recién se estaba duchando... dios mío, qué lentas son las mujeres.
Venía saliendo del baño después de 40 minutos con una toalla alrededor de su cuerpo, y le caían gotas en los hombros a causa del cabello mojado.
—Andrea cuaren... -quedé embobado con su belleza.
—¿Cuaren qué? -me sonrió porque sabía que yo no le diría nada al respecto luego de lo que acababa de ver.
—Nada, me voy a bañar, luego nos vemos, te dejo vestirte -tomé la ropa que tenía preparada para luego del baño y entré.
Me demoré un poco más de la cuenta porque me afeité ya que no me gustaba andar con barba y raspar al saludar, igual lo encontraba muy antihigiénico desde pequeño... recuerdo que siempre quise tener barba pero después cuando me comenzó a salir la odié porque aparte de tener que afeitarte todos los días si es que no te gusta, te ves sucio si no la mantienes si te la dejas crecer, yo prefiero demorarme un poco más pero afeitarme y mantener una cara suave para Andrea. No bueno, Andrea ni caso me hace... pero ya caerá, pronto.
Cuando salí del baño listo con un traje baño Andrea estaba durmiendo encima de la cama. La dejé porque quizás el baño la relajó y cayó al fin en una cama muy cómoda y no en los asientos de un avión.
Yo no estaba cansado así que salí de la habitación y fui hasta donde la recepcionista.
—Hola.
—Hola de nuevo señor, ¿qué se le ofrece?
—Lo que pasa es que me gustaría poder llevarme una cena a mi señora a la habitación.
—¡Ah! Pero por eso no se preocupe de venir hasta acá, sólo con tocar el botón rojo se hay en el teléfono de la habitación puede pedir que le lleven lo que usted pida.
—Es que quiero sorprenderla, me gustaría que el plato de comida tuviera algo lindo.
—No se preocupe por nada -sonrío.
—Gracias -le sonreí y volví a la habitación.
Como era una suite de lujo, tenía vista al mar y un pequeño muelle se veía desde donde estaba parado.
Tocaron la puerta y yo la abrí rápidamente intentando no hacer ruido.
—Especial para los novios -me sonrió un cocinero quizás-, luego le esperan muchas sorpresas más.

—Especial para los novios -me sonrió un cocinero quizás-, luego le esperan muchas sorpresas más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Pero, ¿esto es un desayuno?
—Un aperitivo antes del almuerzo.
—¿Puedo entrar yo la bandeja?
—Por supuesto señor.
—Gracias -sonrío y se fue.
Entré y dejé lo preparado encima de una mesita que había ahí para 2.
En la mesita también habían rosas puestas en un florero, me robé una y la coloqué en la bandeja para que cuando despertara Andrea la viera ahí toda linda.

Salí a la mini playa privada que teníamos... era como si tuviéramos un pedazo de la isla alquilado y sólo para nosotros. Había una hamaca así que no dudé en subirme y recostarme para luego quedarme dormido y no saber más.

Andrea POV.

Me desperté luego de una larga siesta. Al levantarme de la cama vi que en la mesita para dos había una bandeja llena de comida, mayormente fruta... pero se veía muy rica.
¿Y Samuel? Me preocupé al instante.
Miré hacia afuera y vi que estaba en una hamaca. Woow... teníamos un pedazo de isla para nosotros solos dije al salir y darme cuenta que nadie andaba por aquí.
Me acerqué a donde Samuel y él dormía.
—¡Samuel! -pegué un grito y se despertó de inmediato.
—¿QUÉ?
—¿Vamos al Jacuzzi?
—Ehhh... mejor quedémonos aquí juntitos, ven -se sentó en la hamaca-, siéntate a mi lado.
—Estoy muy gorda, se puede caer esto.
—¡No estás gorda! Súbete y abrázame.
—Me subiré, pero no voy a abrazarte.
Me subí con dificultad, pero ahí quedamos... juntos mirando hacia el agua cristalina, casi transparente que yacía.

-----------------------------------------------------
Voten y comenten para más! ❤️

Entre la soledad y el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora