Holmes Chapel

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Hola Chicas! Antes de terminar este maratón de 2 cap, quiero volver a aclarar que no tengo nada en contra de Desmond Styles (papa biológico del sexy rizado ojos verdes) solo es ficción. Disfruten el cap y espero sus coments :D 

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Edward dormía plácidamente con su brazo apoyado en el antebrazo de la puerta y ladeando la cabeza hacia su hombro, cuando Harry lo sacudió para despertarlo. Ambos tenían ese hábito: quedarse dormidos en cuestión de minutos.

- ¡Hey! Ya llegamos- le avisó.

Abrió los ojos de repente, desorientado y vio que su gemelo sonreía de oreja a oreja. Edward contempló el cartel de bienvenida antes de pasar de largo:

"Holmes Chapel, Hermanada con Bessancourt, por favor conduzca despacio a través de la villa"

Ambos le latían el corazón desenfrenadamente de los nervios, exaltados y a Edward le brillaban los ojos de esperanza.

A medida que se adentraban al pueblo, Edward notaba que es un lugar muy lindo y pintoresco. Lindas casas, parques, uno que otro centro nocturno, iglesias al estilo gótico y todo era tan hogareño que podía jurar que se sentía más a gusto allí que en Cambridge, Massachusetts.

- Este es tu...eh ¿Hogar? - curioseó Edward hacia su doble.

- Si, es mi hogar - respondió Harry con la frente en alto.

- ¿Y yo conoceré a mí...eh...nuestra, digo, tu mamá? - Edward se enredó un poco con las palabras que al final soltó un gruñido por su torpeza.

Harry le dio una mirada a su gemelo, una mirada que no decía mucho, solo una cosa: inseguridad. Se volvió a la calle, tomando firme el volante.

- Si, la conocerás. Pero Edward, no quiero que te ilusiones si...ya sabes...

- Entiendo - contestó su mellizo, con voz apagada.

Luego de conducir unas calles más, doblaron a la izquierda y una linda casa de dos pisos, la planta baja con un muro de ladrillos, el segundo piso con pintura blanca y techo de baldosas apareció frente a ellos. Tenía un pequeño jardín delantero con dos arbustos y un porche dividido en dos secciones. Había un auto aparcado allí y se trataba de un aveo gris. Edward no tuvo que preguntar si era la residencia de su mellizo porque tenía el presentimiento de que si lo era. Esbozó una sonrisa cuando el auto se detuvo y se bajó un poco agitado. Harry se bajó de su auto, asegurando los seguros con solo apretar un pequeño botón de su control electrónicas y al descubrir que Edward trataba de abrir el maletero soltó una carcajada.

- Un momento, campeón - apretó otra tecla del control y el maletero se abrió automáticamente.

- Lo siento, son los nervios -Edward se justificó bajando ambas maletas.

Harry miro a su alrededor, asegurando de que nadie los observaba. Agradeció que comenzara a oscurecer y no se distinguían bien sus rostros. Caminaron hasta la entrada de la casa. Harry sacó de su bolsillo las llaves, haciéndolas sonar. Edward estaba que no cabía dentro de si de la emoción, temblaba de los nervios mientras sostenía su maleta.

- Tranquilo, Edward.

- Es que no puedo controlarlo - le respondió con una risita nerviosa.

Harry meneó la cabeza sonriendo e introdujo la llave, la giró a la derecha y empujó levemente. A Edward casi se le detiene el corazón.

Harry se adentró primero, luego Edward y cerró la puerta tras de sí. Edward se quitó los lentes y el gorro naranja, sacudiéndose la cabeza, moviendo sus rizos. Al levantar la mirada contempló la casa. Era simplemente acogedora y hogareña. Se hallaban en la sala, que tenía una encantadora chimenea de madera, muebles que hacían juego con las paredes cubiertas con un estampado, un gran televisor con DVD y la alfombra era azul. Diagonal a la izquierda, ocultado tras una pared estaba la cocina con tope de granito y sillas taburete. Frente a la cocina, un comedor amplio y al fondo ventanas con cortinas blancas acompañado de una cómoda con muchas fotografías. Edward se acercó a la cómoda con timidez y comenzó a detallar las fotos: Harry de pequeño, Harry acompañado de una niña, ambos en edad infante que supuso que sería Gemma por el parecido; Harry y Gemma con dos señores mayores, Harry abrazado junto a una mujer joven, sonriente de cabellos negros y ojos azules. Algo interno le decía que era ella, su mamá. Sonrió maravillado al verla allí aunque solo fuese una imagen.

The Styles Twins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora