The Styles Twins

Dolor

Hola preciosas! Antes de leer, por fa, denle click al video a su derecha. Es para que el relato tenga mas vida. Con este soundrack me imagine esta escena, mas bien, el secuestro de Edward.

_______________________________________________________

- ¿H-hola?- habló Anne, esperando una respuesta del otro lado de la línea.

- Señora Twist - la voz arisca de un hombre le dejó sin habla-. ¿Cómo está en esta espléndida noche?

Las pupilas de la madre se dilataron y la mano que sostenía el teléfono comenzó a temblar. Gemma, Robin y Harry se alarmaron.

- ¿Q-quién es?- logró articular, el pánico comenzaba a invadir su cuerpo.

- No tengo tiempo para una larga plática, pero espero que pronto charlemos con más calma.

- ¿Q-quién es usted? ¿Q-qué quiere?

- Es sencillo, señora Twist - contestó Walter con serenidad-. Tengo algo que es muy valioso para usted. Se encuentra frente a mí y quiere saludarle.

- ¡Mama! ¡Mama ayúdame! ¡Ayú...! - la voz de Edward se convirtió pronto en un gemido de dolor, espantando a su madre que se levantó del sofá.

- ¡¿Edward?! ¡Edward! ¡Hijo, mi bebé! ¿H-hola? ¡¿Puedes oírme?!

- Si quiere volverlo a ver, tendrá que darnos una muy importante suma de 50 mil millones de libras. Tiene 12 horas. Espero que sea puntual. No soy paciente.

- ¡Déjelo en paz! - ordenó entre sollozos-. ¡¿Edward?! ¡¿Hijo?!

No escuchó respuesta alguna por que habían colgado la llamada. Anne se desplomó en el sofá en llanto puro mientras Robin la cernía en sus brazos. Anne Twist no podía describir como se sentía en aquel momento. No hay para una madre mayor importancia en el mundo que sus hijos y al saber que estaba en manos de un extraño le atemorizaba, pensar que su bebé podría resultar herido o muerto. A Gemma se le cristalizaron los ojos y buscó a su hermano, Harry, que estaba pálido.

- Hay que llamar a la policía - pronunció Anne, escondida en el pecho de Robin-. Q-quiero a mi bebé de vuelta, por favor, lo quiero aquí conmigo...

- Yo lo haré - Gemma cogió el teléfono inalámbrico mientras retenía el llanto que estaba por venir. Debía ser fuerte y no derrumbarse.

- É-él e-está...e-está...- Harry no podía articular la palabra. Se encontraba en Shock.

- ...Secuestrado - completó Anne, volviendo a llorar en el hombro de su esposo.

Harry cerró los ojos y las lágrimas se le vinieron encima. Su conciencia comenzaba a atormentarle, gritándole, regañándole el porqué lo dejó ir; por qué no lo detuvo. El dolor en su pecho parecía ahogarle, recordándole que justamente hoy era el peor día de su vida. Necesitaba hablar con alguien, desahogarse. No podía guardarse tanto dolor. Colocó su teléfono en la oreja, esperando a que contestara.

- ¿Hola? Un momento, Phoebs, estoy hablando por teléfono - habló Louis y por su tono de voz, se le oía muy feliz. Harry entonces recordó que sus hermanitos apenas tenían unas horas de nacidos.

- H-hola Louis - habló Harry, secándose las lágrimas y dejando escapar un sollozo.

- ¿Harry? ¿Qué sucede? - preguntó el castaño, alejándose del bullicio donde se encontraba.