Travesura Realizada

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Apenas había transcurrido siete días y Harry estaba que se arrancaba los rizos. Admitía que no era fácil vivir con su hermano, si es que en verdad lo era. Aquella noche en que descubrieron todo, el le llamó "Hermano" para tranquilizarlo y que amainara su conducta violenta. Fue una parte oscura que vio de él y que no deseaba ver más. Anne le había comprado un teléfono nuevo a Edward debido a que el suyo estaba destruido.

"¿Qué tuve que hacer de mal para merecerme esto?" se preguntaba Harry una y otra vez.

Si era difícil soportar la actitud de Edward, más complicado era vivir con él. ¿Y por que decía esto? Harry tenía sus razones, y si tuviera que hacer una lista posiblemente hasta ahora no la hubiera terminado:

Su obsesión por el orden y la limpieza era algo que Harry no soportaba. Lo calificaba como una obsesión compulsiva de que todo estuviera perfectamente en orden. Anne lo alababa porque nunca tenía que ir a su habitación y limpiarla, que era lo opuesto a él. Su madre siempre le exigía que limpiase su habitación, hiciera su cama y desechara los empaques de dulces que se encontraban en el suelo.

No podía escuchar música en su radio porque Edward le pedía que disminuyera el volumen, ya que estaba leyendo un libro o repasando sus apuntes. Si, él y sus libros. ¿Es que acaso no tiene algo mejor que hacer que leer? Pero Harry siempre ignoraba sus peticiones. Se encerraba en su recámara y subía el volumen del aparato hasta reventar.

No criticaba el hecho de que su hermano era inteligente y que estudia en una universidad muy privilegiada, pero solamente platicaba sobre su carrera o las leyes. No había otro tema de conversación que más le gustase y aquello comenzaba a hartarlo. En su opinión, era muy cerrado en cuanto a ideas de diálogo.

Cuando se preparaban para pasear, Edward continuamente rechazaba a disfrazarse. Para evitar más discusiones, Anne les ordenaba a ambos cubrirse, algo que a Harry no le gustaba para nada pues estaba acostumbrado a la atención.

Esto, y otras cosas más le molestaban a Harry Styles, que hubiese deseado haber chocado contra un carrito en el aeropuerto que con su mellizo.

Harry terminó de usar su laptop cuando se paseó por el pasillo de las habitaciones. Pasó de largo por el cuarto de invitados, o debería decir, la habitación de Edward; cuando lo vio acostado en su cama usando su nuevo Samsung Galaxy S4. Edward levantó la mirada al ver que su gemelo le miraba desde la puerta.

- Oh, Hola Harry. Estoy aprendiendo a usar este teléfono. Debo admitir que la tecnología que posee es impresionante.

Otro detalle que Harry detestaba: el extenso vocabulario culto que poseía su hermano que le aburría y consideraba extraño cuando hablaba.

- No es gran cosa. Es solo un teléfono - respondió cortante, listo para irse de allí hasta que su hermano le llamó.

- Harry ¿Podrías darme tu número telefónico? Necesito llenar mi agenda de contactos.

- De acuerdo - suspiró, adentrándose a la habitación. Edward le extendió su nuevo móvil y luego de unos minutos, Harry escribió su número telefónico y lo guardó en contactos.

- Gracias - asintió su mellizo con amabilidad-. Por cierto, Harry ¿Qué es Twitter?

Harry detuvo su caminar. Frunció el ceño, creyendo que había escuchado mal. Volteó sobre su hombro, mirando a su hermano con desconcierto.

- ¿Es en serio?

- Si, no veo por qué tú cara.

- Menos mal que dijiste eso frente a mí y no con los chicos - manifestó, volviendo a su lado.

The Styles Twins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora