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-¡¿ESTÁS LOCA?! ¡CASI ME DAS EN LA CABEZA!- gritó Ronaldo entrando por la ventana.

-¿Qué hacías afuera?- pregunté cuando el susto se me había pasado.

-Esos locos me querían meter un palo y tuve que correr para no ser violdado- dijo despreocupado- ¿Qué pasa aquí?- preguntó al vernos con armas en las manos.

-Gabe es un psicópata- contestó Steicy apoyándose contra la pared.

-Me uno a la guerra- dijo entrando completamente- Denme un nokia-

Lo observé por un leve lapso de tiempo. ¿Este chico estaba loco o qué? ¿Va a detener a un psicópata con un nokia? Pero... recordé que yo había tomado una cuchara como arma. Mi vida no tiene sentido. La vida de aquel loco no tenía sentido. Vi que mi hermana sacó un nokia de la gaveta superior de la cocina y se lo lanzó.

-¡¿Estás loca?!- le gritó Ronaldo a Steicy- ¡Esa cosa puede matarnos!-

Mi hermana nos miró de forma extraña, ya que también me había asustado por el griterío del chico. Tomé la mano de Steicy y nos escondimos en las gavetas inferiores.

-Okey... dejemos al maníaco en manos de Ronaldo- dijo ella sentándose como un indio.

Escuchamos como Ronaldo salió de la cocina, por lo que mi hermana abrió lentamente la puerta y sacó la cabeza- Salgamos de aquí - dijo, a lo que yo asentí.

Estábamos por salir, hasta que toqué algo baboso con la mano. Me estremecí del asco y traté de limpiar mi mano con mi pantalón- ¡Me jodo en quien no limpia esto!- mi hermana rió.

-Qué sal la tuya- dijo, aún riendo.

-Cállate- le exclamé mientras la fulminaba con la mirada.

Vimos algo viscoso y rojizo deslizarse por el piso de la cocina. Instantáneamente me puse pálida. Miré a Steicy y vi que estaba haciendo arcadas para vomitar. Vale, eso nos dio asco.

-Vámonos de aquí- propuse levantándome.

-Sí- contestó ella siguiendome.

Caminamos lentamente a un costado de las gavetas y nos acercamos a la puerta. Me estaba poniendo nerviosa. Miré a mi hermana y ella se veía tranquila... ¿Ella es masoquista o algo así? Hay un maníaco y ella muy relajada.

Gabe apareció enfrente de nosotras con un cuchillo en su mano derecha y en la otra tenía un revolver. Steicy se adelantó un poco hasta quedar en frente de él.

-Oye, tiempo fuera. Estoy sudada y me quiero dar un baño-

-Eres una aguafiestas- le recriminó Gabe arrojando el revolver a un lado de la cocina.

Yo me quedé estática. ¿Qué estaba pasando? Me recargué contra la meseta, apuntando hacia donde estaba Gabe. Estaba sudando frío, pero me volví tan blanca como un papel al ver a Nelly y a Mery caminar hasta la cocina.

-¿Q-Qué pasa aquí?- pregunté totalmente aturdida.

-¿Eh? Esto solo era una pequeña broma para tu bienvenida- contestó mi hermana muy animada.

-Sí- la apoyó Nelly- Ella nos había dicho que alguien muy especial venía y que le hiciéramos una bromita-

-Pero nunca especificó que fueras su hermana- completó Mery mirando de reojo a Steicy, que solo se rascaba la nuca en señal de vergüenza.

-¿Qué era eso viscoso que vimos?- pregunté tratando de aguantar las ganas de ahorcar a todo aquel que estuviera en el lugar.

-Creo que se volvió a derramar la jalea- comentó Gabe tomando el frasco de la meseta.

-¿Qué le pareció la broma?- preguntó Ronaldo entrando en la cocina mientras saltaba emocionado.

Sin previo aviso, arrojé el "revolver" a Ronaldo a la cara. Ya estaba dudando que esa cosa fuera real. Me dirigí hacia las escaleras y ante la mirada atenta de mi hermana, suspiré y me acerqué a ella para acariciarle el pelo. Ella ladró, lo cual, me pareció muy tierno.

-Me iré a dar un baño. CUÍDENLA- dije y empecé a subir los escalones.

-Yo también me siento un poco sucia...- dijo y empezó a seguirme.

-Tú no te bañarás conmigo- le reclamé a Steicy- Y tú tampoco- le dije a Ronaldo que tenía intensiones de seguirnos.

-¿Por qué yo no?- preguntó Steicy con ojos de cachorro abandonado. Yo solo suspiré y le hice una seña con la cabeza para que me siguiera.

-Pero Ronaldo se queda afuera- noté como mi hermanita le sacaba la lengua y se dirigía conmigo al baño.

-Aprende a chantajear~- dijo con voz cantarina y ambas nos encerramos en el baño.

-¡NO HABRÁ YURI!- grité a lo que unas risas se escucharon del otro lado.

En serio, mi vida nunca volverá a ser normal...

Viviendo Con Mi HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora