Viviendo Con Mi Hermana

XIX

Me levanté con rapidez de mi asiento, demostrando la sorpresa que estaba inundando todo mi rostro en ese momento. Papá se acercó hacia mí con un paso coqueto y una mirada que demostraba seguridad. Me abrazó con fuerza cuando estuvo a mi lado y luego de separarnos, me sonrió con ternura.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté en voz baja y sin dejar de demostrar sorpresa.

-Busco a una modelo, es obvio- me contestó fijando su mirada en algunos objetos que se encontraban en la oficina y luego se detuvo en mis ojos- Veo que aún te gusta el azul- comentó con una sonrisa.

-S-Sí- le contesté algo temblorosa. Mamá podría entrar en cualquier momento y nos meteríamos en problemas.

-¡Perfecto!- exclamó como si fuera un niño pequeño para escoger lo que quisiera con permiso de su madre. Me tomó de la mano y empezó a caminar hacia la puerta- Nos vamos de inmediato-

-¿Q-Qué?- pregunté muy confundida.

Seguimos caminando hasta salir de la oficina, pero papá se detuvo en seco al ver a mamá con los brazos cruzados y con dos guardias a ambos lados de ella.

-¿A dónde creen que van?- preguntó ella zapateando con el pie derecho a modo de espera de una respuesta. Su mirada era penetrante y amenazadora.

-Iremos a una sesión fotográfica- contestó papá con naturalidad. ¿Esto era en serio?

-Ella no es modelo- le reclamó mamá caminando hacia mí, a punto de tomar mi brazo, pero papá la detuvo.

-Ella es una "empleada" de esta agencia, por lo tanto, puedo contratarla como modelo- le dijo papá y, luego de mirarme por unos segundos, siguió- Además, ella cumple con mis peticiones-

-Si te la llevas, contactaré a mis abogados- lo amenazó con una sonrisa victoriosa en su rostro.

-Oh, sí. Me encantaría saber qué haría el juez cuando sepa que golpeas a tu hija y la tratas peor que a una esclava- esta vez fue papá quien hizo la amenaza. En cuestión de segundos, la sonrisa de papá se esfumó y dejó una mirada llena de seriedad- Dame la custodia de la niña-

-No- contestó ella con el ceño fruncido.

-Nely, ¿sabías que tu madre te va a desposar con un anciano?- preguntó papá sin alejar la mirada de la de mamá.

Quedé en shock... ¿Será eso cierto?

-Mamá...- articulé esa palabra que hace tiempo no había dicho en frente de ella.

-¡No le creas!- me gritó de repente. Me asusté y me coloqué detrás de papá.

-Dile la verdad, Laura- papá me abrazó pero sin dejar que me moviera de mi lugar.

-¿Qué verdad? ¡Es una mentira hecha por ti!- volvió a gritar ella, parecía nerviosa. Me separé un poco de papá y me coloqué en frente de ella.

-Mamá... me gustaría saber la verdad- dije de forma calmada, pero ella seguía con sus nervios.

-¡Laura, ya habla! ¡Joder!- le gritó papá, dejándonos a ambas algo asustadas.

-¡B-Bien!- gritó ella, provocando que alejara mi mirada de papá y la colocara en ella- Sí, la iba desposar con un viejo magnate. Esta ratita- dijo y tomó mi brazo con fuerza y me sacudió con violencia hasta que papá me alejó de ella y me colocó en su espalda- me ha causado problemas, más de los que quería. Quiero que se largue de mi casa-

-Listo, papá- escuchamos una cuarta voz. Mamá y yo nos sorprendimos al instante.

Steicy salió de la parte trasera de un escritorio y se colocó al lado de nosotros. Ella me guiñó un ojo y le entregó a papá un objeto de color negro y algo pequeño.