XXVII

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Esta semana ha pasado más rápido de lo que hubiese querido. Ya estamos a sábado por la mañana, dos días antes de la fecha acordada para ir a mi antigua casa. Justo ahora me encontraba cocinando junto a mi hermana unos postres que vimos en la tele, mientras que papá y los chicos están jugando en la consola y Nelly y Mery estaban leyendo en las escaleras.

-Cuidadito si me arrojas harina- me advirtió Steicy sin dejar de mezclar el chocolate con mezcla de nueces que habíamos hecho con anterioridad.

-No planeaba hacerlo- dije con una sonrisa inocente.

-Sí, claro. Eso no es lo que dice tu mano en ese tazón lleno de harina- contestó ella mientras señalaba con una cuchara hacia mi dirección.

-En mi defensa, lo estaba por hacer inconscientemente- dije riendo algo nerviosa.

-Ahora que lo pienso... haz estado muy distraída toda la semana- comentó Steicy. Se dirigió hacia la nevera y de ahí extrajo unas cuantas cosas más que no logré reconocer. En serio que estoy distraída.

-No, no lo he estado- le dije mientras me sentaba en una de las sillas del desayunador.

-Hermana... en esta semana se te ha olvidado la ropa tendida, dejaste las compras en el supermercado, se te olvidaron las llaves y el celular en la casa y casi te pierdes de camino hacia acá... y todo eso el jueves y el viernes-

-Eh... bueno...- trataba de zafarme de esta. ¡Dios, ayúdame!

-¿Hija, no haz visto el disco de GTA V?- me preguntó papá en la entrada de la cocina. ¡Gracias, Dios!

-Vuelvo enseguida- dije mientras me limpiaba las manos con el delantal que traía.

Subí las escaleras con lentitud y fui directo hacia el salón de estudios, el cual, era la habitación de Steicy. Entré y busqué entre las repisas que tenían cajas y cajas de video juegos. Bajé una de ellas y empecé a buscar el juego.

-¿Necesitas ayuda?- escuché que me preguntaron desde el umbral de la puerta. Levanté la mirada rápidamente.

-Sí, ven y ayúdame a buscar el juego- le pedí, pero Alejandro sólo se quedó parado en el mismo lugar- ¿Qué pasa?- pregunté al ver que no planeaba moverse.

-¿Por qué tratas de fingir que el lunes es solo un día como cualquier otro?- preguntó de la nada.

-Porque lo es- dije para luego seguir buscando entre las cajas.

-Tú papá me dijo que es tu cumpleaños-

Dejé de buscar en la caja y mantuve la mirada baja.

-Es solo un día más... no tiene porqué ser especial- susurré. Era lo que siempre decía tía Laura cuando le pedía que me llevara a algún sitio para celebrar.

-Tú lo ves así- comentó él mientras caminaba hacia mí- Pero es algo que las personas que te quieren desean pasar junto a ti-

-¿Desde cuándo te volviste tan comprensivo?- le pregunté junto a una sonrisa burlona.

-Desde que Steicy dijo que estaba harta de nuestras discusiones- contestó junto a una leve risa.

-También me ha dicho eso- comenté mientras empezaba a reír.

Él se sentó a mi lado en el suelo y aprovechamos que estábamos solos para poder planear lo que haríamos el lunes. Sé que pasó poco tiempo, porque llevaba constancia del tiempo gracias a mi celular. No sé en qué momento empezamos a hablar de algo que tenía como costumbre allá en mi antigua casa, pero debo admitir que se sentía bien dejar salir los problemas.

Viviendo Con Mi HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora