Escuché como un timbre retumbaba por todo el lugar. Estiré perezosamente mi brazo para apagar la alarma del celular. ¿Por qué me tenía que levantar temprano... un domingo... en vacaciones? Simple: me tocaba la limpieza de toda la casa. Este es el castigo que me dejó papá. Quería seguir durmiendo, pero tenía que hacer las tareas de la casa. 7:35 a.m., trágame tierra.
-¿Por qué estás despierta tan temprano?- escuché que preguntó Steicy al otro lado de la habitación.
-Por mi castigo, querida hermana- le contesté junto con un suspiro.
Me levanté y fui directo al baño. Me di una ducha rápida, me lavé los dientes y fui de vuelta hacia mi habitación para ponerme unos pantalones cortos azules, una franela negra y unas sandalias a juego con la franela. Me amarré el cabello en una cola alta y salí de la habitación en dirección hacia la cocina. Ahí me encontré con papá.
-Buenos días- saludé pero él no dijo nada y siguió leyendo su periódico.
-Buenos días, señor Felix- le saludó Nelly que estaba por irse a hacer las compras.
-Buenos días, Nelly- contestó él con un tono de total alegría.
¿Pero que demonios...?
-¿Me estás ignorando?- le pregunté e hizo como que no era con él- ¿Sabes qué? Olvídalo. Me voy a limpiar- dije y caminé hacia la parte trasera de la casa.
Escuché como papá, Mery y Nelly empezaban a hablar, pero no les di importancia y fui a hacer mis deberes.
Reuní las cosas que iba a utilizar para limpiar en la casa. Hoy si que me voy a joder...
...
-¡Nely!- escuché que alguien gritaba mi nombre, pero estaba tan cansada que ni siquiera tenía ganas de levantarme o al menos gritar para que supieran en dónde estaba- ¡Nely!- volvió a gritar. Inhalé un poco de aire.
-¡¿Qué?!- grité como pude mientras que en muy pocos segundos después ya me encontraba respirando con dificultad por aquel grito.
-¡¿Dónde estás?!- esa es Steicy. Me di la vuelta y gateé hacia la orilla para poder verla.
-Aquí- dije con una sonrisa algo cansada.
-¿Estás bien?- me preguntó mi hermana con un rostro algo preocupado.
¿La verdad?... no. Me arde todo el cuerpo, me duele el pecho y mi garganta está totalmente seca, además que tengo un dolor que me está llevando quien me trajo.
-Sí, estoy bien- le mentí.
-Mentirosa- dijo ella mientras se cruzaba de brazos y empezaba a zapatear con su pie derecho.
-Te estoy diciendo que estoy bien-
-Bueno, baja de ahí entonces- dijo con una sonrisa de victoria. Mierda, me descubrió...
-No puedo- dije junto a un leve quejido.
-Eso pensé- escuché que dijo y vi como entró a la casa.
Estuve tirada cerca de la orilla por un rato hasta que sentí que alguien me tocaba el hombro. Ese simple toque provocó que un ardor recorriera toda esa zona. Me quejé en voz alta hasta que aquel tacto se alejó de mí. Giré mi cabeza y me encontré con mi hermana y su novio.

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Viviendo Con Mi Hermana
RandomEsta es la historia de un par de hermanas que vuelven la vida de todos patas arriba. " El amor es más fuerte que cualquier otro sentimiento", esa es su frase favorita.