III

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Estuvimos un rato charlando de trivialidades en mi habitación, hasta que una pregunta cruzó por mi cabeza y no pude evitar formularla.

-¿Por qué discutían?-

Al instante todos se quedaron en blanco. Steicy me miró y luego a los chicos. Al parecer me había perdido de algo grande.

-Bueno... verás...- empezó a hablar Nelly, pero un estruendo hizo que todos nos levantáramos de nuestros lugares.

-¿Siguen peleando?- preguntó Ronaldo sacando la cabeza hacia el pasillo.

-Eso parece- contestó Steicy con la cabeza debajo de la de él.

Nelly, Mery y yo nos observamos por unos instantes para luego reírnos un poco. Me dirigí hacia una de mis maletas y de ahí saqué una toalla y un pijama de gato negro y ojos verdes. Pude escuchar a la perfección un golpe seco. Vale... estos se van a matar.

-Me voy a dar un baño- se escuchó que dijo Ronaldo dándole el celular a Steicy, ella lo guarda en su bolsillo delantero, para luego salir hacia el pasillo.

-Y yo- dije dándole también mi celular para luego guardarlo en otro bolsillo y me fui caminando hacia la puerta- ¡Ronaldo, espérame!-

Cuando Steicy terminó de guardar el celular, me miró por unos instantes- oye, espera... ¡¿QUÉ?!-

Noté que todos me miraban de una forma algo extraña.

-Solo quería que me mostrara el baño- dije tratando de ignorar esas extrañas miradas que me estaban dando las chicas.

-Sí, como no- dijo Steicy mirándome fijamente y de una manera algo pícara... seguro se imagina cosas raras.

Ronaldo se quitó la camiseta en pleno pasillo y la arrojó hacia el piso de mi habitación. Cuando las chicas lo vimos, no pudimos evitar arquear una ceja cada una. Abracé a mi hermana e hice un llanto falto.

-¡HERMANA! ¡MIS OJOS! ¡ME DIO SIDA OCULAR!- grité a lo que las chicas se rieron.

Vi que mi hermana se quitaba los lentes y los arrojaba a una papelera- Ronaldo, me debes unos lentes- le recriminó con el ceño levemente fruncido.

De pronto, él se dio la vuelta, fingiendo estar dolido. Ronaldo se fue hacia el baño y mi hermana lo despidió como si fuera recepcionista de resorts. Justo cuando iba a cerrar la puerta, Gabe salvaje aparece.

-¡La madre que te parió!- grité del susto.

-Pero así me amas, ¿verdad?- preguntó el moreno poniendo los ojos como cachorro.

-¿Steicy, lo amo?- le pregunté mientras la miraba.

Ronaldo volvió a la habitación y tomó una toalla. En eso mi hermana me mira unos segundos- ¿A quién?-

-A Gabe- respondí.

-Nely, dile que no. Tiene novia- dijo Ronaldo que, extrañamente, tenía unas gafas oscuras puestas, a lo que Steicy tenía las dedos en si barbilla.

-No- contestó ella.

De un momento a otro, sentí como alguien me zarandeaba por los hombros- ¡Nely, amas el anime!- me grita Ronaldo. ¿Cómo diablos sabía eso?- ¡ANIMEEEEE!- vuelve a repetir zarandeándome con más fuerza.

-Hermana~- pedí ayuda, ya que a este paso iba a expulsar lo poco que había comido.

-Él está loco. No le hagas caso- dijo junto con un suspiro.

Gabe salió hacia las escaleras y otro estruendo y varios gritos masculinos con toque femeninos se escucharon en la planta baja.

-¡COÑO!- gritó Steicy de la nada- ¡MALDITA AZARADERA LA DE USTEDES!- volvió a gritar y tomó de la muñeca a Mery y luego a mí para llevarnos a su habitación y cerrar de un portazo. Dos segundos después, ella vuelve a salir y trae a Nelly por el brazo y cerró la puerta otra vez.

-¿Qué pasó?- preguntó Nelly igual de perpleja que nosotras.

-Si no estamos a salvo aquí, me mato- dijo cerrando con cerrojo- a salvo...- murmuró encendiendo la luz.

-¡CUIDADO CON ESE PALO!- se escuchó un grito al otro lado de la puerta.

-¡GRUPO DE GAYS, SALGAN DEL BAÑO!- ese era Ronaldo. Hubo un pequeño silencio y luego el ruido de algo rompiéndose- ¡NO, NO, NO, NOOOOOOOOO!

Bien, mi vida será extraña de ahora en adelante. Miré a mi hermana y esta me sonrió con dulzura... creo que valdrá la pena.

Viviendo Con Mi HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora