Ya me estaba sintiendo mejor, bueno... un poco. Tengo cuatro días en cama por ese estúpido resfriado. Steicy cuidaba de mí como si fuera una niña de cinco años. Que vergonzoso... justo ahora la veía ir y venir de un lado a otro, con toallas, medicamentos y varias cosas más.
-Steicy- llamé a mi hermana, ella se dio la vuelta y corrió hacia mí.
-¿Qué pasa? ¿Tienes fiebre? ¿Te duele algo? ¿Te traigo sopa?-
-Cálmate- le pedí levantando las manos- Sólo quiero bajar a la cocina-
-¿Qué tienes ahí? ¿Lo busco?- preguntó, yo me di un face palm, me senté, me puse las pantuflas y, ante los reclamos de Steicy, bajé hacia el primer piso.
Los chicos estaban jugando en la consola. Bueno, solo estaban Alejandro, Nathaniel y Bartolomeo. Dimitri volvió a su ciudad natal para estudiar en la universidad, Gabe y Ronaldo regresaron con él ya que necesitaban hacer algunas cosas importantes, pero que pronto iban a volver.
-¿Qué haces fuera de la cama?- preguntó Bartolomeo sin alejar la vista de la pantalla.
-¿Cómo sabías que era yo?- pregunté colocando mis brazos en jarra.
-Porque Steicy está gritando tu nombre desde el segundo piso- contestó él. Vale, el resfriado me tiene un poco sorda.
-Tienes que seguir en cama- dijo Nathaniel pausando el juego- No es bueno para ti estar aquí abajo con este frío-
-Me da igual- dije y fui a la cocina por algo de comer. Lo único que he comido ha sido sopa y cosas líquidas.
Cuando estuve en frente de las alacenas, apareció Steicy con ojos asesinos. Yo me encogí de hombros y tomé algunas cosas, luego fui a la nevera y saqué algunas otras cosas. Me preparé un sándwich. No iba a tomar otra sopa de verduras, podría vomitar.
-No te haz recuperado completamente- me reclamó Steicy cuando me senté para comer tranquila.
-Hermana, no me voy a morir por un resfriado- dije con una sonrisa burlona.
-Me vale- dijo sentándose en frente de mí- Tienes que descansar todo el tiempo posible-
-Te estresas demasiado- dije antes de darle una mordida al sándwich.
-Que me preocupe por mi hermana no quiere decir que me esté estresando-
-No, no quiere decir eso. Pero me has estado cuidando tanto que ya casi no haces nada para ti- dije para luego sacar mi celular- No recordaba que ya era febrero-
-Sí, hoy estamos a 3- dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
-Oye, deja ese tono. Soy muy mala cuando trato de seguir la fecha- dije y ella sonrió. En verdad no era una broma.
-¿Qué harán para San Valentín?- preguntó Nelly entrando a la cocina.
-¿Faltan dos semanas para eso y ya tienes algo planeado?- preguntó Mery que entró justo detrás de su hermana.
-Es que no quiero estar sola en la feria- chilló Nelly como si fuera una niña de cinco años.
-¿Feria?- preguntamos Steicy y yo al mismo tiempo.
-Sí, este año se hará una feria para la caridad. Como San Valentín está cerca, aprovecharán eso- explicó Nelly tomando una lata de soda de la nevera.
-Y esta infeliz va a participar en una de las actividades, gracias a nuestra madre- dijo Mery tomando un vaso lleno de jugo.
-Cállate- le dijo Nelly jugando con las servilletas del dispensador.
-Yo creo que me la pasaré en mi habitación viendo películas- dije a lo que las chicas me miraron.
-No, no lo harás- dijo Steicy- Tengo varias razones para sacarte de esta casa ese día-
-No me vengas a decir que me conseguirás un novio para ese día- dije con voz sarcástica.
-No- dijo Steicy con una sonrisa.
Vale, mi hermana me estaba dando miedo. En su cara se podía notar que tenía algo muy bien planeado. Por todo el rato, las chicas estuvieron hablando de ropa, programas en donde salen chicos lindos y mucho, MUCHO chocolate. Hasta los chicos se unieron a esa extraña conversación. En ciertas ocasiones, notaba como Steicy y Alejandro se arrojaban miradas llenas de complicidad. Estos novios de ahora me dan migraña. Aun no creo que no se hayan besado. Infelices.
-¿En qué piensas?- me preguntó Nathaniel tocándome el hombro, sacándome así de mi ensimismamiento.
-En nada- dije tocando mi frente con dos dedos.
-Oye, no eres Goku para teletransportarte- se burló Alejandro, mi respuesta fue arrojarle una pantufla a la cara.
-No le golpees la cara, luego no podré presumirlo- dijo Steicy y yo puse los ojos en blanco.
-Que asco- dije fingiendo arcadas de náuseas.
-Me burlaré de tu novio cuando lo tengas- bufó Steicy cruzada de brazos, pero con una sonrisa en su dulce rostro.
-Si es que lo llego a tener- le contesté un tanto pensativa.
-Nathaniel, perra. Te rechazaron sin siquiera haber preguntado- se burló Bartolomeo mientras soltaba una carcajada.
-Infeliz- se burló Nelly siguiéndole el juego a Bartolomeo.
-Lo dice la que fue forzada a trabajar gratis- dijo Mery tomando un sorbo de su jugo.
-¡Ohhhhhh! ¡Turn down for what!- gritó Alejandro a lo que yo lo miré de forma amenazante.
-No te metas... ¿Te recuerdo que tú y mi hermana aún no se besan?- dije y Steicy me arrojó la pantufla de vuelta. Joder.
-¡Cállate!- me gritó Steicy. Me froté la nariz con los dedos. Maldita loca con su maldita puntería.
Ahí empezó una guerra entre zapatos y utensilios de cocina voladores. Se me hacía muy divertido pasar el tiempo aquí. Me escapé con gran sigilo hacia la sala, me coloqué detrás del enorme sofá del lugar y saqué mi celular. Ha pasado una semana. Se ha ido volando. Espero que no siga así, o tendré que volver a ese infierno al que mi madre llama hogar. Giré la vista hacia los chicos. Sonreí al verlos tan felices. No quiero que esta felicidad se vaya, no ahora. Suspiré con pesadez. No puedo quedarme aquí para siempre, solo... no puedo. Alejé esos pensamientos negativos que hace algunos días se habían colado en mi cabeza. No me enfocaré en el pasado o en el futuro, sino en el presente.
Con una enorme sonrisa, tomé uno de los zapatos de los chicos que había llegado hasta ahí y me paré encima del sofa, apuntándolos con el zapato.
-¡Se los va a llevar el diablo a todos!- grité y me lancé hacia donde estaban ellos.
Puede que el tiempo pase muy rápido, pero eso no cambiará los momentos que vamos a pasar todos juntos. Solo... desearía... no tener que volver con mamá...

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Viviendo Con Mi Hermana
RandomEsta es la historia de un par de hermanas que vuelven la vida de todos patas arriba. " El amor es más fuerte que cualquier otro sentimiento", esa es su frase favorita.