La alarma me sacó de un maravilloso e increíble sueño. Me estiré un poco y empujé el bulto que estaba a mi lado hacia el suelo. Steicy se levantó con mala cara y me arrojó un zapato que, desgraciadamente, me golpeó justo en la cabeza. Sí, ya estaba acostumbrada a esto.
-Es hora de despertar- dije con una sonrisa y fui corriendo hacia el baño.
Me encerré y escuché como otro zapato golpeaba la puerta. Me reí un poco. Escuché como alguien abría de golpe la puerta de la habitación y un grito femenino se escuchó en todo el lugar.
-¡ESTÁ FRÍA!- al parecer papá le estaba arrojando agua desde una pequeña pistola de juguete. Con razón había estado buscando una anoche.
-¡Infeliz!- le grité desde el interior del baño.
Me quité la ropa y entré a la bañera. Abrí el grifo del agua caliente y mi cuerpo se relajó al instante.
-¡Yo reiré de último!- escuché ese grito proveniente desde el otro lado de la puerta y varios pasos se alejaron a gran velocidad.
No le di importancia y seguí con mi baño, hasta que un chorro de agua helada golpeó todo mi cuerpo. ¡Ese engendro del mal apagó el calentador! Me duché más rápido, tomé una toalla y salí hacia mi habitación. Ahí me encontré con Steicy sentada en la cama y su sonrisa malvada me molestó de tan solo verla.
-Te odio- le dije pero luego empecé a reír, provocando que ella hiciera lo mismo.
-Yo también te quiero- me contestó, caminé hacia la cama y me lancé boca arriba en esta- Papá está haciendo el desayuno-
-Que bien- le dije y seguí mirando el techo. Se me hacía raro el mudarme con papá.
-¿En qué piensas tanto?- me preguntó Steicy acostándose a mi lado.
-En nada- le dije y la miré para luego sacarle la lengua. Sonó su celular y ella fue rápidamente a contestar.
-¿Hola...? Oh, Alejandro- no se me hacía raro...- Sí, estoy bien... eh, no. El viaje se canceló y llegaré esta tarde- me hizo una señal de silencio- Los viajes de negocio de papá son muy aburridos- dijo y yo reí en silencio.
Luego de eso, me levanté y busqué la ropa que había dejado fuera para volver a la casa de papá. Steicy seguía hablando con animosidad por el celular, se nota que están muy enamorados. Sonreí con tristeza, me había perdido de tantas cosas por todos estos años y volví a perderme algunos eventos en estos meses. Escuché que Steicy se despedía y terminaba con la llamada.
-Los chicos no saben que viniste aquí- le comenté y ella se colocó a mi lado.
-No- me contestó y luego sonrió- Es una sorpresa-
-Bien- le dije con una sonrisa. Mi hermana entró al baño y yo me dispuse a cambiarme.
Opté por una falda negra suelta hasta las rodillas, una blusa ancha de color azul pastel y unas bailarinas con cintas de color negras. Fui hacia el espejo y me peiné hasta que mi cabello quedó algo presentable. Fui hacia la puerta del baño y toqué un par de veces.
-Steicy, estaré abajo- le dije y escuché un "sí" desde el otro lado de la puerta.
Bajé las escaleras y me encontré con papá terminado de hacer el desayuno; huevos, tocino y pancakes. Lo ayudé sacando el jugo de manzana de la nevera y lo coloqué en la mesa junto a varios vasos.
-¿Estás emocionada?- me preguntó papá con su típica sonrisa de chico bueno a punto de hacer algo malo.
-Sí- dije y no puede evitar sonreír como tonta.

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Viviendo Con Mi Hermana
CasualeEsta es la historia de un par de hermanas que vuelven la vida de todos patas arriba. " El amor es más fuerte que cualquier otro sentimiento", esa es su frase favorita.