39. Sí, Cheeto y Luna

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SÁBADO

NARRA RUBIUS

Ya estaba listo. ¡No! La colonia. La de Hugo Boss, la que le encanta. Dos toques en el cuello y ya está. ¿La tarjeta de su habitación...? Aquí. Genial. Ahora sí que estaba listo.

Con mucho cuidado pasé la tarjeta por la cerradura y esta se abrió produciendo un pitido agudo y poco sonoro. Cerré la puerta tras de mí y me acerqué a las camas. Pasé la vista por cada una de ellas, pero en ninguna estaba ______. Fruncí el ceño, extrañado. ¿Tan pronto se ha levantado? Me extrañaba.

Me senté en una cama. Saqué mi móvil y lo desbloqueé. Ninguna notificación. Bloqueé el dispositivo y acaricié la pantalla con el pulgar derecho. Lo guardé en mi bolsillo trasero. Entonces, alguien se tumbó sobre mí y posó sus manos sobre mis ojos, impidiendo que pudiera ver al desconocido y tener escapatoria.

XXX: Adivina quién soy -dijo con un leve tono seductor. Era, sin ninguna duda, ______.

Rubius: Dame una pista -esbocé una sonrisa.

______: Qué juguetón -¡Dios! Esa seducción al hablar me ponía mucho.

Rubius: Sí, bueno, se podría decir que soy un poco infantil -soltó una pequeña risita.

______: Vale, te doy una pista: voy en ropa interior -pude notar que sonrió.

Rubius: Eso no es una gran pista. Pero... -masajeé con delicadeza y suavidad su esculpido cuerpo desde sus pechos hasta sus rodillas, pasando por su tronco y su trasero - tengo ganas de verte y quitarte hasta la última prenda que lleves puesta.

______: Ah ¿sí?

Rubius: Ajá -me mordí el labio inferior.

______: Bueno, primero tienes que adivinar quién soy.

Rubius: Mmm... Déjame pensar... ¿Eres... la chica de pelo rosa de la que me enamoré hace tiempo, y la que me hace sentir el hombre perfecto?

______: Caliente, caliente.

Rubius: ¡Uuuh! Entonces como yo -reímos-. ¿Eres Pelirroja?

______: Bingo.

Me destapó los ojos y observé durante segundos su belleza que me cautivaba. ______ se agachó hasta estar muy cerca de mi rostro. Nos sonreímos. Levanté la cabeza para romper la minúscula distancia que había entre nosotros, y así, besar sus labios.

______ me agarraba de mis mejillas y, una vez que otra, me acariciaba el pelo. Ese gesto provocaba que mi vello estuviera de punta. Yo la abrazaba sin fuerza y, a veces, bajaba mis manos hasta su trasero para acariciarlo.

Sin ningún gesto ni palabra, ______ se incorporó y se distanció de mí para que pudiera desvestirme. Es como si nos comunicásemos telepáticamente.

Me levanté de la cama, me quité la chaqueta y la tiré al suelo. Hice lo mismo con los zapatos y los pantalones. La camiseta la dejé para lo último.

Fui directo hacia ______. Me eché sobre ella (obviamente, con un espacio entre cuerpo y cuerpo). Ataqué sus labios con frenesí. Instantes después, le desabroché el sujetador y deslicé sus braguitas por sus piernas hasta dejarla desnuda. Por último, yo me quité los bóxers.

Mi miembro... ya estaba erecto, bastante erecto. Posicioné correctamente las piernas de mi chica para facilitar la penetración. Después de un par de besos más, ya me encontraba dentro de ______. Empezó con suspiros acompasados y suaves, pero, unas pocas embestidas más fuertes, hicieron que gimiera más seguidamente. Eso provocaba que yo estuviera más cachondo.

© Gamers VS Vloggers ↪elrubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora