43. Me mudo a la casa de mi ídolo

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NARRA ______

Rubius: Mañana vengo a las once y te ayudo con tus cosas.

______: Vale -Rubius caminó hacia la puerta de mi casa y yo le seguí.

Rubius: Hasta mañana.

______: Hasta mañana -nos sonreímos.

Cuando le vi bajando las escaleras, cerré la puerta. Di pequeños saltitos de emoción. O sea... ¿os estáis dando cuenta de todo lo que ha ocurrido hoy? Conozco a elrubius, paso una tarde entera con él y... me besa. En serio, ¡esto tiene que ser un sueño!

Con una sonrisa de tonta que se me había quedado, fui a mi habitación y saqué la ropa de mi armario. No toda, tan solo la que me pondría más. De un altillo, bajé mi maleta. Era morada pastel y tenía pegadas unas cuántas pegatinas que, de pequeña, iba comprando ya que me parecían muy monas y kawaiis. En ella, guardé todo lo que había puesto de por medio, eso sí, con cierta ordenación y cuidado de que no se arrugara ni una camiseta.

Al final del día, cené y me fui a dormir. Mañana tendría que hacer muchas cosas.

• • •

Esta mañana me pude despertar fácilmente. Desayuné y me vestí con unos leggins de Hora de Aventuras, una camiseta de manga corta azul turquesa, una chaqueta negra y unas deportivas a juego con la camiseta. Mi pelo lo sujeté en una coleta.

Tenía que preparar unas últimas cosas e irme a casa de Rubius.

Conecté mi iPod al reproductor de música y seleccioné una lista de reproducción. "Dubstep" la nombré en su día. Pulsé en la primera canción: Holdin' On, y los altavoces comenzaron a emitir la enérgica canción. Le subí el volumen y me puse a bailar al ritmo.

• • •

Ya eran las once. Me aseguré de que la casa estaba bien ordenada y de que lo tenía todo preparado.

Llamaron al timbre. Fui a abrir la puerta.

Rubius: Buenos días.

______: ¡Hola! -me besó.

Rubius: He traído el desayuno -de su espalda sacó una bolsa blanca. Me la tendió y vi el contenido.

______: ¡Churros! Gracias -le abracé.

Rubius: No hay de qué.

______: Pero en el desayuno prefiero comerte a besos.

Me puse de puntillas, rodeé su cuello con mis brazos y le besé. Mientras, Rubius entró sin separarse de , en mi casa y cerró la puerta tras de .

Rubius: ______. ¡______!

______: Oh... ¿Qué?

Rubius: Que no hay de qué.

______: Ah -me sonrojé. Me había quedado embobada en lo que podría haber hecho, pero no me atreví a besarle como si ya lleváramos saliendo hace meses.

© Gamers VS Vloggers ↪elrubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora