Sigo metida en la cama, tapada casi hasta la cabeza, a pesar del calor. Me da mucha pereza levantarme y asimilar que tengo un montón de cosas que hacer. Empezando por estudiar, y teniendo en cuenta que estoy sola, hacer la comida y limpiar la casa.
Son las once y media de la mañana, y sigo sin oír ningún ruido en casa. Y esto es cada vez más raro, a estas horas la casa ya está limpia y se escucha a la gente reír y hablar. Hoy solo escucho a los pájaros fuera de casa, y no me inspira mucha confianza.
Después de meterme en la cama no he podido dormir más, no he parado de dar vueltas de un lado a otro, cerraba los ojos y al momento los volvía a abrir. Sé que diréis que entonces no he intentado volver a dormir, o que para que me vuelvo a meter en la cama, incluso. Bueno, una mañana más desperdiciada.
Ya me parecía raro que mi madre no subiera a despertarme, con lo puntual que es siempre.
Pero he tomado una nota mental, si mi madre no me despierta, no voy a clase. Así no habrá más malentendidos de ahora en adelante.
Necesito una distracción, durante las últimas horas no he hecho más que pensar en mis padres. La verdad, es que últimamente pienso demasiado en ellos.
Mi madre es el arcángel Gabriel y mi padre el duque del infierno Astaroth. No me creéis, lo sé.
Yo tampoco creería a una niñata de instituto que dice que sus padres son un ángel y un demonio, es que no hay por donde cogerlo, pero es la verdad.
Yo al principio tampoco me lo creía, pensé que era una broma pesada de mi padre y que había conseguido embaucar a mi madre.
Cuando asimile que no me estaban gastando ninguna broma primero me quedé en estado de shock, según fui recuperando mi movilidad fui corriendo a mi cuarto sin ser capaz de mirarles a la cara, no por lo que me acababan de contar, sino por la extraña sensación que me recorrió el cuerpo entero.
Me lo dijeron hace dos años, cuando yo tenía catorce y ahora estoy a escasos meses de cumplir los diecisiete, así que mirándolo mejor me lo dijeron hace casi tres años.
Mi madre siempre ha sido muy buena y comprensiva y mana una luz sobrenatural, que te hace querer confiar en ella y con la que te sientes muy segura. Mi padre cuando se enfada da mucho, pero que mucho miedo. Imagino que como todos los padres, es más, mi madre si se enfada da mucho más miedo, pero eso no suele ocurrir.
Y a pesar de todo eso, de las diferencias, se aman como no he visto amarse a nadie más en este mundo.
Así que les creí.
Sé que no tiene mucho que ver, pero es bastante complejo de explicar como con solo una mirada pueden comunicarse mejor que con mil palabras. Yo cuando sea mayor quiero tener lo que mis padres tienen.
Tengo a mi chico ideal en la mente, aunque no esta definido, supongo que por que de momento solo lo he visto en mis sueños, sea como sea, no le pongo cara. Pero sé que tiene que tener los ojos de color gris tormenta, y tal vez el pelo negro como la noche. Una sonrisa que aunque un poco malévola, haga que me derrita, y que me cumpla mis caprichos entre dientes. Yo sé que existe, solo tengo que encontrarlo.
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Dos velas para el diablo 2 He vuelto |ACABADA|
FanfictionHe vuelto. No sé como pero he vuelto. Me llamo Cat y estoy aquí por una misión muy importante. La primera parte es de Laura Gallego García, pero me gustó tanto que decidí hacer la segunda.