Dios mi cabeza esta a punto de caerse de mis hombros, o de explotar o simplemente de dejar de funcionar. Ya no puedo seguir dándole vueltas a esto, tengo que rendirme, ¿acaso no hay ninguna señal para abandonar el juego? Un maldito juego en el que yo no quería entrar.
Que son las ventanas frías, la ropa desnuda, o al revés... Es que encima no deja de liarme, a ver ¿Quién se supone que esta desnuda? La ropa, yo o las malditas ventanas...
Esperad un segundo eso es...
A pesar de que mi cabeza esta casi muerta y de que apenas puedo andar, quitando el hecho de que sigo mojada, ya no tanto como antes pero mojada igualmente.
Ventanas frías y ropa desnuda, o según la última nota podría ser al revés, eso.. o las dos cosas a la vez.
A ver, ropa fría sería la que ya estoy llevando yo, ventanas desnudas... ventanas sin cortinas... ventanas frías... y abiertas.
Vale, sé exactamente a donde tengo que ir.
Sabía que era aquí, cuando caí rodando me pareció ver una especie de cabaña, gracias a Dios no estaba muy lejos y el fuego ya casi se esta apagado. La puerta esta abierta al igual que las ventanas, hay una simple lucecita encendida, pero ya esta casi amaneciendo, por lo que no es muy complicado ver.
En la mitad de la estancia hay una silla, y en esa silla esta mi ropa.
Me acerco a ella, ya dándome igual si la caballa explota o si hay una bomba, o cualquier cosa.
Me quito la ropa que esta calada, quedando totalmente desnuda, después de eso intento ponerme la otra, pero la camiseta es cruzada y al ponérmela se me complica.
- Jamás pensé que sería tan poco sexy ver como una tía se viste- dicho esto oigo un silbido, y antes de darme siquiera la vuelta me pongo la ropa interior, obviamente después de ponerme la dichosa camisetita esta.
Cuando me giro no me sorprende encontrarme a Angelo, apoyado en el umbral de la puerta, recorriendo mi cuerpo con esos penetrantes ojos grises que tan loca me vuelven.
- Tú...- le digo acusatoriamente mientras me acerco muy despacio señalándole con el dedo índice, estoy casi segura que si comparas mi mirada con una persona que este en un manicomio, pensarían que la loca soy yo- has intentado matarme- a diferencia de como pensé que sonaría, mi voz es tranquila, fría, sin sentimiento alguno.
- Corrección, yo he intentado salvarte la vida.
Me empiezo a reír cínicamente.
- Me has echado al fuego literalmente, casi dejas que me congele, he caído rodando por vete tú a saber donde, y antes de que me interrumpas, sí, todo eso ha sido tu culpa. Tu culpa y de esas malditas notas que han estado a punto de costarme la vida.
Angelo se acerca a mi, pero le freno en seco.
- Como te acerques un poco más, te juro por lo que más quieras en este mundo de que me encargaré de que no vuelvas a ver la luz del sol.
Estoy segura de que el demonio no se esperaba eso de mi parte, pues abre los ojso de par en par, pero es apenas un segundo, después vuelve su mirada fría y se ríe.
- Mejor cállate y déjame explicártelo todo antes de que te arrepientas.
- Te escucho- le digo intentado que no se note que tengo miedo.
- Pensé que te vendría bien distraerte ya que mañana tenemos una cita con Nergal- al oír su nombre me estremezco- si te hubieras acercado un poco más al fuego, o si te hubieras parado y hubieras pensado detenidamente te hubieras dado cuenta de que solo era una ilusión, vale sí, he jugado con tu mente, pero en ningún momento he intentado matarte. Además aparte de una distracción, quería que supieras que esto es lo que hacemos los demonios, jugamos con las mentes de los humanos, y me parece que voy a tener que enseñarte a diferenciar las ilusiones de la realidad.
- Te esperas que me crea esa mierda ¿verdad? pues estas mal de la cabeza, a ti tener un millón y medio de años te ha afectado al coco chaval.
Angelo se acerca y se le nota enfadado. Creo que la fastidie del todo. En contra de todo lo que pienso que hará, simplemente junta sus labios con los míos y me da un dulce beso.
-Si me vuelves a dar uno de esos te creeré.
Se ríe pero no tarda nada en volver a besarme.
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Dos velas para el diablo 2 He vuelto |ACABADA|
أدب الهواةHe vuelto. No sé como pero he vuelto. Me llamo Cat y estoy aquí por una misión muy importante. La primera parte es de Laura Gallego García, pero me gustó tanto que decidí hacer la segunda.