Al final hemos decidido ocupar dos habitaciones, pues Angelo me ha dicho que no va a pasar la noche aquí y que cuando vuelva no quiere tener que darme explicaciones. Cosa que me ha resultado bastante extraña, pero he decidido no preguntar por ahora.
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No consigo dormirme, preguntando en lo que estará haciendo Angelo por ahí, sé que estoy celosa por nada, pero no puedo evitarlo.
Tres toques en la puerta de mi habitación me hacen levantarme pesarosamente de la cama. Sin embargo cuando estoy a punto de abrir la puerta recuerdo al demonio que se hacía pasar por un ángel.
-¿Quién es?- pregunto, intentando que se me oiga despreocupada, pero la voz me tiembla un poco.
Oigo una risa conocida, y después su voz:
- Cat, soy yo tranquila, abre la puerta anda.
Me lo pienso durante um segundo, después miro la hora en mi móvil. Son casi las dos de la madrugada, no sé que hace aquí, pero yo aún así abro la puerta.
- Pensé que no ibas a estar aquí esta noche y que no me querías dar explicaciones de nada- le digo aún sin apartarme para que entre, y todavía no sé a que ha venido.
No contesta a la primera y eso me da tiempo a mirarle detenidamente, camisa de seda gris, al igual que sus ojos, pantalón vaquero negro, como el pelo que lleva desordenado que tan bien le queda. Labios hermosos que me encantaría besar ahora mismo, pero que no voy a hacer.
- Dejame pasar anda Cat. Ahora te lo explico todo ¿vale?- me aparto de la puerta y dejo que entre en mi habitación, cierro y cuando me doy la vuelta veo a Angelo que esta de espaldas y mis ojos van directamente a su trasero.
El demonio se da la vuelta y me pilla mirándole, sonríe cual creído y se tumba en mi cama, bocabajo. Antes de poner la cara en la almhoada veo una sonrísa, y es entonces cuando me doy cuenta de que se ha puesto así adrede.
Me acerco sin hacer ruido y cuando estoy donde quería y bajo la mano para darle un cachete en el trasero a Angelo, este se da la vuelta antes de que mi mano baje. No me da tiempo a parar cuando mi mano esta tocando la intimidad de Angelo.
Abro mucho los ojos y él solo sonríe, es entonces cuando me doy cuenta de que mi mano sigue tocando su paquete.
Aparto rápidamente la mano pero el demonio me agarra de la muñeca, me besa cada una de las puntas de los dedos. Yo intento no reírme porque realmente me ha hecho cosquillas y ahora me pica la mano.
- Angelo...- le digo en apenas un susurro.
- Cat...- me responde él en el mismo tono.
Intento soltar mi mano, pero no me deja, tira de mi hasta tumbarme encima de él.
Mis ojos se encuentran con los suyos.
- Pensé que tenías cosas que hacer- le digo, pero enseguida sus labios están sobre los míos.
- Prefiero estar aquí contigo- me dice interrumpiendo un beso.
En ese momento siento como se me comprime el corazón, como mi cerebro desaparece, como mis labios buscan los suyos.
Hay libros que dicen que todos tenemos un ángel de la guarda, bueno pues yo tengo a Angelo.
Mi demonio.
Sus manos viajan dentro de mi camisteta, en ese momento me echo hacia atrás.
Sus ojos dicen que lo comprende. Que sabe que aún no estoy preparada. Aunque su rostro es frío y carece de cualquier tipo de sentimiento.
No sonríe, pero sus palabras, a pesar de ser escuetas, me calan el alma.
- Lo siento, Cat.
Entiendo que esas palabras no solo se refieren a lo que me acaba de hacer, mientras mis ojos se cierran por sus palabras, entiendo que su lo siento tiene más de un significado. Pero ya es tarde. Ya me he dormido.
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Dos velas para el diablo 2 He vuelto |ACABADA|
FanfictionHe vuelto. No sé como pero he vuelto. Me llamo Cat y estoy aquí por una misión muy importante. La primera parte es de Laura Gallego García, pero me gustó tanto que decidí hacer la segunda.