No te entiendo

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- ¿Crees que no lo sabía? Venga Dana, cuéntame qué has hecho.
- No he hecho nada. ¿Recuerdas que ayer tuve que ir a la Junta del alumnado?
- Sí, ¿se tragó la jueza el vídeo editado?
- Por supuesto.
- ¿Ha dicho que no te metas en más líos?
- ¿Eh?, dejaría de ser yo si hiciera eso. No, me ha hecho pagar 200$ dólares por lo de la fachada y tengo vigilancia el resto del curso, sólo por si acaso.
-¿¡Quién te vigila!?- dice exasperado; sonrío con malicia.
- Él.
- ¿Por qué él?
- Es el presidente y lo dijo la jueza.
- ¿Te traerá siempre?
- No lo sé. Tal vez.
- No te enamores, ¿entendido?
- ¡No!, ¿por qué iba a hacerlo?
- Bueno... Ya os conocéis lo suficiente, él es... él, y tú... tú eres especial.
- No lo haré, tranquilo.
- Estoy hablando totalmente en serio Dana.
- Y yo; lo juro por tu gusto hacia... - me callo de pronto; Nina acaba de aparecer sobre mi hombro, abrazándome por detrás y haciendo que sienta su respiración cerca del cuello.
- Buenos días princesa, ¿cómo has dormido?- me susurra al oido; sonrío girando sobre mis talones para mirarla, me atrapa entre su cuerpo y las taquillas, suelto una carcajada nerviosa.
- Bien; ¿y tú?- contesto pasando la lengua por las comisuras de mis labios; mira mi boca y sus pupilas se agrandan, sonríe hechizada.
- Yo... yo...- murmura cortada- Bien, supongo, he vuelto ha soñar contigo- confiesa intentando besarme; Mitch nos da la espalda y me río.
- Nina... ya sabes que...- suspiro tímida mientras la aparto de mí; la ilusión que iluminaba sus ojos se desvanece de pronto.
- Ya, entiendo- dice separándose de mi cuerpo con la mirada en el suelo y expresión triste. Suspiro. Mitch vuelve a mirarnos.
- ¿Le habéis visto?, cada vez está mejor- comenta refiriéndose al chico nuevo de clase.
- ¡Pero serás gilipollas!- suelta Nina cabreada; la miro asustada, no es así, ¿qué pasa?- Me tienes harta Mitch; díselo, invítale a merendar con nosotros- añade entre dientes y con los puños apretados; deslizo mi mano por su brazo hasta entrelazar nuestros dedos, Mitch sonríe- Vamos, aún puedo cambiar de opinión- insiste algo más calmada; él se marcha para hablar con el chico.
- ¡Te esperamos en clase!- grito mientras Nina tira de mí hacia nuestra aula- ¿Qué te pasa?- le pregunto segundos más tarde; me mira.
- Nada. ¿Y a ti?
- ¿Por qué lo preguntas?
- ¿Por qué te cuesta tanto besarme?
- ¿Por que quieres tú hacerlo?
- ¿Tal vez por que estoy enamorada de ti?
- ¿Tal vez por que eres mi mejor amiga?
- De verdad, eres imposible- se molesta.
- De verdad, no te entiendo- respondo soltando su mano y buscando un pupitre lejos de ella.
Mitch entra en clase seguido del chico y nos ve separadas, resopla y decide no acercarse a ninguna. Se sienta dos filas más a la izquierda de Nina, dos más a la derecha de mí, cuatro filas más adelante y junto al chico nuevo.

Miro a Nina fijamente... "Dios... me gusta tanto... Es imposible estar así con ella, ella... Es preciosa; su pelo, cortado como el de un chico, es completamente castaño chocolate, con el flequillo lleno de rizos, adornado con ese lazo blanco que suele ponerse; la tez pálida e impoluta; los ojos grandes, del color de la hierba más verde y con las pestañas más largas del mundo; las mejillas sonrosadas y salpicadas por diminutas pecas que ascienden hasta su respingona nariz; la boca grande, suave y de gruesos labios rojizos... Dios, ella es perfecta..." pienso hipnotizada.
- Señorita Blood, ¿está usted en clase o en los mundos de yupi?- pregunta el profesor de Francés, sacándome de mi cabeza; le miro rápidamente, algo cortada.
- Yo... lo siento, Pierre- contesto avergonzada, mirando hacia abajo.
- "Ghishijjjj"- suena por la megafonía; suspiro y espero unos segundos para corroborar que me buscan- "Por favor, Dana Blood debe presentarse en el despacho del director lo antes posible"- exige la voz del Director White; resoplo y siento la mirada de todos mis compañeros sobre mí, sólo miro a Pierre.
- ¿Qué has hecho ahora?- me pregunta preocupado; me encojo de hombros y suspira poniendo los ojos en blanco- Ve- accede dándome permiso para salir de allí; me levanto y camino en dirección a la puerta, echo un último vistazo a mis amigos: Nina me mira bastante arrepentida, Mitch... Mitch está embobado con el chico nuevo. Salgo de clase.

Cosas Que PasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora