Despertar

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Theo pov.

- ¿Sabes?, te amo- dice Mitch de pronto; me asombro y sonrío.
- Yo también te amo, pequeño- respondo jugando con su pelo entre los dedos...
- Pero yo te siento aquí- añade llevándose la mano al pecho; le miro y sonrío.
- Y yo a ti- contesto con una sonrisa.
- Pero yo soy incapaz de sacarte de mis pensamientos- insiste bajando tristemente la mirada; llevo mi mano a su nuca y le acerco a mí para besar sus labios de forma dulce y tierna.
- Mi amor; sólo tú sabes cómo hacer que un día gris sea radiante, sólo tú sabes cómo hacer que adore cada cosa que hago, sólo tú sabes llenar los vacíos de mi corazón... Sólo tú, mi pequeño; tú, mi amor; nadie más que tú...- le susurro al oído; entonces el apoya su cabeza en mi hombro y cierra sus ojos tranquilo.
- Realmente necesitaba escuchar eso, tengo miedo de perderte- confiesa mientras siento cómo su mano se entrelaza con la mía y sus dedos me aprietan intentando que no escape.
- Si me pierdes será por culpa de la muerte y, aún así, jamás te dejaría- musito besando su frente; él sonríe.
- Debemos escaparnos y empezar juntos una vida; mi padre no me dejaría salir con un chico ni aunque eso le hiciese mas rico- comenta de pronto; le miro a los ojos.
- ¿Y Natalie?, ¿y los abuelos y Tía MaryJo?- pregunto algo preocupado por ellos.
- Podemos llevarnos a Natalie y buscar a su hermano; a los abuelos y Tía MaryJo podemos explicarles todo, seguro que nos ayudan- dice con los ojos algo llorosos; llevo mi mano a su mejilla- Por favor, escapa conmigo- suplica intentando no romper a llorar.
- ¿Dónde quieres ir, mi amor?- cedo con el corazón fuera de sí; sonríe débilmente.
- Me da igual mientras estemos juntos y sea lejos de aquí...

Despierto.
Miro a mi alrededor, todo es bosque, todo es oscuro y todo desaparece tras de mí con bastante rapidez, no sé qué pasa...
- ¿Por qué corremos...?- pregunto desconcertado cuando me doy cuenta de que Patata me lleva a la espalda y corre bosque a través junto a Natalie; ella me mira y sonríe levemente, la miro prestando atención. Ya no va despeinada ni tiene el pelo revuelto y lleno de ramas, su larga melena rubia hasta las caderas luce impecablemente lisa y brillante recogida con una diadema blanca con una gran flor a un lado del mismo color; tampoco lleva ese sucio camisón manchado de sangre, si no unos vaqueros ajustados y una bonita blusa blanca con cuello de barco; y, en vez de caminar descalza, sus pies están protegidos por unas preciosas botas de piel marrón... Me fijo en su rostro; su piel sonrosada tiene un color sano que se refleja en sus mejillas ahora rojizas y alegres; sus ojos color gris avioletado brillan como nunca, sin rastro de ojeras o sombras más oscuras de lo que deberían; se ha deshecho de los dolorosos braquets que escondían su blanca y perfecta dentadura; y por fin tiene el aspecto fresco que cualquier niña de su edad posee... Le sonrío.
- Mitch- la escucho susurrar; él la mira y, tan solo con ver su amplia sonrisa, se detiene para sentarse en el suelo conmigo en su regazo.
- Mi amor...- musita con los ojos llorosos de alegría; sonrío, cierro los ojos y respiro hondo al oír su voz de nuevo llamándome de esa forma tan bonita- Te echaba tanto de menos- añade abrazándome con fuerza; correspondo a su abrazo y, cuando volvemos a mirarnos a los ojos, le beso- Yo...- intenta decir con la voz rota; sonrío tranquilizador y acaricio su mejilla- Te quiero- reconoce en voz baja, dejando que su frente apoye en la mía mientras nos miramos a los ojos; sonrío feliz.
- ¿Cuánto llevo...?- susurro casi sin voz.
- Tres días- contesta Natalie rápidamente; miro hacia abajo.
- ¿Hacia dónde vamos?- cuestiono.
- Natalie sabe dónde queda el granero, por suerte ya estamos muy cerca y vendrá con nosotros- responde Patata mirándome con cariño; tomo aire y respiro lentamente.
- ¿Qué ha pasado?, lo último que recuerdo es que ese hombre me estaba dando una paliza- comento perdido; Natalie y él se miran a los ojos.
- Eso pasó hace cuatro días, llevas inconsciente desde entonces. Natalie... Ella le mató para salvarnos, Thunder. Luego curó mis heridas y las tuyas, nos dejó descansar y nos cuidó hasta que yo me repuse; entonces te cogí en brazos, salimos de aquel sitio donde nos tenía secuestrados y caminamos durante el resto del día hasta llegar a un hostal donde pasamos la noche; por la mañana salimos de allí y también caminamos el resto del día, por la noche nos quedamos dormidos junto a una gasolinera; y, esta mañana, empezamos a cruzar el bosque- me informa Patata; miro a Natalie y le sonrío agradecido, me devuelve la sonrisa.
- ¿Qué hora es?- añado como última pregunta.
- Cerca de las tres de la tarde- apunta ella; suspiro tratando de ponerme de pies.
- En marcha- susurro comenzando a caminar lo más rápido que puedo; siento la mano de Patata entrelazada a la mía y eso me da más fuerzas para avanzar pese al dolor. Natalie camina de la otra mano de él...

Cosas Que PasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora