El chico nuevo

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Me siento en el banco que, mis amigos y yo, solemos ocupar en los recreos; miro la hora en mi colgante de reloj- mariposa, la sirena sonará en un par de minutos... " Tengo que hablar con ella, no podemos seguir cabreándonos así por un beso en los labios... Espera... ella... ella... ¿confesó estar enamorada de mí antes de que nos enfadásemos? ¡Oh Dios!..." pienso mirando un punto fijo, tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera escucho la sirena.
Levanto la mirada del suelo y miro hacia el frente, Jasper se acerca hacia mí con su espléndida sonrisa...
- Hola- saluda sentándose junto a mí; le miro con los ojos entre cerrados.
- ¿Qué quieres?- pregunto desconfiada; suelta una corta carcajada.
- No siempre debo querer algo- responde.
- Te gusta tener que vigilarme, es como un juego para ti- comento bajando la vista a mis pies.
- Hace seis años dejamos de conocernos, ¿recuerdas?- susurra nostálgico- ; siempre quise volver y ser tu mejor amigo- admite; suspiro.
- Conocerme de nuevo implica estar juntos el mayor tiempo posible, ya no cuento las cosas a cualquiera- contesto dibujando en el suelo un trébol con el pie.
- Sólo quiero volver contigo- acepta tranquilamente.
- ¿Qué hay de tu reputación y tu vida de ahora?- pregunto interesada en lo que pueda responder.
- No es divertido ser el chico perfecto- confiesa; le miro.
- Bienvenido a un lugar llamado Desorden- digo riendo; sonríe alegre y sus ojos brillan- Aquí no tenemos normas, salvo la de ser fiel a ti mismo y no mentir- murmuro en su oído mientras veo como Nina, Mitch y el chico nuevo se acercan a nosotros.
- Chicos, él es Theo- lo presenta Mitch con una sonrisa; le saludamos con un gesto de la mano.
- ¿Te unirás a nosotros como Jasper?- pregunto cuando los tres se han sentado; él me mira algo cortado y agito su pelo rojizo con cariño- Me caes bien- añado contenta; sonríe tímido.
- ¿De dónde vienes, Té?- se interesa Jasper; él le mira.
- Eres el típico chico que triunfa en todo- responde tranquilo; Jass sonríe.
- ¿Cómo lo sabes?- pregunta entre risas.
- Me has llamado Té- contesta él; les miro y suelto una carcajada- Tú eres la chica rebelde e inconformista- añade clavando sus ojos azul hielo en los míos; me asombro.
- Tú eres el chico callado y misterioso- digo a modo de defensa; Nina me mira y él la mira a ella.
- Tú eres la chica más sencilla y alegre- insiste adivinado la personalidad de cada uno; todos miramos a Mitch- Tú eres el secreto as de la tecnología- acierta segundos más tarde; veo a Mitch posar la vista en los labios de Té.
- Vale, después de este reconocimiento interno...; ¿te unes a nosotros o no?- comento para llamar la atención de Té y que Mitch no cometa un error.
- Mejor con quien no deba fingir- acepta sonriendo.
- Genial- se alegra Nina sin dejar de mirarme; bajo la mirada.

Me fijo en Té, es... diferente a los otros chicos; su aspecto cuidado e informal te hace notar que es más inteligente de lo normal, su personalidad curiosa y su profunda mirada de hielo te ayudan a saber que descubrirá todo lo que se proponga... Es atractivo; tiene el flequillo a la altura de los ojos, algo rizado y rojizo, lo lleva despeinado pero no descuidado; la piel sonrojada, textura suave, salpicada de pecas y lunares; unos grandes ojos azules que observan detrás de unas gafas de pasta negra; mejillas mullidas y nariz pequeña; boca grande de labios gruesos color sangre y sonrisa traviesa con oyuelos...
- Dan, tenemos que hablar- me susurra Nina al oído, sacándome de mis pensamientos; la miro a los ojos y coge mi mano para entrelazar nuestros dedos. Suspira.
- Claro- accedo bajando del respaldo del banco y siguéndola por el patio. Lo atravesamos y llegamos a un callejón escondido tras árboles de castaño; tira de mí hacia el final del pasadizo y me suelta de la mano para mirarme fijamente a los ojos.
- Lo siento, - comienza a disculparse- sé que a veces soy un poco impulsiva pero...- siento la adrenalina recorrer mi organismo y, antes de que pueda decir una palabra más, los latidos de mi corazón me impulsan a besar su boca dulcemente... Siento que me acaricia el rostro con la mano derecha, yo subo la mía hasta su codo izquierdo y la deslizó hacia abajo hasta que nuestras manos se rozan y entrelazan; nos separamos muy lentamente y descubro sus grandes ojos verdes brillantes y alegres, sonreimos y nos miro los pies avergonzada; juega con mi pelo entre sus dedos sin dejar de sonreír y apoya su frente en la mía- Te quiero- musita mordiéndose los labios; levanto la vista hacia ella.
- Yo también- confieso; nos reímos nerviosas, como mejores amigas y hermanas; meto las manos en el bolsillo de la sudadera, se agarra a mí e iniciamos el camino de regreso con los chicos.

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