Secretos a media tarde

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Nina Pov.

- Hummm... No mamá, Dan no vendrá a merendar esta tarde- contesto tranquila; ella insiste en preguntar acerca de mi mejor amiga por el otro lado de la línea telefónica; resoplo cansada- Mamá, no le ha pasado nada, sólo no puede venir, nada más- me repito; todo lo que le estoy contando a mi madre es mentira, Dan no viene porque tiene asuntos pendientes con la justicia, lo que quiere decir, que me toca encargarme durante toda una tarde del idiota de mi hermano pequeño; suspiro- Claro, adiós mamá, un beso...- cuelgo y miró en dirección a las escaleras; le he oído subir con pasos silenciosos- ¡Ty, Ty tengo galletas de Coco!, ¿quieres probar una?- pregunto; sé con certeza que caerá en mi trampa.
- ¿Coco, el Monstruo de las Galletas?- se interesa; sonrío.
- Sí, exactamente esas galletas. ¿Quieres bajar y las compartimos?- veo como se asoma a la escalera.
- Vale, pero... deja que me tome un batido de chocolate también- condiciona astuto.
- Está bien; venga, baja, creo que ahora empieza tu serie favorita en la tele- accedo con tal de tenerlo en mi campo de vista, para tener sólo cinco años... como la lía.

- ¿¡Mitch!?- grito persiguiendo a mi hermano por la calle; su puerta se abre velozmente y aparece él, con el torso desnudo y unos vaqueros, corre hacia Ty y, prácticamente, le hace un placaje (Nah, solo lo coge en brazos); sonrío aliviada, ésta es de las mejores cosas que te pueden pasar: que tu vecino de al lado sea uno de tus mejores amigos y que, con sólo gritar su nombre, salga para ayudarte con cualquier cosa. Me muerdo el labio inferior al ver su pecho descubierto, él sólo sonríe tranquilo y me devuelve a Tyler.
- ¿Qué tal Nina?- pregunta alegre.
- Bien, supongo. Gracias por atraparlo, ya temía que se hiciera daño o algo- contesto perdida en sus ojos grises; "Pero ¿¡qué te pasa Nina!?, no, estás enamorada de Dan y eres lesbiana, ¿¡qué MIÉRDOLES haces con tu vida!?" me digo a mí misma; él vuelve a sonreír- Hemmm... ¿Quieres pasar la tarde con nosotros?, puede que este monstruito la monte de nuevo.
- Claro, deja que me ponga una camiseta y voy- acepta agradable; sonrío, asiento y pongo rumbo hacia mi casa, a ocho metros de la suya.

Mitch llama a la puerta; estoy tumbada en el sofá:
- Tyler, corre a abrir la puerta- le ordeno escuchando sus protestas; el sonido del microondas avisa de que las palomitas ya están listas, para eso sí que me levanto- Vamos, ve a abrir- insisto; por fin accede a regañadientes y, cuando lo ha hecho, vuelve rápidamente al sofá. Río al verle pasar raudo por delante de mí, casi tirando el bol de palomitas. Me fijo en Mitch por primera vez, como no lo había hecho antes; la verdad es que es muy atractivo, quiero decir... no está mal: es alto, de tez tostada, rubio con el flequillo hasta los ojos, enormes y preciosos ojos grises, mejillas sonrosadas, nariz respingona y... esa sonrisa que me acaba de regalar... ¡Dios!... qué boca... Miro hacia otro lado y se acerca a mí.
- ¿Por qué me miras tanto?- susurra en mi oído; su aliento contra mi piel hace que me estremezca por unos segundos...
- No me había fijado mucho en lo bonita que es tu sonrisa- respondo inconsciente de mis palabras; mentalmente me doy un "FACEPALM" extremo, "¡Jesús, ¿pero cómo se te ocurre idiota?, es tu mejor amigo!" pienso a la vez; él sólo se ríe.
- Sí, eso no hacía falta que me lo aclarases- bromea egocéntrico; sonrió como una tonta, se acerca algo más- Nina... yo... tengo que confesarte algo, es un secreto- murmura cerca de mi boca, mirando fijamente mis ojos; asiento con nerviosismo, espero que no me bese- ¿Juras no contarlo?- insiste; vuelvo a decir que si con un gesto de la cabeza- Está bien, ven- musita haciendo un amago para que me acerque más; lleva sus labios a mi oído y tapa su boca con una mano, Tyler aún está viendo la tele tumbado en la alfombra del suelo frente a nosotros- Nina... me... a mí... me gustan... me gustan los chicos- confiesa de pronto; pego un respingo en el sitio, "¿¡Qué, que qué!?" pienso mirándole seriamente a los ojos, él comienza a ruborizarse visiblemente y, en un santiamén, su rostro se a convertido en un tomate.
- ¿Es en serio?- le pregunto estupefacta; mira hacia abajo y asiente tímido, sonrió y acaricio su mejilla con dulzura, me mira- ¿Cómo te has dado cuenta?- me intereso; veo cómo su vergüenza comienza a desaparecer poco a poco y sonríe.
- El chico nuevo, Theo; creo que... me gusta, mucho- suspira con los ojos brillantes; sonrío alegre.
- Eso es genial, Mitch- comento contenta; vuelve a mirarse los pies tímidamente.
- Lo sería aún más si pudiese unirse al grupo, ¿no crees?- dice travieso; me río.
- Ya... claro... ya veremos si le dejo o no- murmuro algo irónica.
- Por favor- pide poniendo cara de angelito.
- Ya veré- sonrío.

Por la noche:
- Supongo que, en realidad, tampoco es tanto; ¿no, princesa?- comento tras escuchar el resumen que Dan me ha dado por teléfono; oigo que sonríe por el otro lado y sonrío a su vez, el corazón me palpita a mil por hora en el pecho y es todo por su culpa, sólo que ella no lo sabe.
- Bah, al fin y al cabo, la pagará él- susurra refiriéndose a su padrastro/ director de nuestro Instituto; me río.
- ¿Estás mejor de lo tuyo?, puedes quedarte aquí a dormir si lo prefieres- le ofrezco algo preocupada.
- No, gracias, estoy bien- responde; suspiro.
- Vale. ¿Entonces dices que Jasper Wild irá contigo a todas partes?- pregunto poniendo el manos libres y metiéndome en la cama.
- Sí- musita algo molesta.
- Dijiste que te gustaba un poco, ¿no?- insisto sintiendo una punzada en el corazón al pronunciar esas palabras.
- Sólo un poco, tú lo has dicho- ríe; sonrío.
- ¿Y si se une a nuestro grupo?, Mitch me lleva insistiendo tooooda la tarde para que deje al chico nuevo venir- digo con un tenue dolor de cabeza; ella sonríe.
- Ya veré, mañana me lleva al Instituto.
- Genial, nos vemos allí preciosa.
- Está bien, chao.
- Buenas noches.

Cosas Que PasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora