El ajetreo que había en la sala no era lógico. Los encargados de las flores se concentraban en que los centros de mesa quedasen a la perfección. El director del comité daba órdenes a diestro y siniestro mientras bebía agua como un cosaco ya que su garganta se secaba automáticamente después de gritar histérico por que el escultor de hielo no había llegado aún o por que había perdido de vista a alguien importante.
Mitch se miró al espejo de su camerino; vestía un sencillo traje de corbata color azul marino que combinaba perfectamente con sus ojos grises y su rubio pelo. Ya tenía veintitrés años y, a pesar de eso, su rostro aún permanecía jovial y aniñado ligeramente haciéndole parecer un apuesto chico de diecinueve.
Estaba nervioso porque era incapaz de asimilar que dentro de media hora ya no sería Mitchell Woodgate, cosa que le emocionaba hasta el punto de echarse a llorar de alegría. Tras cinco años de relación con Theo en los que habían existido pros y contras que habían superado gracias a lo mucho que se querían, él le había pedido que se casaran y Mitch había aceptado con lágrimas en los ojos debido a la emoción del momento. Miró su mano izquierda, en concreto el dedo corazón; en él se encontraba aún el anillo de pedida, era simple: liso y de resplandeciente plata. Recordó el día en que su novio y mejor amigo había deslizado ese mismo anillo por su dedo central por primera vez...
Aquella mañana de verano se encontraban en el pueblo natal de Mitch. Cuando les habían dado las vacaciones en el trabajo, sin dudarlo lo más mínimo viajaron desde Los Ángeles a Maine para visitar a su madre y Natalie y, junto con la hermana pequeña de Mitch, viajaron en coche hasta el pueblecillo del que se habían largado hacía unos tres años. Estaban aún en el hotel descansando cuando Natalie entró llorando a su habitación y los pilló a punto de hacer el amor. Mitch se rió ante ese trozo del recuerdo. Como Natalie lloraba no se enteró de nada en absoluto y, ellos, tuvieron tiempo de fingir que se acababan de desertar. Su amor de verano había roto con ella y estaba desesperada. Consiguieron calmarla y luego fueron en busca de sus amigos. Llevaban mucho sin verles. Encontraron a Nina y Dana independizadas y viviendo juntas en un pequeño apartamento que pagaban a medias con el sueldo de sus trabajos. Nina era profesora de infantil en el colegio al que ellos mismos habían asistido y, Dana, trabajaba de forense en la unidad criminóloga de la policía. Aún eran novias cuando ellos llegaron. De Jasper a penas sabían nada; el chico se había marchado a Noruega a estudiar y, el contacto que mantenían, era escaso porque Jasper se pasaba el día encerrado en su oficina; pertenecía a un bufete de abogados privados.
Decidieron ir a comer a un restaurante y... hubo un momento en que Theo se subió a la silla para llamar la atención de todos.
- Sé que estamos en un restaurante caro y hay que guardar las formas,- dijo con una sonrisa tímida- pero tengo algo que decir y necesito que todos estén pendientes para que guarden silencio- explicó después; Mitch había reído ante eso último pensando que Theo estaba loco- Verán,- comenzó dirigiéndose a todo el restaurante- este chico que está sentado frente a mí, es mi novio desde hace tres años, dos meses y veinticinco días;- continuó con los ojos brillantes de ilusión- además de eso, es mi mejor amigo y la persona más maravillosa del mundo- añadió alegremente- Como han podido notar seguramente, estoy muy enamorado de él- comentó con una sonrisa; a Mitch empezaron a saltársele las lágrimas de la emoción- Mi intención era hacerle esperar a su cumpleaños para esto, pero esta noche le he mirado mientras dormía y no he podido soportar las ganas de decírselo ya- aclaró entre risas sacando algo del bolsillo de su pantalón y enseñándoselo a la gente- Sé que es una patata, pero él sabe lo que eso significa- anunció bajando de la silla y arrodillándose delante de él; Mitch apenas podía creer todo aquello, se levantó de su silla mirando los ojos azules de Theo con los suyos empapados en lágrimas emotivas y suspiró- Patata, ¿quieres casarte conmigo?- preguntó Theo entonces, abriendo la patata por la mitad y descubriendo el anillo plateado que había en su interior; Mitch sólo pudo echarse a llorar y asentir con un gesto de la cabeza. Theo se puso de pies, tomó su mano izquierda y deslizó el anillo por su dedo con delicadeza mientras todo el restaurante se ponía de pies y aplaudía para cerebrarlo. Ellos no escuchaban nada; allí sólo estaban ellos, con las manos entrelazadas y fundidos en un beso que desprendía amor a raudales...- En cinco minutos entramos- le informa Nina con una cálida sonrisa; Mitch mira hacia su espalda y encuentra a su mejor amiga con un vestido azul claro de palabra de honor, corto por encima de las rodillas, adornado con una preciosa cinta de encaje blanco. Suspira para deshacerse de los nervios y asiente de acuerdo- Mitch, te quiero- le susurra ella al oído antes de besar su mejilla con cariño; él simplemente sonríe contento y mira de nuevo hacia la puerta de su camerino, su madre y su hermana han entrado.
- Hola- se atreve a saludar con una sonrisa nerviosa en los labios; ellas sonríen y se acercan a él. Su hermana le acaricia la mejilla con ternura y se abrazan.
- Vas a estar bien- murmura con cariño- Con Theo siempre vas a estar bien- repite sonriente; él asiente.
- Tenemos que ir saliendo- dice su madre, arreglándole la corbata con calma; él asiente obediente mientras ve a Natalie coger del brazo a Nina y marcharse riendo. Mitch mira de nuevo a su madre y ambos se sonríen. Él la toma del brazo y juntos salen del camerino en dirección a la carpa dónde se celebrará la ceremonia. Según se acerca a ella, escucha los murmullos de la gente hablando y la musica de fondo que hace el ambiente más acogedor, siente sus nervios y siente los de Theo... Entran a la blanca y amplia carpa y sus ojos únicamente ven a Theo; su traje negro le sienta especialmente bien y hace que su rizado y pelirrojo pelo contraste a la perfección con todo él. Cuando el chico clava su mirada azul en sus ojos, Mitch siente que la vergüenza escala hasta su rostro sin poder evitarla y ambos sonríen al saber lo que pasa por la cabeza del otro. Llega frente a él lentamente y suelta a su madre para coger las manos que Theo le ofrece con una sonrisa dulce... El sacerdote comienza con la ceremonia y él es incapaz de escuchar nada en absoluto.
- Sí, quiero- afirma Theo mirándole con esa sonrisa traviesa que tanto le gusta; Mitch mira al sacerdote mientras suelta esa retaila de cosas que siempre le ha parecido tan ñoña y por fin comprende el sentido de todas sus palabras. De pronto todos le miran curiosos y él no entiende nada.
- ¿Quieres?- repite el sacerdote con interés; Mitch suelta una carcajada.
- Lo siento, me había quedado en blanco- reconoce aún entre risas y en voz alta para que nadie se preocupe; los invitados se ríen y él mira los ojos de Theo con una sonrisa- Sí, quiero- confirma poco después; el sacerdote sonríe y junta sus manos en un gesto de satisfacción.
- Por el poder que me ha sido concedido: puedes besar al novio- anuncia contento. Mitch siente una masacre de burbujas y mariposas ascender por su organismo... Siente las manos de Theo entorno a su cintura y él sube las suyas para rodear el cuello del chico que a partir de ahora llamará marido; él le apresa con fuerza contra su cuerpo y se besan con cariño.
- Te amo- musita el pelirrojo a su oído cuando sus labios se separan; él sonríe.
- Por fin eres mío y de nadie más- susurra contento; Theo se ríe y acaricia su mejilla.
- Siempre he sido tuyo, Mitch Thunder- confiesa antes de volver a besarle... Siente que alguien los abraza y mira a su alrededor; sonríe. Dana, Nina, Natalie, su madre, la Tía MaryJo y Tyler les rodean fundidos en un cariñoso abrazo. Levanta la mirada hacia Theo y sonríe.
- Esta es nuestra nueva familia- comenta entre risas.
- Y, la que vamos a crear después, también lo será- añade Theo con alegría; él asiente de acuerdo y juntos se suman al abrazo...-*-*-*-*-*-*-
Este es el último capitulo que subiré de la historia. Lo he escrito porque había gente que me pedía que siguiese con una segunda parte de la historia o que contase algo parecido basado en los hijos de los protagonistas de ésta, pero no quise porque he dado por concluida la historia y todo tipo de secuelas. Si queréis saber que pasa después, simplemente podéis preguntarme por privado o dejar aquí en los comentarios vuestras preguntas. Trataré de responder lo antes posible siempre. Espero que hayáis disfrutado de la boda de Mitch y Theo tanto como yo.
Besos😘😘
❤ u, TheHellGirl👿
ESTÁS LEYENDO
Cosas Que Pasan
Novela JuvenilUn grupo de cinco amigos, escapan de su pequeño pueblo y se refugian en el bosque de las afueras en un granero. Unos días más tarde de su llegada; dos de ellos vuelven al pueblo con la intención de conseguir suficientes provisiones para unos días má...