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Robert: Chris acompáñame a por algo de beber.
Chris: Vale. (Levantándose)
Nate: A mí tráeme otro zumo.
Robert: ¿Zumo?
Nate: Cariño estoy con los calmantes.
Robert: Ahh es verdad, bueno ahora volvemos. (Yéndose)
Mansión de Robert, cocina
Chris: ¿Qué tal con lo que fuiste a hacer?
Robert: Tremendamente bien.
Chris: Lo dices como si hubieses ido a hacer algo placentero.
Robert: Pues la verdad es que fui a verme con una amiga.
Chris: ¡¿Cómo?! (Indignado)
Robert: Ya sabes, fui a pasar un buen rato.
Chris: ¿Robert, cómo puedes tener a Nate hecho mierda, mientras te acuestas con otra? No te parece inmoral y de cabrón.
Robert: Con Nate no podré hacer nada hasta dentro un tiempo y yo soy un hombre muy activo sabes, tendré que desfogarme.
Chris: Lo que me dijiste ayer. ¿Mentiste?
Robert: No, pero necesitaba hacerlo y lo he hecho.
Chris: Eres tonto.
Robert: ¿Por qué te molesta tanto que haga esto? Porque sé que te gustan las mujeres, que sino...
Chris: Tienes a alguien que te da su amor desinteresadamente y le fallas de esta manera. Si él se llegase a enterar de lo que acabas de hacer, después de lo que pasó ayer. Lo destrozarías. ¿Acaso no te importa nada Nate? Mira, yo no soy capaz de actuar como si no supiera nada. Mejor me voy.
El rubio salió de la mansión rápidamente dejando a Robert con cara de asombro mientras sostenía las copas que usuaria para poner las bebidas.
Robert: Como se pone el tío.
Nate desde el balcón veía como Chris se iba como alma que lleva el diablo, iba a llamarlo pero se veía enfadado así que no quiso ser inoportuno preguntándole. Robert llegó un minuto después con dos copas, una en cada mano.
Mansión de Robert, balcón
Robert: Aquí están las bebidas.
Nate: ¡Qué bien se ven!
Robert: Porque las he hecho yo.
Nate: Bueno servir un zumo, no es preparar la bebida.
Robert: Le he puesto amor, algo es algo.
Nate: ¿Oye, por qué Chris se ha ido?
Robert: Tenía asuntos pendientes.
Nate: Parecía estar muy enfadado.
Robert: ¿Qué importa eso?
Nate: Pues no sé, me preocupa que hace diez minutos estuviera aquí contento y ahora lo viera así de enfadado.
Robert: Te preocupas por él como si fuera tu novio. (Con algo de mosqueo)
Nate: ¿Qué dices Rob?
Robert: Es que no te tiene que importar que él esté enfadado.
Nate: Robert, él me cae bien y me preocupa ese cambio de humor, solo es eso. No tienes por qué reaccionar de esa manera. (Girándose para mirar el jardín)
Robert: Nate lo siento, no quería ponerme así.
Nate: No te preocupes, solo quiero dejarte claro que no haría nada que pueda hacerte daño. Eso es de impresentables.
Robert: Sé que no serias capaz de eso.
Nate: Y yo que tu tampoco lo harías. (Dándole un beso en la mejilla)
Robert después de ese tierno beso, buscó los labios de Nate. Esos labios que en ese momento deseaba devorar a toda costa y eso hizo. El beso empezó lento pero a medida que pasaban los segundos pasó a ser uno más fogoso. Tuvieron que separarse para poder tomar aire. Se miraron a los ojos por un rato, sin decirse nada, sabían lo que se estaban diciendo. No llevaban mucho tiempo pero habían llegado a ese punto en el que, solo con una mirada sabían lo que pensaban.
Nate: Quiero hacerlo.
Robert: Pero estás con dolores.
Nate: Me da igual eso, solo quiero ser tuyo.
Robert: ¿Seguro?
Nate: Si, aunque si te da cosa ver mi cara así. Me pongo una bolsa de papel en la cabeza.
Robert: Ja, ja, ja. Tu sigues siendo hermoso aún teniendo la cara así, bebé. (Besándole la punta de la nariz)
Nate se agarró a Robert como si fuera un koala, con algo de precaución por los dolores. Este lo llevó hasta la cama donde lo depositó con cuidado para no lastimarlo. Ya en la cama Nate revirtió las posiciones y se puso encima del actor para quitarle la camisa de botones que llevaba yendo botón por botón para dejar la parte superior de su cuerpo descubierta, aunque no estuviera tan bien trabajado como la de Chris la verdad es que estaba muy bien y a Nate le encantaba. Empezó a depositar besos por todo el pecho de Robert y de vez en cuando unos cuantos en su labios cosa que provocó en el mayor placer, mucho placer. Nate seguía a lo suyo y cuando pensó que ya le había generado suficiente placer a Robert empezó a bajar a la entrepierna de este para generar todavía más placer. Desabrochó la bragueta del pantalón y empezó a lamer el bulto que tenía Robert a través de esa ropa interior que retenía su virilidad. Cuando sintió con su lengua que la erección ya estaba bastante necesitada bajó la ropa interior y poco a poco se metió el miembro en su boca, haciendo así más placentera la acción. Después dio embestidas con su boca, cada vez más rápidas pero se detuvo antes de que pudiera acabar en su cavidad bucal. Downey se puso un preservativo y Nate poniéndose encima de él fue penetrado lentamente hasta que ya dentro inició un vaivén que iba desde lo más lento hasta lo más rápido provocando así más placer para ambos que no tardaron mucho en venirse uno dentro del interior del joven y el otro en el pecho del mayor. Nate salió lentamente de Robert y se acostó a su lado para abrazarlo.
Mansión de Robert, habitación de Robert
Robert: Pareciera que no tuvieras rota una costilla.
Nate: Casi ni lo noté, será que puse toda mi atención en disfrutarlo. (Posicionándose encima del mayor)
Robert: ... [Soy un mierda. Él no se merece lo que he hecho, no él no.]
Nate: ¿Estás ahi cariño?
Robert: Si, perdona estaba distraído.
Nate: ¿En que pensabas?
Robert: En lo hermoso que eres. Te adoro Nate, no lo olvides.
Nate: Te amo.
Robert: Yo también te quiero y recuerda que siempre estaré ahí cuando me necesites.

Mi ProtegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora