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Las semanas pasaron. Nate ya se encontraba recuperado así que tocaba volver a hacer su vida diaria. Ir a clases, verse con sus compañeros y por supuesto, verse con Luke quien era el único amigo real que tenía en su clase. Siempre había sido un chico sociable pero con sus compañeros de clase no había llegado a entenderse nunca. Ya que la manera de ser de muchos de ellos, chocaba con el tipo de personalidad que Nate tenía.
Universidad, cafetería
Luke: ¿Estás mejor? A parte del daño físico, quiero decir.
Nate: Si, la verdad es que no me hizo algo de lo que me tenga que preocupar demasiado. Lo único que me preocupaba era el ojo súper hinchado que tenía pero como ves, a vuelto a la normalidad. Y anímicamente, he podido manejar bien la situación. Gracias a la ayuda de Robert y un amigo cercano que han estado ahí conmigo en todo momento.
Luke: Si le contarás a tu novio lo nuestro, yo también hubiese estado ahí para ti. Estaba realmente preocupado por ti, pequeñín. (Acariciándole la mano)
Nate: Lo sé Luke, pero necesito tiempo para contarle sobre nuestra amistad. No digas lo nuestro, que suena mal tío ja, ja, ja.
Luke: ¿Es celoso?
Nate: No del todo, pero no le gusta que tenga a hombre interesados en mi, cerca.
Luke: Ósea que si.
Nate: No porque solo me cela cuando ve que hay razón muy evidente. No por todo, sabes.
Luke: Bueno lo que tú digas. Déjame decirte algo, si yo hubiera estado en ese momento, le hubiese dicho un par de cosas a tu padre. Si es que no me sorprende que haya hecho eso, por eso nunca nos llevamos bien.
Nate: La verdad es que nunca te tragó. Siempre me decía que me alejara de ti porque te veía algo invertido y podías pervertirme.
Luke: Lo que no sabía es que ambos nos pervertíamos mutuamente.
Luke y Nate: Ja, ja, ja.
Nate: Es verdad pero te digo, si no se lo permití a Robert que fuera a decirle un par de cosas. Tampoco te lo hubiera permitido a ti.
Luke: ¿Por qué hiciste eso?
Nate: Porque no quería que Robert se metiera en líos y tampoco quería que mi familia se enterara de quién es mi novio.
Luke: Bueno pero si yo fuera tu novio hubiera entrado a decirle un par cosas.
Nate: Que si macho man. Y bueno, cambiando de tema. ¿Qué tal estás?
Luke: Bien.
Nate: ¿Has vuelto a tener algo?
Luke: Tuve algo con un chico pero me acabe cansando de él. Ya que era muy loca y sabes que a mí no me gusta eso.
Nate: ¿Cómo no te diste cuenta desde el principio? ¿Era guapo? ¿Qué estudia? ¿Era alto o bajo?
Luke: Se contenía al principio, luego se soltó. Ni cuando me detuvieron, me hicieron tantas preguntas. ¿Celoso?
Nate: Sabes que no, y si lo estuviese sería porque te quitaría tiempo para estar conmigo.
Luke: Sabes que yo siempre te pondré en primer lugar. (Haciendo morritos)
Nate: ¡Luke, que bonito eso que me has dicho! (Abrazándole)
Luke: Bueno hasta que me enamore, entonces te diré chao pescado ja, ja, ja.
Nate: Eres un tonto. (Empujándole amistosamente) Ya me voy, que ahí está el chofer. (Levantándose)
Luke: Veo que has cambiado de clase social, ahora tienes chofer y todo.
Nate: No seas tonto. Es que la casa de Robert está muy lejos. ¿Quieres que te acerquemos?
Luke: Si a tu novio no le importa que lo hagas, por mi bien.
Nate: No le va importar.
Luke: Vale. (Levantándose de la mesa)

Los dos amigos se subieron al coche y durante el trayecto hablaban de sus cosas. Nate se dio cuenta de que el chofer les miraba de vez en cuando por el retrovisor. No le dio mucha importancia ya que sabía que le debía lealtad a Robert y si algún día alguno de sus empleados le pillaban haciendo algo indebido, estos no duraría ni un segundo en contárselo al actor. Pero estaba tranquilo ya que sabía que nunca le fallaría su novio por lo que trato a Luke como siempre lo hacía sin autocensura ese.

Cuando Nate llegó a la mansión, se puso cómodo y fue en busca de Robert que como se encontraba de vacaciones seguro que estaba en casa a esas hora. Sabía perfectamente donde encontrar al actor, este adoraba estar en la zona del jardín. Le encantaba tomar el sol, mientras escuchaba sus canciones favoritas a todo volumen. Nate aprovechó esto para acercarse en silencio a la tumbona y sorprender a Robert con un dulce beso en la mejilla.
Mansión de Robert, jardín
Nate: Mi amor, tenía muchas ganas de verte.
Robert: Hola cariño, yo también. Me gustaba tenerte aquí en casa todo el día, le dabas un toque hogareño.
Nate: A mi también me gustaba pero nadie se va a sacar el título por mi.
Robert: Ven siéntate aquí. (Abriendo las piernas)
Nate: ¿Qué haces? (Sentándose entre las piernas de Robert)
Robert: Pues mira por dónde me acaba de llegar el nuevo guión de mi próxima película.
Nate: Ahh si. ¿Cuál es?
Robert: Pues la próxima película sobre los Vengadores.
Nate: ¡Qué ganas de ver esa película! ¿Cuándo empiezas el rodaje?
Robert: Según me han dicho, empiezo dentro de una semana.
Nate: Pues entonces tenemos que aprovechar bien el tiempo.
Robert: ¿Qué pretendes?
Nate: Yo nada, solo me quiero poner cómodo. (Quitándose la ropa)
Robert: Recuerdas que hay gente de servicio que nos podría ver.
Nate: Bueno si no quieres hacerlo no pasa nada, yo solo estoy tomando el sol en bóxers. (Tumbándose en la tumbona de al lado)
Robert: No puedes ponerte como si fueras un plato al que devorar y decir que solo vas a tomar el sol.
Nate: Hay gente de servicio, nos podrían ver. Poniéndose de espaldas)
Nate tenía como misión, provocar a Robert lo más que pudiera. Por lo que se bajó un poco los bóxers, dejando al sol sus curvos glúteos. Ese acto fue lo que necesitaba Robert para dejarse llevar por la lujuria. Se puso encima de Nate, empezó por repartir besos por toda la espalda de este. Bajó hasta los glúteos, para él eran perfectos. Ni muy grandes ni muy pequeños. Redondos y prietos, le volvía loco verlos apretados por la cinta del bóxers. Nunca antes había hecho algo parecido pero decidió por lubricar con su lengua la entrada de Nate. Estaba demasiado caliente como para ponerse pulcro. Introdujo su lengua en la entrada de esta, penetrándola lo más que podía mientras disfrutaba el roce que le daban esas dos nalgas en su cara. Ambos les estaba encantando esa nueva experiencia, Nate se sorprendió al sentir la lengua del mayor en su entrada. No opinó nada al respecto ya que quiso dejarse llevar y disfrutar de ese momento que Robert le estaba regalando. Cuando ya había disfrutado al máximo de lo que él actor le estaba haciendo, decidió pasar al siguiente nivel.
Nate: Mejor quítate esto. (Sacándole la camiseta que llevaba)
Robert: Hoy estás muy fogoso. ¿Algo en especial?
Nate: Tú tampoco te quedas atrás. (Besándolo) Nada en especial, solo que me he dado cuenta de que tengo el novio más sexy del planeta.
Nate empezó a meter su mano dentro del bañador que llevaba Robert acariciando lentamente su miembro hasta que se puso erecto, cosa que era incomoda para el actor. El joven le bajó un poco el bañador para dejar salir la erección, la cual acarició lentamente cosa que provocó en Robert un placer indescriptible. Nate seguía acariciándolo lentamente hasta que Robert lo detuvo y acostándolo hacia atrás empezó a bajar los bóxers del todo que portaba el joven dejando salir su miembro erecto él cual empezó a lamer lentamente. Nate no se esperó para nada lo que el actor le estaba propinando ese día. En lo que llevaban de relación nunca antes le había hecho nada de ese estilo, siempre era el joven el que bajaba a darle placer al mayor. Le encantaba que Robert empezara a practicar cosas nuevas y fuera más abierto sexualmente porque sentía que tenían cada vez más complicidad y eso le encantaba porque para él, el actor no era alguien pasajero. Lo sabía desde hacía un tiempo.
Al cabo de unos minutos Nate paró a Robert y se abrazó a este en modo de koala, para introducirse el miembro del actor lentamente. Robert empezó a dar embestidas suaves que derivaron en unas más rápidas y fogosas que ambos disfrutaron hasta que mutuamente llegaron al orgasmo, uno sonoro y placentero.
Nate: Hoy te has salido. (Echándose para atrás y con voz agitada)
Robert: Me has pegado tu energía. (Besándole el muslo)
Nate: Voy a por algo de beber. (Poniéndose la ropa interior)
Robert: No tardes.
Nate: Tranquilo. (Abrazándolo por detrás)
Nate se fue y a los pocos segundos, su móvil empezó a sonar. Robert contestó pensando que era el suyo, contestó el teléfono con total normalidad. Escuchaba una voz que se le hacía familiar pero no caía en ese momento.
Llamada
Luke: Nate, me he dejado mi móvil en el coche, así que si puedes llevármelo el lunes a clase te lo agradecería.
Robert: ...
Luke: Seguro que está tu noviecito al lado tuyo, cuéntale lo nuestro ya. Bueno ya sabes que tienes que llevarme el móvil a clase. Chao, te quiero pequeñín. (Colgando)
Fin de llamada
Robert se quedó pensando en las palabras que Luke había dicho: "lo nuestro". Un montón de pensamientos se le vinieron a la cabeza, todos eran malos. El cabreo que estaba sintiendo, no lo sentía desde que detuvieron a tu hijo mayor por posesión de drogas.

Mi ProtegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora