“La fiesta de Lanzamiento”
parte 1
Justin entro a la casa, molesto por la pequeña “discusión” que tuvo con Jane en el jardín. ¿Tonto él? Claro… así como lo era ella de impertinente. Dio un respingo moviendo su cabeza de un lado para otro y entonces Se detuvo frente a la mesa de la computadora al desviar su vista hacia ella. Algo le llamo la atención allí, y fue ver encima de esta una carpeta blanca con la palabra “Hope” escrita, la ojeo con cautela, despacio. Y supo sin ningún esfuerzo que se trataba del escrito De Jane . Se sonrió para sí mismo mientras Leía el encabezado de la primera pagina “Casanova”
“Así que querías cambiarme la casa por esto, eh… - tiro la carpeta sobre la mesa y suspiro. - Eres una cosa chica… -
Minutos después*
Jane en la sala, solo escucho como el auto de Justin se alejó de la casa
¡Estúpido! El muy estúpido en realidad se había ido sin ella. Bufo y quiso tener el poder de controlar la mente de las personas, seguro ganaba algo moviendo los cables del cerebro de Justin… aun cuando ella casi le rogo que la llevase, él se atrevió a decirle que “No” porque era una “Molestia”
Tonto, Tonto, Tonto, Justin eres tonto… – tarareo molesta en forma de canción, una nueva melodía recreada por su mente. A esa canción La llamo “Tonto” “Justin el Tonto”. Y en verdad lo era ya que con esa oportunidad ella podría ganar dinero más fácil y pagarle.
Mientras termino de limpiar el piso, Una idea fantástica paso por su mente. Se sonrío. Ella podía ser muy inteligente a veces.
“En la fiesta”
La música suave ambientaba el entorno social del club, la decoración y alumbrados, eran también un hermoso deleite para cuales quiera que fueran los invitados.
Alan había cuidado personalmente los detalles de la organización de la fiesta. Después de todo era su revista ¿No? De él dependía que todo saliera como se quería.
Los periodistas no faltaron en este gran evento y claro, Justin no podía dejar de ser el centro de atención de los paparazis por su reciente escándalo de “El compromiso”
La noche estaba fría, aunque no tanto, así que por lo que se veía, el lanzamiento resultaría un éxito seguro. Y esto era bueno.
Justin caminaba a paso lento entre la multitud. Le sonrío a Clarise. Una excelente editora de guiones. Esta mujer trabajaba para la productora que apoyaba a Justin. Le sonrío cálidamente y se le acerco.
-Y¿Como está mi arrogante superestrella? – Justin trago saliva ¿“Arrogante”? – pensé que no vendrías.
-¿Por qué no lo haría? Alan es mi amigo de hace mucho tiempo.
En ese momento. Llevo su mano derecha al bolsillo del Jeans y allí la retuvo un instante. Miro a Clarise y le sonrío. Luego saco su mano del bolsillo.
-¿Qué esto? – preguntó ella mientras él, con una expresión de seriedad, le paso un Cd.
-Es de una amiga – acaro su garganta – Échale un vistazo
-¿Es un guion?
-No. – Justin mintió. La realidad es que ese Cd contenía la novela que Jane había escrito. No era que le interesara - Se dijo – solo tenía curiosidad. – Solo échale un vistazo ¿está bien?
-Seguro.
Clarise guardo el Cd y a paso lento se alejo de Justin.
La fiesta estaba organizada en las afueras del club de etiqueta, por lo tanto, se podía sentir el viento de la noche y todo lo que esta misma traía con ella. La iluminación, a pesar de ser mucha, no impedía que la luna o el brillo de esta fuera menos visible u opaco. Era realmente maravilloso. El se sostuvo de pie a un lado de la piscina y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, suspiro. Era extraño, pero se sentía algo solo.
Después de tan solo un instante, giro su vista hacia el centro del lugar y su mente pareció dar un vuelco enorme repentinamente.
Le pareció ver entre la multitud a una chica muy, muy pero muy parecida a Jane. Llevaba puesto un vestido corto y el cabello recogido. Lucia bastante linda. ¿Podía ser ella? Cerró y abrió sus ojos otra vez, pero esta vez no lo dudo, esa chica no era parecida a Jane, esa chica era Jane.
A ella, todo le parecía realmente sorprendente. Jane estaba fascinada por lo grande y muy bien organizado que estaba el lugar. Si, ella había estado en algunas fiestas de este tipo pero… esto superaba todo. Realmente se alegro de haber tenido el valor de haber asistido. Puesto que por lo que veía, valía la pena.
Lo decidió justo en el momento en que Justin se marcho ¿Quién era él para decirle que no podía venir? Nadie.
Recordó que en la invitación que leyó por la tarde estaba escrita y bien especifica la dirección y en realidad, no lo pensó mucho.
Quién podría pensar que ella, Jane schmied, se encontraría en un evento tan importante como este lo parecía. Dio un suspiro para ella misma y se acerco a la mesa del bufet con el estomago completamente vacio, por todas las vueltas y enredos que tuvo en la tarde, No había comido nada, así que si, tenía mucha hambre.
Agarro uno de los platos desechables alojados a la derecha de la mesa del bufet y se sirvió un poco de ensalada.
-¿Cómo llegaste aquí? – El tono repentino de esa voz la pillo desprevenida. Pero no lo gro sorprenderla. Ya la conocía. Giro un poco su cabeza y comprobó que efectivamente se trataba de Justin.
-Tome el autobús. – respondió y fijo su vista en el plato.
- Te dije que no vinieras
- Es mi libre voluntad y venir como se me antoje
-¿Qué? – Justin la miro fijamente y se disponía deci algo, pero antes de poder hacerlo, ella volvió a hablar.
-Mejor Finjamos que no nos conocemos. ¿sí?
-¿Qué? – dijo ahora más que ofendido. Una chica como ella pidiéndole ¿Qué..? ¿Qué finja no conocerla?
-Es que tengo muchas cosas que hacer – continuo Jane - ya sabes, serias una molestia. – sonrío con ironía y con cautela dio un paso largo para alejarse de él.
¿Qué seria una molestia? Justin la miro fijamente mientras tomaba un poco más de comida. ¡En verdad esa chica era un caso!
-¿!Qué¡? - exclamo Jane al notar que Justin no le quitaba la vista de encima.
-¿!Qué de que!? – exclamo él a su vez.
-¿Por qué no dejas de mirarme?
-Porque soy libre de mirar a donde quiera – Jane frunció el entrecejo.
-Bien. Entonces Adiós – para su mala suerte, en ese momento algo de la comida que contenía en el plato desechable cayó sobre su vestido. No fue una mancha gigante la que cayó sobre su vestido, pero al fin y al cabo era una mancha. Una mancha que Jane odio. Ese vestido que usaba era especial para ella.
¡Qué suerte Dios! – Pensó - Justin la miro de mala gana al ver como intentaba quitar la mancha con una servilleta, lo miro del mismo modo. ¿Quién era para ser así? Un tonto. Le volteo la mirada antipáticamente y se dirigió al baño.
-¡Oh, Lo siento! – Todo sucedió muy rápido. Jane salió apresurada y tropezó con alguien por Error.
-¿Jane? – ella levanto la mirada al escuchar su nombre. – Hola ¿Cómo estas?- se sorprendió enormemente al ver a aquel chico allí. Era Alan.
-Hola – dijo a su vez y le sonrío