este cap les va a encantar y por el momento es el ultimo que subo no me odieen porfavor muaa las amoo
“Lluvia, relámpagos y miedo”
La luna se asomó completamente en el cielo después de transcurrir unos cuantos minutos de su conversación y dejó en la calle su brillo esplendoroso. No había muchas farolas que iluminaran la carretera esa noche así que todo parecía de película de miedo. Poca luz. Una carretera interminable que estaba rodeada de árboles por lado y lado y una luna gigante y redonda en el cielo. Si, era para asustarse, pero Jane no lo estaba. Aunque no le gustaba la oscuridad, le gustaba la Luna.
Dejó la vista en la ventana por un momento, perdiéndose en la perfecta forma circular que llevaba el satélite terrestre, luciendo asombrosa, envuelta por ese brillo blancuzco brillante en toda su circunferencia.
Recordaba mientras la veía, que cuando era una niña solía hacer acampadas con sus padres y observar el cielo por la noche siempre fue su actividad preferida. Todas esas estrellas pegadas al intenso cielo azul oscuro de la noche. Le gustaba. También le gustaba pensar que la luna la perseguía a todos lados.
-Ya estamos cerca – murmuró Justin y la hizo volver al presente – Es por allí, mira – Jane siguió la dirección que el dedo índice de Justin marcaba y vio un letrero grande sobre unas rejas altas que decía “Lake´s house” se sorprendió al ver que después de estas puertas había un largo camino que dejaba ver al fondo, muy al fondo, una casa enorme. Enorme y hermosa. Jane sonrió.
-Es Grandísima – dijo - y bastante… elegante. – Justin volteo a verla y siguió conduciendo, atravesando las rejas
-Si – Murmuró - a Zayn siempre le gustaron las cosas grandes
-Y ¿A ti no?
Él frunció los labios y dejó escapar un poco de aire.
-No, Prefiero un ambiente más cálido y creo que lo cálido está en las cosas más pequeñas, por eso me gusta tu casa, o bueno, mi casa todavía.
Jane giró su vista a la ventana mientras se acortaba el camino hacia el lugar de la recepción. “Su casa”… se había olvidado completamente que la única cosa por la que se había empujado a aceptar el matrimonio con Justin había sido su casa. Lo único que le quedaba de su padre. Era increíble como el deseo de recuperar algo material la había llevado a conocer al primer hombre por el que seguramente tenía ese tipo de sentimientos.
Al acercarse a la casa de la fiesta, un ruido leve de música agradable se empezó a escuchar y con esta señal de que la reunión ya había comenzado, Jane se empezó a sentir nerviosa. Nerviosa porque era ella, y normalmente siempre hacía algo inadecuado por equivocación, además, esta era la primera vez que salía con Justin a una fiesta. Solo pedía al cielo no arruinarlo. No quería ser el “De que hablar” del día siguiente. Porque realmente no era que supiera que hacer para no causar alboroto, eso solo sucedía y cuando ya estaba metida en el lio era que lo notaba.
Dejó escapar un suspiro de súplica mientras Justin aparcaba el auto cerca de la casa y abría la puerta para bajar. La noche se veía incluso más linda fuera del auto. Había muchísimas estrellas. Como si todas se hubieran puesto de acuerdo ese día, simplemente hermoso y extraño. Jane las miró por un instante deseando poder quedarse allí, apartados de todos observando el cielo en vez de tener que enfrentarse a las cámaras pero se resignó al instante, era obvio que eso nunca podría suceder. Es decir ¿Por qué otra cosa estaba allí si no era por eso? Cerró sus manos en un puño y noto lo sudadas que tenía las palmas. Los nervios. Notó que Justin al igual que ella levantó la mirada hacia el cielo y dejó escapar un poco de aire. ¿Qué estará pensado? Quiso saber, pero sabía que era más factible ver una vaca voladora a saber que podría estar pensando él.
-No te preocupes por lo que nos espera allá dentro, Jane - Le dijo y se le acercó con quedo, ella apartó la mirada del cielo con quedo y volteó a verlo algo confusa. ¿Acaso él sabía que ella estaba preocupada? sintió su cercanía arribarla y no podía negar que tenerlo cerca la ponía más nerviosa que la idea de tener entrar. El perfume de su camisa le pegó directamente. Olía tan… bien. Tan Justin.
-¿Acaso Debería estarlo? – Aludió y quiso sonar como si nada estuviera mal con ella, pero su voz quebrada no la ayudó nada. Solo dejó ver su estado de tensión e inquietud. Algo que no se esperaba, porque Lo menos que quería era que el notara como la hacía sentir. Y seguro, ya lo había notado.
Justin esbozo una sonrisa entonces mirándola con cautela, como si nunca antes la hubiera observado y La cohibió, No le gustaba sentirse observada, y que Justin la estuviera mirando así la… mierda. La ponía muy tensa, fuera de lugar.
Pero a él parecía no importarle. Sin duda, esto era peor.
-Esta vez no es como las otras veces – Le dijo y regresó al tema de la fiesta. Un tema del que Ella incluso se había olvidado.
-¿No?
-No - prosiguió él - no habrán tantas personas pendientes de nosotros. No seremos el centro de atracción, lo será zayn.
Ella No pudo ocultar su alivio al escuchar a Justin.
***
La fachada de la casa era extrañamente hermosa. Parecía una casa futurista toda cuadrada y pulcra, pintada de blanco, y tenía algunas bigas, cuadradas también, pintadas de azul cielo. Era una casa de 3 pisos. Pero no estaban agrupados linealmente, uno arriba del otro como en una casa normal. Estaban contrastados en forma rectangular y mientras el primer piso estaba abajo, desde atrás parecía emerger el segundo y del mismo modo, pero más arriba, del segundo parecía emerger el tercero.
Algo… raro, pero lindo.
-No tienes que alejarte de mí si no quieres ¿Vale? – le susurró al oído, Jane volteo a verlo. Él estaba mirándola. Sus palabras tenían el aire de un consejo que posiblemente iba a necesitar y claro, como si ella hubiera pensado alejarse de él en algún momento – Habrán muchas mujeres que querrán hablar contigo y te puedo apostar que no serán del todo “amigables” recuerda que si te alejas y te sientes incomoda, eres libre de buscarme cuando quieras. – Jane asintió. – y … si hay hombres – volvió halar él - ya sabes, chicos listos que se quieran pasar contigo…
-Se me defender de esos chicos listos, Justin, no te preocupes.
-Está bien.
Él la tomó de la mano sin preguntárselo al decir estas últimas palabras y algo dentro de ella se sobresaltó al instante. A ciencia cierta no podía describir que era, pero si podía hablar de la razón, y la razón se reducia a era él. A Su actitud. Últimamente se la había pasado comportándose raro sin ningún motivo aparente y bueno ¿Cómo no estarse sorprendida? ¿Cómo no cuando sabía que él no era así? La asustaba la idea de que tuviera algo mente. La asustaba la idea de enamorarse más aunque Sonara absurdo.
Cruzaron la puerta marrón de la entrada tomados de la mano, y a medida de que avanzaban entre las personas la castaña sintió la presión de las miradas sobre ella. No le agradaba. Y menos por las caras que muy apenas alcanzaba a visualizar. Todas “Soy mejor que tu aunque seas la señora bieber” o las “Soy mejor que tu porque me da la gana de serlo” suspiró.
Tranquilidad...
La tranquilidad le hubiera venido bien en ese momento, pero estaba tan tensa que no lograba conseguirla. Resultado, no la consiguió.
Cuando la música, todas las personas y el calor del salón estuvieron sobre ella recordó que por esta razón había estado nerviosa antes y sintió un leve mareo, como si un sudor le recorriera el cuerpo.
Le apretó la mano a Justin fuertemente y sintió que no iba a ser capaz de seguir mostrándose natural si se la soltaba. En ese instante Jane comprendió que definitivamente nunca iba a poder acostumbrarse a ese tipo de presión, sería incapaz de tener una vida si todos estaban pendientes de cada paso que daba y eso sin contar que solo la miraban porque iba acompañada de la gran superestrella. Se entristeció. No entendía como Justin lo había hecho, no entendía cómo podía vivir con eso. Pensaba en lo difícil que ha de haber sido los primeros años de su vida como famoso cuando sintió el apretón de mano de Justin como respuesta. Él la miro y le sonrió con calidez entonces ella se quedó sin respiración, Respira, respira, Solo tenía que respirar.
Dieron dos pasos más, ahora más calmados por el interior del salón, antes de que las personas empezaran a acercárseles. Justin les sonreía, aunque no perdía oportunidad para buscar a Zayn con la mirada, Jane por su parte ofrecía miradas tímidas y saludos débiles que sin intención, la hacía lucir como una una chica modesta, y sencillamente bella. Era sin duda el centro de atención. Nunca se había visto a la pareja de recién casado en algún evento social.
La primera persona que se les acercó fue un hombre bastante joven de cabello oscuro. Jane lo reconoció al instante porque lo había visto por televisión. Se llamaba Nick algo, ella sabía que era cantante de una banda también. Pero no recordaba de cual banda.
- Justin – Saludo el recién llegado y no paró ni un momento sus ojos en él – Sra Bieber – le dijo a ella casi coqueto y le sonrió, para ahora sí, fijarse en Justin. El rubio en lo único que podía pensar era en lo atrevido que podía ser Nick - Bonita esposa tienes Bieber – le dijo - envidiable realmente.
-¿Tú Lo crees? – Aludió él poco amigable y paso su mano alrededor de la cintura de Jane, para no dejar duda quien allí era el esposo. Nick sonrió y apartó la mirada – Bueno, supongo que debo agradecer a Dios por mi suerte ¿No?
-Seguro debes hacerlo - Jane asintió a Nick, recibiendo el halago del joven y luego caminó junto a Justin hacía donde no hubiera nadie, Si no lo conociera, diría que se había enojado por el cumplido de aquel hombre, Pero sería ridículo enojarse por eso ¿No?
Mientras caminaban a un lugar más agradable en la sala, un mesero se les acercó ofreciéndole bebidas. Jane miró a Justin con cara de “Vas a coger alguna” y Justin sonrió. Le pasó una copa a ella y luego tomó una él.
-¿Realmente vas a tomar?
-Una copa no va a matarme y a ti tampoco, anda, bébetela, que es de mala educación no toarse por lo menos una copa cuando vas a una fiesta. - La castaña frunció el ceño poco convencida.
-¿Quién lo dice?
-Yo – Justin sonrió divertido y se llevó la copa a la boca, ella también lo hizo, Era vino blanco. Y era rico. A ella que tomaba muy poco le gustó. Le había agarrado el sabor al líquido en su copa cuando lo escuchó hablar.
-¿Ves a esas personas de allá? - la castaña bajó el objeto transparente y siguió la dirección que le indicaba Justin con la mirada. Era un grupo de cinco personas, 2 hombres vestidos de negro y tres mujeres, podría decirse que algo mayores.
-¿Quiénes son? – preguntó curiosa.
-Ellos fueron los primeros productores que creyeron en mi talento, Con ellos hice mi primera película.
-Ya veo.
Jane observó un segundo al grupo de adultos reunidos que hablaban y charlaban algo emocionados cuando se encontró con la mirada de uno de ellos, instantáneamente la volteó a ver otro, y luego otro y así hasta que los ojos de las cinco personas estaban sobre ellos. Lo primero que hicieron fue sonreírles con calidez y luego, en cuestión de nada, cambiaron la dirección de su mirada y siguieron hablando como lo habían estado haciendo antes. Raro – pensó Jane – realmente extraño.
-¿No crees que debemos ir a saludarlos? – le preguntó a Justin.
-Ellos ya nos han saludado, Jane - respondió él llevando la copa de vino a su boca – Nos han mirado y nos han sonreído. Esa es su forma.
-¿Así de simple?
-Sí, así de simple.
-¡Por fin han aparecido!
El grito que escucharon tras ellos definitivamente ella no se lo esperaba, abrió los ojos algo espantada y Justin se burló en silencio de su expresión
– pensé que no iban a venir, Justin.
La castaña estudio el rostro del nuevo personaje que se había aparecido frente a ella y frunció el ceño, eh ¿Cómo lo explicaba? No todos los días alguien que no conoces se muestra frente a ti, al parecer encantado con tu presencia ¿verdad? Le dio una mirada a Justin confundida y Justin le sonrió cogiéndole la mano con ternura.
-Zayn – dijo al chico – ella es mi esposa, Jane. – Jane sintió ponerse colorada a la sola mención de sus palabras, Sus mejillas empezaron a picar y una sonrisa tímida se escapó de sus labios naturalmente rosa que poseía, Jamás, Jamás en la vida se hubiera imaginado que Justin (su ogro mandón, narcisista y egocéntrico) la presentaría como su esposa sin pensárselo primero. Él no era así.
-Hermosa, Hermosa – Aludió el ojos oscuros, Zayn y le tomó la mano – un placer conocer a la mujer de una persona tan preciada para mí como lo es Justin. Soy Zayn.
-Un placer, Zayn – dijo ella recuperando su mano de la mano de Zayn y entrelazándola con la otra– A mí me alegra saber que Justin tiene personas como tú. – Zayn soltó una sonrisita y Justin también. Se descubrió a si mismo pensando en que le gustaba como no tenía idea la idea de Jane y él como una pereja real.
-Pero ¿Si están cómodos? – Intervino Zayn - Si algo los incomoda háganmelo saber y Justin – lo miró - me gustaría hablar contigo de algo, a solas ¿puedes?
El rubio miró a Jane y ella asintió con quedo ¿Qué cosa podría pasar si se quedaba unos minutos a solas? Nada malo, ella trataría de no arruinarlo.
-estaré bien, Justin – le dijo – ves
-¿Segura?
-¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí? – Jane frunció los labios y Justin se quedó en silencio, tenía razón ¿desde cuando hacía evidente su preocupación? Se fue con Zayn, aunque desconfiando de la idea de dejarla sola. Simplemente se imaginaba a Nick asechándola o quien sabe cuántos otros. ¡Esos tipos que no respetaban nada! Movió la cabeza en señal de negación y trató de pensar en otra cosa mientras Zayn lo llevaba hasta el inicio de las escaleras del enorme salón. Intentó ver si podía tener alguna señal de ella desde allí, pero no. Había mucha gente.
-¿De qué quieres hablarme? – preguntó a Zayn, él le sonrió y le toco el hombro.
-te tengo una propuesta, Justin – le respondió – y me gustaría que la aceptaras.
Justin frunció los labios.
-¿Una propuesta? – eso si se lo había tomado desprevenido - ¿Qué es?
-¡Me he decidido a ser director de una nueva película! – Justin abrió los ojos preguntándose qué tan serio era el asunto - estoy creando el guión todavía, pero quiero que seas tú el protagonista. – se dio cuenta de que el asunto iba bastante serio.
-¿Realmente…?
-Realmente, Justin.
-Pero...
-Tu piénsatelo – le interrumpió – y si aceptas, házmelo saber para acomodar tu estadía.
-¿Estadía?
-Si, Jus, si aceptas, es probable que tengas que viajar por un par de meses a “Los ángeles”
A Justin se le quedó en la cabeza “Un par de meses” no estaba seguro de querer estar lejos de su casa por tanto tiempo.
-Vale - le dijo - Lo pensaré entonces, Zayn, Gracias por pensar en mi para la propuesta. - el ojos oscuros asintió y se terminó el último trago de wisky que le quedaba en la copa cuando un estruendo, como el de una discusión lo distrajo.
Justin buscó con la mirada de donde venía el ruido y rápidamente se dirigió allí acompañado de Zayn.
El cuadro que encontró en el sitio realmente no le gustó mucho y menos le gustó la protagonista del escándalo. Era Jane, y la castaña al parecer la había lanzado su bebida en el vestido a… Justin sonrió para sí mismo al verla, Esa era la actriz ¿Coral ontos? con ella había hecho varias películas en el pasado.
Justin se acercó rápido hacia donde se encontraba Jane y la miró fijamente con el ceño fruncido.
-¿Qué ha pasado aquí? – le preguntó. Jane contuvo la respiración y lo miró molesta. No, más que molesta. Estaba enfadada, como si quisiera gritarle con los ojos que de no haber tantas personas allí seguramente lo habría condenado a una golpiza. ¿Qué había pasado ahora? Justin miró ahora a Coral, con todo su vestido mojado y frunció los labios - ¿Qué pasó? – le preguntó a ella
-¡Que tú mujercita es realmente una mal educada, Justin! – Gritó -¡No puedo creer que te hayas casado con alguien tan vulgar!
-¿Seguro que no la provocaste? - Aludió Justin mirando a la actriz con serenidad - Ella no actuaría así por nada.
-¿Crees que yo podría hacer algo como eso? – La chica se notó ofendida y le dio una mirada de victima a Justin – ¿provocarla? Por Dios, he sido yo quien ha resultado mojada. – Jane miró a Justin fríamente y luego a Coral sintiendo la sangre hervirle debajo de la piel. Ya no era solo Alice, también habían otras estúpidas resbaladizas acechándolo.
-No – Murmuró Jane con sarcasmo - Seguramente ella no podría hacer algo así – ahora miró a Justin con la misma expresión de antes y agregó: – Creo que mejor me voy de aquí. – dio media vuelta y se dirigió hasta la puerta de la salida.
Justin miró a Zayn y luego la silueta de la castaña perderse tras la enorme puerta.
-Disculpa esto – le dijo al ojos negros Y luego fue tras ella. Fue tras una Jane muy enojada.
La alcanzó cuando ya estaba en el jardín. Era imposible no ver a una chica sola en mitad de varias plantas, Justin la agarró por el brazo y la obligó a verlo. Pero Jane no quería. Aun en toda la oscuridad que solo era interrumpida por el brillo de la luna, no quería verlo. Estaba demasiado molesta con él. No podía creerse lo que esa mujer le había dicho.
-¿!Qué es lo que quieres!? – Le dijo y con leve movimiento se soltó del brazo, Justin se mordió el labio.
-Saber que pasó allá dentro.
-¿No te dijo tu “Amiguita” lo que había pasado? Que soy una maleducada.
-Jane... – murmuró calmado – Quiero escuchar tu versión, por favor.
La castaña apaciguó su respiración y se cruzó de brazos.
-Ella solo me dijo algunas cosas, cosas que no me gustaron.
-¿Qué cosas?
-Si estás muy interesado porque no vas a preguntarle a ella ¿eh?
-Porque ella no es la mujer que vive conmigo ¿Acaso debería creerle más a ella que a ti?
Jane tomó un respiro y lo miró molesta. Seguramente no vivía con esa mujer, pero ¡Que cosas no había hecho con ella! Lo miró con frialdad y se lo soltó, así, sin más.
-Me preguntó si alguna vez tú me habías dicho lo mucho que ella te gustaba en la cama. – con el solo recuerdo de la voz de la chica “Me creo mejor que tu” diciéndole todas esas estupideces, Jane sentía cierto fuego arder por sus cuerpo, la quemaba y esto hacía enojar mucho más – Si alguna vez me dijiste de todos esos viajes que habían hecho y todas esas “Noches de pasión” si, Justin, así mismo me lo dijo, “Noches de pasión” que habías vivido con ella.
El rubio de quedo boquiabierto de la sorpresa ¿Qué había dicho que? No sabía si reírse o golpear a alguien ¿“Noches de pasión”? Jajaja es que era para reírse. Lo más parecido a una noche de pasión que había tenido con Coral, fue la de la grabación de una película, pero nada más. Es más, ella ni siquiera le gustaba. Ni siquiera cuando habían salido tantos rumores sobre ellos dos.
-¿No dices nada? – Jane frunció el ceño y levanto una ceja, el muy descarado guardaba silencio lo que lo hacía condenarse a sí mismo – osea que es verdad. No puedo creerlo.
-Nada de lo que dijo esa mujer es cierto, Jane. ¿Por qué te mentiría yo?
-No lo sé.
-Está claro que todo lo dijo para molestarte
-Es una bruja entonces.
-estuviste Bien al tirarle la bebida encima.
La castaña volteó a verlo intentando no soltar la sonrisita que llevaba pegada en los labios y dejó escapar un poco del aire de sus pulmones. Ya no se sentía tan molesta, pero no quería que él se diera cuenta. Después de todo había sido su culpa que la esa estúpida chica la mirara por debajo del hombro todo el tiempo, era obvio que estaba interesado en él. No se podía creer que le dijera todas esas cosas, pero estaba feliz de haberle arruinado el vestido. Se dio cuenta de que de Justin la estaba mirando fijamente cuando pensaba en esto.
-¿Qué? – Le preguntó disimulando fastidio - ¿Acaso tengo algo en la cara?
-Si – le respondió él – la Nariz, los ojos y la boca – se rio.
-eres Un tonto. TONTO.
-¿Quieres que te enseñe algo? – ¿Algo? La castaña levantó una ceja y lo miró extrañada, le había dicho tonto, dos veces, y ¿él simplemente quería mostrarle algo? Seguramente se le había chamuscado alguna neurona, pero no le prestó atención.
-¿Qué es? – pregunto.
-Solo algo, algo lindo, pero debemos caminar un poco.
La idea de caminar por la noche, entre la oscuridad, por medio de un camino casi invisible y rodeado de árboles no era de lo más atractivo para la castaña, menos porque no tenían una linterna para ver bien por donde pisaban, pero Jane ya no podía retractarse y decir que no quería ir, Ya no porque llevaban algunos 10 minutos caminando y según Justin ya les faltaba poco llegar. ¿Cuánto era mucho “poco” en el lenguaje de Justin Bieber?
La noche aballestaba todo, desde el cielo hasta el suelo. No entendía en que pensaba Justin para proponerle semejante locura.
-Cuando zayn compró esta casa y me invitó aquí por primera vez – Comentó - mi padre me llamó por teléfono y tuvimos una discusión fuerte – Jane buscó el rostro de Justin con sus ojos y se quedó perdida en él por un momento, aunque no lo viera claramente, prefería eso a nada - me sentía tan… tan presionado que solo quería escapar, entonces salí de la casa de Zayn y empecé a correr. No sabía a donde me dirigía pero tampoco me importaba. Corrí por más o menos quince minutos y llegue aquí – Justin tomo a Jane de la mano y le permitió ver un hermoso claro a unos cuantos metros de ella, un claro en donde la luna, que era la única luz que tenían, se reflejaba en el lago. Era muy parecido a lo que sucedía con su casa todas las noches de luna llena, solo que este lago era mucho más grande y espacioso. Y no había nada a su alrededor, nada más que árboles y el sonido de algún grillo.- ¿Te gusta?
-Increíble – murmuró con un hilo de voz y Justin sonrió.
-Sabía que te iba a gustar ¿Ves por allá? – Justin le señaló hacía unos cuantos metros a la derecha del lago y no lo sabría con exactitud, pero eso parecía ser una casa flotando sobre el lago, debía estar loca ¿Cómo una casa flotaría en un lago? Aunque estaba segura de que eso era una casa – la mandé hacer con el permiso de Zayn después de descubrir este sitio, Aunque nunca la usé y creo que él tampoco.
¿Una casa nunca usada? Waoo.
Jane se quitó los tacones y los agarró con su mano derecha mientras caminó lento para acercarse a la orilla del lago. Todo se veía tan irreal, es que casi no se lo creía. No se creía que Justin le hubiera mostrado un lugar como ese. Metió sus pies con cuidado en el agua y se mordió el labio ¡Estaba friísima! Pero no los sacó. Le gustaba él agua del lago, Era como si el frio la hiciera olvidarse de todo. Y era tan bueno no tener memoria aunque fuera por unos momentos. Justin se tentó a meter los pies al agua también y se sacó los zapatos rápidamente. Se acercó a Jane y metió los pies al agua que estaba en la orilla del lago.
-¡Mierda, Jane esta helada! – Exclamó y retrocedió enseguida para sacar los pies del agua.
-Nadie te dijo que estaba cálida – se burló ella – eso te pasa por antojado.
-¿Estás loca?
-¿Loca? - Repitió haciéndose la ofendida - ¿Quién fue el que hizo una “casita”, cerca de una casa en el lago que ni siquiera es suya? – Justin se quedó callado. Ella podría tener razon – ah, si ves, estás más loco que yo.
-¿Si? – repitió él
-Si – afirmo ella y empezó a mover los pies en el agua fría.
-La gente loca – murmuró él - hace cosas locas ¿Verdad? – Jane asintió. Pero luego, como una advertencia volteó a verlo ¿Por qué de repente le decía esas frases? Se rio en su fuero interno al darse cuenta que tenía razón. A Justin se le había ocurrido algo y si no, que le dijera porque carajos se le estaba acercando de esa forma tan sospechosa.
-Juro que si se te ocurrió alguna loca idea conmigo – le amenazó - te echaré esta agua fría – Justin se burló.
-¿Y si te atrapo primero? – Dijo con picardía - ¿Cómo me la vas a echar?
-¿No serías capaz?
-¿Quieres ver?
Jane salió como una bala disparada corriendo en la dirección opuesta a la que traía Justin por la orilla del lago, estaba loco si creía que ella se dejaría atrapar, él sonrió con aires de superioridad y le dio la ventaja por unos segundos, luego salió corriendo tras ella también.
-Si te alcanzo – le gritó - dormirás con frio esta noche, señorita – Jane volteó a verlo por el hombro y se rio de lo cerca que lo tenía. Estaba segura de que si al alcanzaba, la tiraría al lago y definitivamente No dejaría que la alcanzara. No quería dormir con los huesos tiesos.
Se dio vuelta a la dirección que venía Justin y esperó a que se acercara más, cuando él estuvo a unos metros de sí misma, pateó el agua con fuerza y pringos grandes de esta le cayeron encima a el rubio. Justin se cubrió con sus brazos y en ese mismo instante ella se apresuró a correr otra vez.
Él empezó a reírse de su suerte y pensó en que siempre terminaban, de algún modo, enredados con agua. Era como… una cosa que los seguía ¿no? Primero en la entrevista, luego en la cocina y ahora, con él lago, Rio de nuevo y acortó los pasos que la separan de ella, hasta lograr cogerla por la cintura y cargarla en sus brazos. Pasó una de sus manos por las piernas y la otra pos su espalda. Fue en vano para ella intentar zafarse de él.
-Si me tiras al lago juro que…
-¿No me harás la comida? - terminó él y Jane sintió sus mejillas arder. Empezó a mover los pies que estaban suspendidos en el aire de la pura vergüenza y lo miró con ojos de asesina en serie ¡Ese idiota! - Es eso lo que siempre me dices, Jane, solo bromeó. – se encaminó con ella encima unos centímetros más hacía dentro del lago y cuando estaba a punto de dejarla caer, el sonido de un trueno alborotadoramente ruidoso lo hizo detenerse al instante. ¿!Qué carajos!? Jane se cubrió la cara con las manos y se ocultó sin pensarlo dos veces en el pecho de Justin quien se veía seguro en ese instante y él la miró con quedo. Luego miró a su alrededor, a la noche, No se había dado cuenta siquiera de lo grisáceo que se había puesto el cielo, ahora, ni siquiera la luz de la luna parecía ser suficiente para traer luz entre tanta oscuridad. Seguramente iba a llover, y no sería cualquier lluvia. Otro trueno sonó, llevándose lejos el silencio y Justin supo que esa sería una gran tormenta. Colocó a Jane en el suelo y la miró.
-Debemos irnos ahora - su voz sonó más escandalizada de lo que hubiera querido, pero ya no podía hacer nada. Jane estuvo de acuerdo a lo de irse cuanto antes y tragó gordo. Estaba temblando y en su expresión podía verse un biso de un temor, un temor que parecía ella quería esconder pero que solo conseguía hacerlo más evidente. - ¿Qué te sucede? – Le preguntó. Jane le apartó la vista.
-Creo que nunca te lo dije, pero me aterran los truenos, relámpagos y todo lo que tenga que ver con tormentas.
-¿Enserio? – Jane bajó la mirada avergonzada y se mordió el labio, No era que le agradaba temerle a algo tan estúpido como eso y no estaba encantada de que él lo supiera.
Pero más allá de ganas de reírse o cualquier otro mal gesto, Justin Sintió ternura y cierta confusión por todas las cosas que provenían de la castaña. Había tantas cosas de ella que no sabía ¡Tantas! Jamás habría pensado que le tuviera miedo a las tormentas !Por Dios, era la chica que le gritaba por todo! ¿Cómo imaginarlo? No hubiera podido jamás, ahora solo agradecía el por poder estar a su lado cuando sabía que se vendría una tormenta.
Le agarró la mano sonriéndole.
-Esperemos estar en casa cuando esta llegue.
La esperanza de estar en casa antes de que empezara a llover, los albergaba y es que la esperanza es lo último que se pierde, pero al parecer el destino no estaba de su parte ese día, quería bromear con ellos. Y esta broma no era buena. No habían dado más de 10 pasos para alejarse del lago cuando la primera gota de agua lluvia seguida de unas cientas mas empezó a caerles encima.
Jane sintió un frio recorrerle el cuerpo cuando la primera gota toco su nuca y toda su piel se erizó al sentir todas las otras sobre su piel, Eso no podía estar pasándole. Las gotas empezaron hacer más rápido y más fuerte sobre ellos.
-No nos dará tiempo, Justin – le dijo preocupada imaginándose lo que sería su noche si no lograban llegar a casa a tiempo ¡Dios! Lo menos que quería era pasar una tormenta lejos de su casa, lejos de su cama y de sus 18 mantas encima - ¿Qué hacemos? – El rubio dejó sus ojos clavados en ella por unos minutos y al ver su cara de espanto, no tuvo más opción que esa que pasó por su cabeza en ese instante. La tomo por el brazo sin decirle nada y la llevó prácticamente a rastras hacía la casa que parecía flotar en el lago, la que él había mandado hacer hacía mucho tiempo.
Jane se dio cuenta de que la casa en el lago estaba rodeada de unas bases de madera y que había un camino que llevaba a ella por eso parecía que flotaba. Pensó en lo bonita que era cuando la veías de cerca.
Justin puso la mano en la perilla y la movió varias veces, pero la condenada puerta no cedía ¡Mierda! – Pensó para sus adentros - Seguramente tenía llave.
Frunció el ceño y fastidiado por toda su estúpida suerte, se fue contra la puerta empujándola con su cuerpo en varias oportunidades. No abría la muy condenada. Solo Después de cinco intentos logró que cediera.
Jane entró tiritando de frio y Justin tras ella, luego le puso el seguro para que el viento o lo que fuera, no pudiera abrirla. Estar dentro los hacía sentir más seguros. Y secos.
La castaña Se encontró con que adentro de la pequeña casa, todo parecía o estaba viejo. Era una casa pequeña. Contaba con unos muebles algo sucios y empolvados y una sala mediana acogedora. Estaba pintada de un color salmón y no tenía muchos inmuebles. Aparte del sofá, solo contaba con 3 sillas y una mesa mediana. Jane rodeó el lugar con los ojos y notó que había también un cuarto al fondo y una pequeña cocina con estufa y nevera. Del resto, todo estaba lleno de polvo. Aunque a decir verdad, eso a ella no le importaba. Ahora que el agua no la mojaba, estaba tranquila y algo relajada. Se sentó en el mueble y se abrazó las rodillas mientras rogaba que la tormenta pasara rápido.
Justin le pasó una toalla y trajo algunas sabanas ¿De dónde las había sacado?
-Tenemos suerte de que no hubieran tocado nada de lo que yo traje cuando amoblé esto – comentó y se dirigió a la pared como buscando algo – hay una cama en el cuarto por si deseas dormir y unos cuantos mantones, están llenos de polvo, pero nos quitaran el frio.
-¿Qué buscas? – le pregunto ella al ver que entre la oscuridad no conseguía lo que sea que buscaba en la pared.
-el switch que prende el foco a ver si tenemos energía, Ah mira, aquí esta, Demonios, no hay Luz.
-Eso era obvio Justin – comento ella y con la toalla empezó a secarse el cabello, los brazos y las piernas – todo aquí esta viejo y sucio ¿Cómo pretendía que hubiera Luz?
-Pensé que tendríamos suerte.
-¿Crees que hemos tenido suerte? Somos las personas con la peor suerte del mundo. Y lo de la luz era más obvio, nunca usaste esta casa, la luz no viene porque si, lo único claro que tenemos aquí, es tu poco sentido común y lo mucho que te gusta desperdiciar el dinero – Justin soltó una risita y se sentó en el mueble junto a ella.
-Una vez te dije que era mi dinero y lo gastaba en lo que quisiera ¿verdad?
-eso no implica gastarlo en cosas innecesarias – Jane volteó a verlo acusadoramente y le pasó la toalla para que él se secara también.
-Esta casa no fue un gasto innecesario – se defendió - si no la hubiera hecho ¿Dónde crees que estaríamos en estos momentos? Seguramente tiritando de frio.
-Eso es tonto, Justin - le dijo y Un trueno chocó contra el cielo provocando su tan normal ruido, Jane saltó sobre él sin previo aviso y Justin se echó a reír pasándole las manos por la espalda. La abrazó
-Tonto es temerle a los truenos.
Jane se quedó abrazada a Justin un momento y luego se reincorporó en el sillón, haciendo como si nada hubiera pasado y abrazándose las rodillas de nuevo.
-No es tonto tener una fobia – replicó ella – tan pronto como supere mi miedo, ya verás eh…
-¿Qué? – La reto Justin – ¿me echaras una bebida encima como a coral?
-Podría – le dijo – pero contigo eso no funciona. – Jane se quedó callada un momento y sin poder controlar sus cuerdas bucales, agregó: -¿Realmente nunca tuviste nada que ver con la actriz? - la castaña mordió la lengua como castigo a sí misma, pero ¿ya para qué? era demasiado tarde para retractarse, Él la había escuchado ¡Deberían matarla por ser tan tonta! Justin buscó sus ojos pero ella hizo todo lo posible por mantenerlos lejos de él.
-Realmente nunca pasó nada. – le respondió.
-Es que ella lo dijo tan…
-ella es así Jane, hay mujeres así ¿por eso estabas tan celosa? - ¿celosa? ¿Había oído bien? Ella paro oído a sus palabras y volteó a verlo de inmediato, ¡ella no estaba celosa!
-¿Quién esta celosa, eh? – Replicó – no seas tan engreído, estúpido.
-Tu – Le repitió – tú estabas celosa.
-¡claro que no! – Jane se sintió.. ahh ¡Qué diablos! Él tenía la razón - yo solo quería… ya sabes, soy tu esposa delante de todos y luego ella dijo todo eso, yo.. ¿Cómo no iba hacer algo? Era muy… ella… - Justin sonrió al escucharla dar excusas y sin decir nada se le acercó rápido y simplemente la besó.
El solo roce de sus labios hizo que la castaña se quedara paralizada y que dentro de ella una cantidad de sentimientos explotaran sin detenimiento ¿Cómo que se le estaba haciendo Costumbre besarla así, sin pedir permiso, verdad?
Jane apartó su rostro del de Justin dándole de este modo fin al beso y lo miró fijamente, estaba aturdida y más que nada confusa. Demonios, quería adivinar las palabras detrás de los ojos de Justin pero simplemente no podía ver nada. él era tan… reservado. ¿Por qué hacía esas cosas? Era tan… cruel.
-¿Acaso crees que puedes besarm…- Jane empezó a decirle en forma de reclamo de nuevo, pero Justin la volvió a besar interrumpiéndola y esta vez simplemente no necesitaron nada mas. Jane no pudo decirle que no a esos labios que, nuevamente volvían a besarla sin razón aparente,.