"¿Una decisión?
¿Más rápido de lo creía? Si había algo que Justin detestaba de Alan, era esa serenidad que mostraba cuando él se encontraba casi explotando de la rabia… Todo se le había vuelto un maldito embrollo. Maldito por todo. Por todo lo que pasaba y Por todo lo que pensaba últimamente.
Pero también por lo todo lo que había ocurrido la noche anterior.
Llegó a casa casi a las nueve y media de la noche. Jane estaba frente al computador intentando escribir una buena sinopsis cuando él abrió la puerta haciendo un ruido por poco imperceptible ¿Debería otra vez actuar como si lo pasado no le importara? Si… Solo eso la hacía sentirse fuerte delante de él.
Aunque en realidad, Cada vez se sentía un poco débil. No quería reconocerlo, pero así era.
Justin se dirigió hacia la cocina y Jane algo dudosa fue tras él.
-¿Has comido? – le pregunto. Justin la miro y trago gordo. No podía sacar de su cabeza todo lo que había vivido y aunque no lo admitiera, su actitud lo hacía enfadarse. Se veía demasiado tranquila.
¿Acaso solo iba a ignorar que habían hecho el amor? Vale, Que habían tenido sexo, como ella mismo se lo dijo.
Aunque bueno, quizás esta era la mejor manera de solucionar las cosas ¿no?
-Si – le respondió y saco de la nevera la jarra llena de Jugo de naranja.
-Son naranjas del vecino otra vez – Bromeó ella, intentando Alivianar el ambiente. No había querido decirlo pero Justin se veía, tenso e incluso parecía molesto. Si, esa era la palabra molesto pero ¿Por qué lo estaría? ¿Había pasado algo? –Sabes, Hoy fui a Montever
Justin alzó la vista de inmediato.
-¿Y por qué?
-La Abuela me invito – “La abuela” ella soltó una sonrisa, Aun seguía sintiéndose rara al decir “La abuela” en un tono tan familiar. No siquiera era su abuela y al parecer, ni siquiera le agradaba – pero he causado que se le baje la presión y casi le dé un ataque.
-¿eh? – En el rostro de Justin se perdió lo que parecía ser una sonrisa - ¿Qué le hiciste?
-Solo le dije algunas cositas que pensaba cuando ella empezó a decirme ofensas, en realidad no fue mucho.
-¿“Alguna cositas?” – Justin se cruzó de brazos - ¿Cómo cuales?
-Maleduca y Gruñona y que tal vez debería cambiar ese carácter.
-¡Te atreviste a decirle eso a la abuela! – está vez la sonrisa del rubio fue visible pero desapareció al instante - Seguramente estas demente, Jane… - ella bajó el rostro.
-eso no me hace sentir mejor ¿sabes? tonto.
-Ya. Disculpa, No te preocupes por eso, ella siempre toma sus medicinas y exagera en todo. Estará bien
Dejo el vaso de vidrio vació sobre el mesón de la cocina para dirigirse a su habitación cuando la mirada de Jane lo tomo desprevenido y logró ponerlo nervioso.
No era que se pusiera nervioso cuando alguien lo miraba, era Jane…. Ella lo hacía sentirse extraño. Extraño de una forma extraña. Aunque pareciera un trabalenguas esa era la verdad.
Y en definitiva, eso no le gustaba. No le gustaba sentirse cohibido, raro y sobre todo confuso, odiaba tener que pensar en cosas innecesarias y cuestionarse sobre lo que hacía. Y desde que conoció a Jane, se sentía asi muy seguido, Quizás debería cambiar con ella ¿no? Ser como siempre, aun cuando todo fuera muy distinto ahora.