"Pensamientos y Mas pensamientos"
¿Cómo no lo vio antes? ¿Acaso estaba ciega? Seguramente lo estaba o seguramente, antes eso no le hubiese importado.
Justin colgó el teléfono y dirigió su mirada hacia la puerta de su habitación más exactamente hacia Jane. No se le imaginó, pero Ella estaba allí, parada frente a él con su suéter puesto. Dios, Se veía tan hermosa y por poco pierde el sentido de sus hormonas otra vez. Se sentía un maldito aprovechado. El no la quería. Qué rayos Justin ¿Acaso Podía decir eso después de lo que acababa de pasar?
¿Podía? Alice. Ella estaba primero pero… Ahora No podía ahora afirmar del todo esa frase ya que Jane se estaba volviendo importante Y no podía negar que le gustaba mucho.
¿Cómo fue que le sucedió?!Era un verdadero tonto! Decidió casarse con ella porque pensó que una chica con ese carácter y temperamento nunca podría atraerle y ahora Estaba vuelto un idiota y esa misma chica le había vuelto la vida un verdadero embrollo, termino por gustarle o más que eso, y por llevarla a la cama.
Había roto el primer punto de su contrato y esto ya era mucho para él quien tenía los puntos claros desde un principio “No exigiremos intimidad física” y le había quitado la virginidad. Eso también era algo que, quisiera o no le hacía palpitar el corazón, Jamás habría pensado que ella aun se mantenía virgen. Pero que carajos. Ese punto del contrato Se rompió por él, por no poder aguantarse más y porque sin querer cada gesto que hacía esa mujer la acercaba un poco más a su frio e indeciso corazón
Aun pensando todo esto Justin ¿podrías decir que no la quieres? apretó sus ojos y suspiro ¿Qué sentía por Jane? ¿Qué era ese sentimiento? ¿Acaso amor? ¡Imposible!
Todo era muy extraño y ahora todo dentro de su cuerpo estaba revolucionado. Sabía que no podía engañarse y que lo que había vivido con ella iba más a allá de una simple noche de placer.
La miro con profundidad mientras ella intentaba ocultar la tímida expresión de sus ojos.
-¿Paso algo? – Preguntó con voz agua y se apoyo contra el marco de la puerta. Se sentía tan débil como nunca antes. Demonios ¿Cuándo ella se había mostrado tan débil por un chico?
-Es Alice…- le respondió él - ella está enferma.
-Oh… - suspiró - La chica del otro día.
-Es una gran amiga…
-Por la que me dejaste plantada… - Demonios. Contrólate Jane. Ella bajo el rostro otra vez mientras un silencio incomodo se adueño del pequeño espacio que ocupaban para ese entonces. La vibra entre ellos empezó a ponerse tensa. Demasiado ¿y cómo no? Ella estaba a punto de entrar en un colapso mental y la confusión se hacía a cada minuto parte propia de su piel y su mente ¿Qué debía hacer? ¿Cómo podía enfrentarse a esta situación si nunca antes la había pasado? Aunque él le hubiese quitado su virginidad, eso no importaba ahora ya que No tenía duda de que para él no había significado nada.
-Jane… -susurró Justin después de varios minutos de silencio, Ella no levantó su mirada - ¿Por qué no me lo dijiste?
-¿Decirte qué?
-Que esta era tu primera vez – ¿eh? Jane abrió los ojos y su corazón palpitó rápido. – Me hubiese gustado saberlo, hubiese sido un poco…
-No tenías que saberlo. – la castaña levantó la mirada y se encontró con un brillo de confusión palpitando en las pupilas de Justin ¿Qué había querido decir con que no tenía que saberlo?
-Eres mi esposa, Claro que tenía que saberlo.
-Yo No soy tu esposa Justin – le recordó.
Y nunca le había dolido mas decir aquella frase, pero ¿Tenía otra alternativa?¿podía acaso de otra forma tomar su orgullo herido y curarlo? si él no la quería, si él estaba enamorado de esa otra mujer, ella no iba a dejar que él se sintiera comprometido por lo que había sucedido aunque para ella hubiese sido lo más importante que le había ocurrido en esos últimos días – Lo que paso Anoche – Continuó y se armó del valor necesario para mentirle – No fue nada más que sexo.
-¿Sexo? – Justin soltó un suspiro agitado y clavo sus ojos mas fijamente en ella. Demonios ¿Había dicho sexo? ¿solo sexo? – sonrió con cinismo mientras su consciencia se reía a carcajadas de él - ¿Qué esperabas Justin? – se burló - ¿Que saliera corriendo a tus brazos o que estuviera enamorada de ti? ¿No estabas convencido de que lo mas importante para ti era Alice? ¿Qué te pasa ahora?
-Eso dije – Mascullo ella y apartó la cara.
-No te lo creo – le Reprochó él – A mi me pareció otra cosa.
-¿Acaso para ti fue otra cosa? – ella lo miro con la esperanza de que las palabras “Si.. y solo hasta ahora me doy cuenta” pero él no le respondió más que con su silencio y eso le dijo mucho más de lo que ella necesitaba oír
¿Cómo podía responderle? Para él Fue más, claro que lo sabia pero… ¡Rayos! No podía decirle.
Jane lo comprendió a su modo y trago gordo. Se sentía decepcionada – Puedes creer lo que quieras – continuo - Ya yo te he dicho lo que fue.
-Por favor, -Jane… - mascullo él y ella prefirió no mirarlo. Su decepción No se debía al hecho de haber perdido su virginidad, se debía a tener que reconocer que él corazón de ese egocéntrico Narcisista probablemente ya pertenecía a alguien más.
Suspiro profundo y dio un paso corto para irse a su habitación pero Justin la detuvo sujetándola por el brazo
-Puedes dormir en mi habitación – masculló – No tienes que irte
-Prefiero la mía
-Jane... – volvió a decir él - ¿Qué ha pasado?
- Déjalo así, Justin… No tiene caso – Jane soltó un suspiro y con un leve movimiento se soltó del brazo. Le fue muy difícil aparentar que todo estaba normal para ella – Ya que mañana iras al hospital porque “Alice” estará esperándote supongo que…
-¿Qué pasa, Jane? – La interrumpió - ¿Por qué estas tratándome así? – Su indiferencia estaba enloqueciéndolo. ¿Qué pasaba? Hace un momento todo era perfecto, ¿Por qué de repente había cambiado de esa manera?
-¿No tendré que preparar el desayuno, verdad? – Termino la frase sin responderle y giro su rostro para no verlo mientras Justin asintió rendido ante la Actitud que ella había tomado.
Jane se fue sin detenerse a su habitación y al hacerlo sintió todo el peso de lo ocurrido en sus espalda. Ese día había pasado muchas cosas y ella seguramente ya no sería la misma.
¿Qué cosa Tan mala pudo haber hecho para ella cambiara de ese modo? Justin se dejo caer sobre la cama y pasó ls manos por detrás de su cuello. Para ese momento no sabía lo que quería pero… saber que Jane estaba en la otra habitación lo hacía sentir feliz.
Tirado en su cama, recordando todo, cada detalle, cada segundo de lo que había pasado esa noche, en esa misma cama se quedo dormido, dormido pensando en ella...
Pero para Jane fue imposible conciliar el sueño, Solo pudo pensar en todo lo que había pasado Y cuando se despertó y bajo a la cocina lo encontró para su sorpresa, haciendo el desayuno ¿Haciendo el desayuno? Waaoo, Seguramente se había levantado del lado equivocado de la cama. Aunque ¿Por qué estaba en casa tan pronto? Ella claramente había escuchado como temprano por la mañana, él salía en el auto, seguramente que a verla a ella al hospital. Que ridiculez. ¡Jane debe parar de interesarte lo que haga! Se dirigió con quedo hacía él y lo saludo, Justin la miro confundido
-¿Estas cocinado? Deber ser un milagro del cielo. – él solo guardo silencio, Luego de su actitud en la madrugada ¿Ahora le hablaba como si nada? Que… ¿Qué pasaba con ella?
-Es avena – Le respondió – Fui temprano al hospital, La estoy haciendo para Alice… - “Alice” a la sola escucha de esas 5 letras Un frio recorrió el cuerpo de la castaña y fue como si una espiga se le enterrara en el corazón. Otra vez ella… Dios ¿Por qué su corazón dolía de solo pensarlo?
-Oh... Ya veo – respondió ella casi sin voz e intento sonar como si no nada le importara – Eh, Justin… - le murmuró luego - ¿Harías estoy por mi si fuera yo quien estuviera enferma? – Justin levanto sus ojos de inmediato y frunció el ceño. Jane se quedo mirándolo – Puede que no me guste mucho la avena pero si llego a enfermarme quizás la necesite.
-Ya yo lo he hecho por ti – le respondió. ¿eh? Jane se sorprendió
-¿Cuándo?
-Cuando dormiste afuera como una vagabunda y te refriaste ¿No lo recuerdas? – Y una sonrisa disimulada se escapo de sus labios sin pensarlo, Era cierto, él ya había hecho eso por ella y aunque fuera poco, esto la hacía sentirse mejor – cuando estén listas – Agregó Justin - llévaselas a Alice al hospital central - ¿!Qué!? solo eso pudo pensar ¿si habia escuchado bien? - ¿Sabes donde esta? Si no tienes la dirección te la dejaré anotada en un papel
-¿Yo? – Soltó casi al instante sin repelo - ¿Por qué yo?
-Estaré ocupado con Aly en una sesión de fotos y no puedo ir a dejársela personalmente ¿Feliz?
Jane trunco un gesto y respiro hondo. Lo que menos quería era tener que verle la cara a esa mujer que sin saber porque empezaba a No agradarle ¿Y porque le agradaría? Después de todo no era su obligación que ella le cayera bien.
…………………….
Jane Termino de acomodarse el cabello en una coleta y se dirigió al hospital. ¡Qué ridiculez!
El día estaba medio nublado y su ánimo parecía estar igual de decaído. Por suerte Justin se había marchado hacía bastante tiempo ya y había podido ponerle fin su actuación de “Lo que paso anoche no me importa” se volvió difícil aparentarlo y más cuando él sin disimular se le quedaba mirando tan fijamente. Si que podía a llegar a estropearle la mente. Seguramente eso era lo que se proponía.
Dio un suspiró miro las grandes letras blancas en la parte superior del edificio “Hospital central” luego de cruzar esas puertas de vidrio polarizado, llegar a la habitación de Alice no sería muy difícil. Habitación 302
Aun no se creía estar allí.
La rubia estaba arreglando terminado de meter unas cosas a su bolso cuando Jane entró a su habitación ¿Eh? ¿Qué estaba haciendo la esposa de Justin allí? ¿Porque…? Prefirió detener sus pensamientos, la realidad era que ya se le hacía muy difícil demostrarle simpatía a Jane cuando en realidad sentía cierta apatía hacia ella. Y no era por su forma de ser ya que no la conocía bien para juzgarla por su personalidad. Todo se resumía a Justin. El solo hecho de ser su esposa la hacía indeseable para ella.
Por suerte, Jane era mucho mejor actriz que ella y disimulaba mucho mejor su desagrado.
-Hola – Fue Jane quien habló. Alice volteo su cara rápidamente.
- Estas aquí… - dijo ella a su vez y trunco el gesto. Jane por su parte suspiro profundo y sintió algo de ¿podría decir compasión por ella? no sabía cómo llamarle. Cuando la vio pálida y decaída con ese vestido azul. La chica había estado enferma. Quizás no tenía culpa de nada ¿Cómo la podría culpar por los sentimientos de Justin?
-¿Te preparas para ir a casa? – le preguntó. Alice guardo la cartera en el bolso que estaba sobre la cama y asintió. Si, ya le habían dado el alta pero eso era lo que menos le importaba ahora. Miro un momento hacia la puerta para ver si lo veía aparecer pero… no Apreció - ¿Y Justin? – Le pregunto a Jane - ¿No vendrá? –
¿Qué ya no vino a verte en la mañana? ¿No te conformas? Jane se mordió la lengua para no decirle nada.
-No – le respondió - Tuvo cosas que hacer… - Alice bajo los ojos.
-Ohh… Ya veo. – Jane levantó la bolsa que traía en las manos y se la paso a Alice, quien la recibió bastante dudosa.
-Es avena – Le dijo antes de que preguntara – Deberías tomarla, te hará bien – ella vio el empaque rosa que Jane había dejado en sus manos y frunció el ceño. La sacaba de quicio que esa chica fuera tan amable.
-Creo que me la comeré después – Aludió indiferente - no tengo mucho apetito ahora
-Vale, como quieras… - Jane bajo la cabeza y trago gordo. Ya lo había hecho y muy a su pesar tenía que admitir que no entendía el porqué había decido hacer semejante locura. Quizás porque quería verle la cara a Alice una vez mas o lo que fuera, el hecho es que ahora ya podía irse de ese sitio y evitar a esa niña consentida que parecía no haber pasado malos momentos en su vida.
-Escucha, Jane… – Alice interrumpió sus pensamientos y que bueno que lo hizo - ¿No te sientes un poco “incomoda” haciendo esto para mí? – Jane soltó un poco de aire y levantó una ceja.
-¿A Que te refieres? – la rubia cerró el cierre del bolso y volteo a verla
-A que Yo llamo a Justin, a que yo Me veo con Justin ¿Qué eso No te molesta ni un poco? –
Jane rio falsamente
-¿Acaso debería Molestarme? - Alice sonrió dándole a entender a Jane muchas cosas. Entre ellas una muy clara “Justin me interesa” pero la castaña quiso no darle largas al asunto, al fin y al cabo, esa batalla ella no quería pelearla ¿para que perder su tiempo?
-Él y yo somos amigos desde hace mucho tiempo – el tono de superioridad que usó la rubia logro prenderle la mecha - y aunque se haya casado contigo He decidido que nada cambiara entre los dos ¿Lo entiendes?
-¿Qué se supone que debo entender? – Jane habló con firmeza y le sostuvo la mirada ¿Quién se creía para hablarle así? - Vamos – continuo - Explícate un poco a ver si logro comprender lo que quieres decirme porque pareces que quieres decirme algo pero no te atreves a decírmelo con palabras concretas – Jane se cruzo de Brazos mientras Alice sonrío con ironía. - ¿Qué quieres decir<?
-Quiero decir que Justin y yo…- Empezó, pero…
-¿Jane? – La voz de una mujer las interrumpió y al escucharla Ambas voltearon a verla.
Mierda, no. Era la madre de Justin.