capitulo 80

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maraton 7/10

“Y esta fue otra casualidad más”

Un tiempo atrás, como aquel día en Rusia cuando lo conoció o cuando empezó a trabajar para él, imaginarse besándolo la hubiera escandalizado de sobremanera o hasta ridículo le hubiera parecido. porque la sola idea de pensar en él como hombre sonaba casi imposible entonces, pero ahora, que lo tenía tan cerca, con su aliento perfumado por una fragancia fresca y que ella no conocía, con toda la directa intención de juntar sus labios, no sabía que pensar.

¿Lo iba a besar? Su corazón dio un vuelco ¿Lo haría, sí o no? 

Los brazos de Alan la empujaron hacía él, haciéndola sentir el cálido tacto de su pecho y al mismo tiempo inhalar de cerca el perfume de su camisa. Un perfume caro pero suave, con una fragancia delicada y cómoda al olfato, Justo como lo era él.

Lo iba a besar. Estaba decidido. 

No importaba ella no se sentía del todo convencida. 

Iba hacerlo ¿Qué podía perder?

Sus rostros se acercaron más que antes y Jane casi pudo sentir la fina textura de los labios de Alan sobre los suyos. Era como si él tuviera el poder de atraerla hacía sus labios con la mirada, con el tacto. 

Era una sensación no del todo extraña pero si diferente. Una diferencia tonta que, aunque no debería siquiera pasarse por su cabeza, allí estaba. Radicaba en la persona. En la forma en que Alan la abrazaba mientras buscaba sus labios, en la forma en que sus brazos la tocaban mientras lo hacía y en la forma en que sentía que él estaba deseando darle un beso. Justin nunca había buscado sus labios, y jamás había puesto cuidado en el sitio en el cual ubicaba sus brazos, él simplemente llegaba, se acercaba a ella de improviso y en el momento menos esperado la estaba besando, acariciando y haciéndola caer en un mar de confusión que aunque al final siempre resultaba mal era agradable al momento. Siempre tan impredecible, siempre… estúpido.

Siempre dejándola caer.

Había disipado cualquier duda sobre la situación después de ese último pensamiento. Mientras los brazos de Alan estrechaban su espalda notó lo tensa que estaba. Relajó sus hombros con calma y respiró profundo esperando que en cualquier momento sus labios chocaran con los del pelinegro y sintiera algo distinto. Algo mágico, esperaba sentirse tan extraña después de ese beso que no dejaría de pensar en Alan por lo que restaba del día y esperaba también que con el tiempo el único nombre de un hombre que tendría lugar en su cabeza sería él. 

Pero él no la besó.

En el momento en el que iba a hacerlo, en que empujaría su rostro al de ella para sentir el suave carmel de estos, el timbre de un teléfono los interrumpió.

Una increíble y estúpida casualidad.

El pelinegro apoyó su frente en la frente de Jane con delicadeza y tomándole las mejillas dejó escapar una vaga y falsa sonrisa. Frunció el ceño, intentado adivinar quien habría sido en inoportuno que lo había detenido y apartó una mano de la mejillas de Jane para contestar el teléfono, el cual seguía sonando imparable con un extraño tono dentro del bolsillo de sus Jeans. Tal vez era música de Rusia o inglesa o incluso podría ser española, Jane habría prestado más atención al sonido del celular si no se hubiera quedado tan ensimismada en su lugar con una de las manos de Alan sobre su mejilla completamente en silencio. 

¿Y Si eso había sido una señal de que no estaba haciendo lo correcto? ¿ De que debía pensar las cosas mejor? Empezó a sentirse como si fuera una loca de esas que creían demasiado en el destino y las supersticiones de su propia cabeza ¿Por qué se estaba sintiendo tan estúpida entonces? Un sentimiento de “No es justo para él hacerlo si no lo sientes” la atrapó, metiendo dentro de ella un sentir de culpabilidad. Más que estúpida, como una idiota.

amor por accidente justin bieber(terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora