“Una invitación Sorpresa”
¿Cómo podría sentirse la gran Jane schimied en ese momento? Una verdadera estúpida descuidada. Aun no se creía haber perdido él regalo de Justin. Él quien precisamente estaba justo frente a ella observándola mientras limpiaba los grandes ventanales de la casa, estos iniciaban desde el ligue del suelo y terminaban en el inicio del cielorraso. “Una linda casa, merece una linda vista” y esto fue lo que pensó el padre de Jane al construirla aunque ahora para ella fuera una tortura tener que limpiar esos vidrios porque así lo quería él rubio testarudo que tenia por esposo. Jane soltó un suspiro corto. En realidad, esto de tener que hacer el oficio a toda la casa y limpiar las ventanas no era lo que la tenía tan bajada de ánimo y con la cabeza tan grande en ese momento, Era otro mínimo e insignificante problemita “Justin” ¿Cómo le diría que perdió la grabadora sin tener que escuchar sus reproches? No sabía de hecho, como poner el tema a la luz, primero porque no quería verle su cara de “Oh eres tan tonta” y segundo porque tampoco quería escuchar lo que conociéndolo como ya lo conocía él diría… Mmm y si nunca le decía ¿estaría muy mala? ¿Qué era lo peor que podía pasar? Justin le lanzo una mirada fugaz en ese instante y ella hecho un poco mas de limpia vidrios sobre los amplios ventanales… sabía que no debía estar tan preocupada pero… ¿Cómo carajos hacia para dejar de sentirse tan mal? Era muy difícil para ella y aunque estaba consciente de que Justin no podría asesinarla por haber perdido la grabadora o algo parecido, estaba ese “pero” que no la dejaba tranquila, de la única verdad que tenía conocimiento ahora era que jamás se había sentido tan mal por haber perdido algo y eso en ella, quizás era demasiado, ya que había perdido muchas cosas… paso el trapo por la ventana derecha y dejó escapar otro suspiro. Lo peor que podía pasar cuando se enterara era… quizás era nada. De todas formas Justin no le prestaba atención a ese tipo de cosas. No que ella supiera.
-Te faltó limpiar un poco en el lado derecho - le dijo él, quien estaba sentado en el sofá de la sala con dirección hacia los ventanales, Jane volteo a verlo y frunció el ceño. No entendía como podía ser tan irritablemente mandón. No le dijo nada, volvió a girarse hacia los ventanales y limpio por donde él le había indicado
-¿Aquí? – le pregunto mientras pasaba el trapo húmedo por el lugar.
-Más arriba, Jane – le respondió él. ¿Más arriba? ¿Enserio o Acaso Se estaba burlando? Era obvio que más arriba ella no alcanzaba. Suspiro resignada e intento limpiar saltando un poco sin hacerle ningún reproche Ese día, prefería no hacerlo molestar.
-¡Te dije que más arriba! – vociferó y la castaña volteo a verlo con él ceño fruncido.
-No me alcanzan los brazos, Justin ¿No lo ves? – se giro nuevamente y siguió limpiando sin prestarle atención cuando de la nada, Justin apareció detrás de ella y le quito sin más el limpia vidrios y el trapo de las manos. Jane se echó a reír cuando lo vio ¿y ahora que le había dado? Definitivamente nunca se cansaría de decirlo, el era tan extraño…
-¡Mira como se hace! – le dijo y echó más del liquido transparente sobre los ventanales, luego empezó a limpiar con el trapo por las partes que Jane no alcanzaba… ¿acaso tenia él que hacerlo todo? Eso le pasaba por casarse con una esposa tan bajita como ella. Si porque ella era bajita… aunque – rio para él mismo - bajita tenía su propia belleza ¿No? Ese cabello largo y medio ondulado en las puntas no lo tenía cualquiera y también estaba su olor… esa fragancia que se percibía cuando se estaba cerca a ella que parecía embriagarlo sin darse cuenta. No sabría decir si era colonia pero era tan agradable… Justin paró de pensar de repente y se puso un stop bien grande en su mente. Últimamente tenía mucho este tipo de pensamientos sobre ella y no debía tenerlos. No estaba bien. Siguió limpiando más arriba y con más rapidez y luego la miro - ¿Qué no puedes hacerlo tú de este modo?