Next To Me. «Camren»

Capitulo 19.

Capitulo 19.

*POV Camila*.

Lucy: Hm.. Camila.

Dijo sentándose con cautela frente a mí en la mesa, luego de haber dejado un té para mí, el que ni quería tocar.
Ella miraba incómoda la cocina de mi casa, como si esta fuese a atacarla o algo.

-¿Qué sucede?, ¿Es Lauren?

Lucy: Sí, es sobre ella.

-¿Ella está bien?, ¿Qué le pasó?

Dije asustada, ya queriendo romperme a llorar otra vez, sintiendo mi corazón romperse un poco cada vez más.
El día ya estaba acabando y ya no quería sufrir más.

Lucy: Anoche cuando Lauren salió del hospital se fue a la casa de Celine, una.. amiga de Lauren y mía.

-Sí, lo sé. -ella soltó un suspiro y me miró fijamente.- Lucy, no entiendo.

Lucy: Se acostó con ella. Lauren se acostó con ella.

Mi corazón terminó de romperse, incluso, lo sentí detenerse, al igual que mi respiración.
Me sentí morir por dentro.

Lucy: Yo.. no lo sé, pero dijo que estaba enojada, y solo se..

-Se acostó con ella.

Terminé por ella, sintiendo mi rostro arder del coraje, de vergüenza.
Cerré mis ojos, y cubrí mi rostro con ambas manos.
Era tan estúpida por estar preguntando por ella, por preocuparme por ella.

-Préstame tu celular.

Ella me lo entregó con algo de inseguridad y yo marqué a Lauren, pero me contestó otra chica.

-¿Quién eres?

xx: Soy Veronica.. ¿Tú quién eres?

-Soy Camila. Necesito hablar con Lauren, dile que soy Lucy.

La chica aceptó y escuché como le entregaba el celular a la ojiverde.
Sentía un enorme nudo en mi garganta, pero no era aquel que me daba enormes ganas de llorar, era aquel que me estaba casi obligando a gritarle.

Lauren: ¿Ho.. hola?

-Quiero escuchar con tus propias palabras lo que Lucy me contó.

Ella rió, y cada vez la odiaba más.
Escuché un choque entre botellas de vidrio, y pude darme cuenta de que estaba tomada.

Lauren: Me acosté con Celine, Camila. Y me encantó. -mordí mi labio, y no pude evitar soltar lagrimas, las que quemaban mi rostro.- ¿Eso querías escuchar?, ¿O quieres detalles?.

-Lauren..

Lauren: ¿Duele, verdad?, que te quiten a la persona que amas.. sentirte humillada por la persona que creíste era lo mejor para ti. Espera, obviamente no siente nada, ni siquiera me amas. -rió con sarcasmo y yo solo guardé silencio.- ¿Qué?, ¿No dirás nada?

Vero: Lauren, ya deja de beber.

Lauren: No molestes, estoy hablando con Camila. -dijo enojada.- ¿Sabes?, yo solo quería tomar tu mano, abrazarte.. besarte. Pero lo besabas a él.. lo.. lo besabas a él, y yo.. -sollozó, partiéndome el corazón otra vez, si es que esto era posible.- yo sentía como mi corazón se rompía lentamente. ¿Pero así es como funciona, no?. Amas.. te aman, o crees que lo hacen, y de un segundo a otro ya no tienes nada.

Vero: Lauren, entrégame la botella.

Lauren: ¡Cállate! -le gritó.- ¿Camila, por qué querías que te dijera lo de Celine?. No es algo que te importe. Tuve sexo con ella cuando ya no eras mi novia. Rompiste nuestro estúpido noviazgo cuando lo besaste.

Corté el celular, ya sin poder seguir escuchándola, y se lo entregué a Lucy.
Me levanté de la mesa y salí de la cocina, sin saber si estaba enojada, triste, o simplemente destruída.

Lucy: Mila.. hey, espera.

Tomó mi mano cuando pisé el cuarto escalón para subir a la segunda planta, obligándome a voltear para mirarla.

-Estaba tomada.

Lucy: ¿Dijo muchas estupideces?.

-Solo dijo la verdad.

Ella soltó un suspiro, y me miró con lástima, como si fuera un perro abandonado, así que me alejé de su alcance para continuar subiendo hacia mi habitación.

Lucy: Camila..

-Solo.. solo déjame sola. Necesito estar sola.

Dije casi rogando que se fuera, pero ella no lo hizo, solo subió hasta donde estaba y me abrazó, por unos minutos, yéndose luego de esto.

Subí hasta mi habitación y me acosté en mi cama, cubriéndome hasta mi cabeza, permitiendo que las lagrimas cayeran sobre la almohada.
Cogí el oso a mi lado y lo lancé con fuerza hacia la pared, soltando un sollozo al comenzar a escuchar la canción del oso.

Hundí mi rostro en mi almohada, pensando en que nada de esto hubiera pasado si yo no lo hubiera besado. Estaría abrazada a ella, acariciando su cuerpo, probando sus labios.

*POV Lauren*.

Eddie: ¿En dónde estabas?

Me preguntó mi tío a penas entré a casa, y solté un gruñido, molesta con todo mi alrededor, y es que estaba algo tomada.

-¿Y a ti qué te importa?

Eddie: ¿Disculpa? -se acercó a mí, enojado.- Apestas a alcohol. Estás ebria.

-¿¡Y a ti qué!?

Él hizo su mano derecha un puño, y me golpeó con fuerza en el rostro, haciéndome caer al suelo, ya con mi labio inferior sangrando.
Lo ebria se me había quitado en un segundo con el golpe.

Eddie: Vuelve a hablarme así y no podrás moverte en semanas.

-Vete a la mierda.

Él me dio una patada en el abdomen, justo donde estaban todas mis heridas, justo donde más me dolía.
Se colocó sobre mí y me golpeó como nunca antes en la mejilla, en mi ojo izquierdo, en la boca, en la nariz, en todas partes, hasta que se cansó, y yo ya me encontraba sangrando por todas partes.

Él hace años que no me golpeaba, mi tía sí, pero él no.
Me levanté del suelo y pude ver a mi tía en el marco de la puerta, la que había visto todo lo que pasó, pero ni siquiera se movió.

Subí entre sollozos hacia mi habitación e iba a entrar al baño, pero me encontré con Verónica sentada en mi cama.

Vero: Hola, venía a acomp.. -se interrumpió a si misma al encender la luz de mi mesa de noche, logrando ver mi estado. Se levantó y acunó mi ensangrentado rostro.- ¿Qué te pasó?

-Nada. -traté de sonreír, pero solo sollocé.- Tuve una pelea en el bar.

Vero: Cariño, esto fue ahora. ¿Quién te golpeó?, ¿Fueron tus tíos?.

Negué con mi cabeza, intentando hablar en un principio, pero no pude hacerlo, y ella notó que ella había acertado.

Vero: Te fuiste de mi casa hace menos de una hora, y ahora está así por culpa de ellos.. yo.. hay que decirle a la policía.

-No se lo digas a nadie. Por favor. -rogué, bajando la mirada.- Nadie lo sabe, ni Lucy, ni.. Camila. Nadie lo sabe. No puedes decírselo a nadie.

Vero: Pero Lauren..

-Por favor.

Ella soltó un suspiro y me tomó de la mano, llevándome al baño para buscar alcohol y algodón para ayudarme con las heridas. Me sentó con cuidado sobre el borde de la bañera y con cuidado limpió la sangre de mi rostro, terminando por las heridas de mi abdomen que se habían abierto.

Luego me ayudó a colocar mi pijama, y me abrazó con cuidado, notando lo inestable que me sentía y me veía.

-No me dejes.

Vero: Sh.. no lo haré.

-Todos me dejan.