Capítulo 32.

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Capítulo 32.

Bostezo cuando logro acostumbrar mi vista a la iluminada habitación, debido a recién haber despertado.
Me moví ligeramente, sintiendo el cuerpo de mi novia abrazarme por detrás.

-Amor..

Susurré, acariciando su mano para que despertara y me permitiera moverme, pero nada pasó. Ella solo se quejó y me aferró más a ella.
Reí y quité sus brazos de mi desnudo cuerpo. Colocándome sobre ella, besando su cuello y su rostro.

Ella no abrió sus ojos, y solo me aprisionó nuevamente entre sus brazos. Esta vez permitiéndome un poco de movilidad.
Coloqué una de mis manos sobre las cicatrices de su estómago, acariciándolas con cuidado. Subiendo mi mano lentamente por entre sus pechos, y acabando en su mejilla. Dándome cuenta que ya me estaba mirando.

Era hermosa, y estaba tan lastimada.
Sus ojos brillaban, y ni siquiera podía explicar cuánto dolor se podía ver reflejado en ellos.
Ella estaba agotada.

-Es hora de tus medicamentos.

Besé la punta de su nariz, y me levanté de la cama con pereza. Colocándome una de las camisas de Lauren que me cubría hasta los muslos.
Ella necesitaba un tiempo con antidepresivos y un par de pastillas para completar su desintoxicación de drogas. Sin embargo, ella ni siquiera se preocupaba de tomarlas.

-Vendrán Lucy y Vero a verte. -me senté a su lado mientras tomaba sus medicamentos. Acariciando su pierna por sobre las mantas de la cama.- Debes disculparte con tu mejor amiga por el horrible golpe que le diste.

Ella solo asintió, acomodándose en la cama y mirando hacia la ventana.
Había momentos en los que pareciera que se ausentara. Supongo por los pensamientos en los que se puede llegar a sumergir, y yo solo podía quedarme a su lado, susurrándole cuánto la amaba.

Lucy y Veronica llegaron minutos después mientras desayunábamos entre risas, y es que yo estaba haciendo caras y contando chistes para que Lauren pudiera dejar el humor con el que amaneció.

Vero: Hola, pequeña. -sonrió y le besó la cabeza.- ¿Cómo te has sentido?

Lauren solo asintió, mirando fugazmente a su mejor amiga, quien ni siquiera saludó. Sólo se arrodilló dándonos la espalda, jugando con Charlie.

Vero: Hm.. -miró también a su novia.- Veníamos para saber cómo estabas.

Lauren: Estoy bien.

Vero: Entiendo. -le sonrió ligeramente, y se acercó a su novia, acariciándole la cabeza.- Hey.. Lucy.

Lucy se levantó, y le tomó la mano. Alzando su cabeza y mirando a Lauren fijamente. Permitiéndonos ver como su labio estaba partido, algo hinchado y morado, pero sanando.

Lauren: Lo siento, Lu.

Lucy: Tranquila. Son heridas de guerra. -mi novia soltó una risa, pero llena de culpa.- Ahora es mi turno.

Alzó su mano en un puño, y lo acercó a la mejilla de Lauren, pero simplemente la acarició con cuidado.

Lucy: No seas capaz de dejarme.

Mi novia se levantó y la abrazó con fuerza.
Sí. Asustaba que a partir de una decisión apresurada, ella pudiera dejar nuestras vidas. Agotaba el solo pensar en querer controlar todo su alrededor para que aquello no sucediera.

Lucy: Esta noche saldremos a beber.

Dijo emocionada, alejándose de Lauren y tomando la mano de su novia nuevamente.

Lauren: Pero no puedo beber.

Lucy: Tú no, pero yo sí.

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