El Legado del Cuarto Hokage {Itachi y tú}

La mejor hermana del mundo

-¡Onee-san!-gritaron en mi oído

Me levante de forma brusca con el corazón acelerado pensando que algo le había pasado a mi amado hermano pero en lugar de encontrar a un atacante encontré a un pequeño ojiazul brincando a mi lado sonriente. 

-Naruto, buenos días-sonreí acariciando su cabello

-¡Hoy es el día!-chillo alegre

-Lo sé-me levante y rebusque en mi armario una pequeña caja azul con un lazo rojo, la tome y la oculte detrás de mí. Mi hermano me veía impaciente y reí ante su adorable cara.

-¡Sorpresa!-le tendí la caja

-¡Onee-san!-la tomo con ansias-¿Puedo abrirla?-asentí

-¿Te gusto?-mi hermano comenzó a chillar como loco y a correr con el regalo en las manos

.¡Eres la mejor, Onee-san!-me abrazo

Naruto había estado muy ilusionado con tener ropa nueva, pero quería algo que fuera diferente al resto por lo que yo misma había diseñado y hecho un traje para él era anaranjado con blanco y azul, era sencillo pero seguro le quedaba perfecto. Hoy no tenía misiones por lo que le había prometido pasar absolutamente todo el día a su lado, cosa que lo ilusiono muchísimo.

-¿Quiere mi amado niño ir por ramen?-él asintió entusiasmado

Salimos con rumbo a Ichiraku para comer unos buenos tazones re ramen y para mi maravillosa suerte (no es sarcasmo) me encontré con Itachi quien salía de una tienda de dangos.

-¡Itachi!-lo llamé y al verme sonrió

-Buenos días-me beso

-¡Oye, deja a mi Onee-san!-Naruto se abrazo a mi pierna

-Naru, ¿Te importa si invito a Itachi a comer con nosotros?-mi hermano inflo las mejillas-Él pagará

-Vale, vale-mi hermano emprendió marcha a Ichiraku con una gran sonrisa

-¿Por qué debo pagar tus cuentas?-me miro divertido

-Porque eres el mejor novio del mundo, porque me amas y porque debes ganarte el amor de tu futuro cuñado-le plante un beso

-¿Y tú no debes ganarte e amor de tu cuñado?-sonreí victoriosa

-Sasuke me ama-dije risueña

-Vale, es cierto-me tomo de la mano

Cuando íbamos para Ichiraku vimos una multitud, algo me dio mala espina así que me acerque a mirar y lo que vi me enfureció, un hombre acababa de lanzarle una mascara en la cabeza a mi hermano quien se encontraba tirado en el suelo.

-¡Solo estaba mirándolas!-chillo

-¡No me importa!-grito el hombre-¡Lárgate!

-¿Lo puedes ver?-oí decir a una mujer-¿No es ese el niño...?-fue interrumpida

-¡Shhh! Tenemos prohibido hablar de eso-dijo otra mujer

-¡Ya lo verán!-mi hermano se levanto y grito-¡Algún día seré Hokage!

Mi hermano se fue corriendo mientras toda la gente murmuraba cosas sobre mi pequeño hermano, apreté los puños y con toda la furia del mundo camine hacia el centro de la multitud captando la atención de todos, tome la mascara y mirando al hombre con la furia emanando de cada poro de mi cuerpo, la rompí.

-¡Hey, tendrás que pagar eso!-me riñó el hombre

Caminé hasta él y lo tome por el cuello, al gente comenzó a alterarse y el miedo baño el rostro del hombre.