-¿Esto tiene que ver con la muerte de Shisui?-pregunto la pelirroja
-Algo así-dijo entregándole una pequeña bolsita
-¿Qué es esto?-murmuro abriendo la bolsa-Esto es...
-Estará mejor contigo que conmigo-ella lo miro a punto de llorar- Deb...
Me costaba respirar mientras mi esposo me sacudia y me llamaba con insistencia, mi padre, Kakashi y Zetsu me miraba atentamente mientras yo sentía como todo dentro de mí se hacía pedazos, era incapaz de pensar o de hablar, mi alma entera estaba rota en pedazos.
-¡Kakashi-sensei!
-¿Qué pasó?
-¡Arrancaron el Kyubi de Naruto! ¡Si no hacemos algo...!
-¡Naruto!-me puse de pie con rapidez-¡Oh Dios mío!-gemi al verlo-¡N-No te preocupes, y-yo te salvaré!
-¡Detente!-oí oí mi padre-Morirás si lo haces
-¡¿Te crees que me importa?!-grité entre lágrimas-¡¡Mejor yo que él!!
Comencé a pasarle el chakra de Kurama a Naruto par salvarlo cuando Zetsu intervino robandolo y logrando evitar que salvara a mi hermano. Caí al suelo debilitada y devastada, mire furiosa hacia ese ladrón, las lágrimas ya ni caían por mis mejillas, estaba demasiado cansada como para evitar llorar. Sentí unos brazos sujetarme antes de caer por completo al suelo, apenas pude reconocer unos cabellos rubios para saber que era mi padre. Justo en ese momento oí un fuerte golpe y el chakra de Madara apareció.
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Miré hacia donde se suponía estaba Naruto e intenté estirar mi mano, estaba demasiado débil y mi cuerpo no me respondía, así mismo, me era imposible escuchar nada de lo que se decía a mi alrededor. El chakra de Sasuke era una diminuta luz igual que el de Naruto, tan débiles que apenas podían sentirse. Mi visión estaba bordeada por una nube oscura, el sueño comenzaba a absorber todo a mi alrededor cuando sentí que los brazos que me sujetaban eran cambiados. Una mueca e intento de sonrisa adorno mi rostro al reconocer vagamente aquellos ojos, un cosquilleo se paseó por mi mejilla y supe que me estaba acariciando la mejilla, sus ojos estaban tristes y con lágrimas no derramadas, el pánico bañaba su semblante.
-Por favor... por favor resiste...-se oía lejano-No te atrevas a cerrar los ojos...
-¡Kakashi, lleva también a ___!-gritó mi padre
Un extraño sentimiento me golpeó mareandome, para luego volver a sentir el suelo a mi alrededor, pero aunque intenté mirar a mi alrededor terminé dejándome arrastrar por la inconciencia aún cuando mi esposo gritaba que despertara. Cuando abrí los ojos de nuevo me sentía más fuerte que antes, mi chakra se había restaurado, mi hermano sonreía hacia mí, Sakura y Obito detrás de él, mientras mi esposo me sujetaba por detrás dejandome sentada y recargada en su torso.
-N-Naruto...
-¿Cómo te sientes?-preguntó
-Y-Yo...-mi labio tembló mientras mis ojos se llenaban de lágrimas-N-Naruto...
-Me alegra que despertaras...
-¿Cómo es que seguía con vida?-preguntó Sakura
-Al pertenecer al Clan Uzumaki, puede permitírselo-le contestó débilmente Obito
