El Legado del Cuarto Hokage {Itachi y tú}

Cuarto Hokage

-Yo cree el jutsu de sellado de modo en que pudiera aparecer en tu mente en caso de que el sello se rompiera al punto de salir la octava cola-me decía aquel hombre-Realmente quise evitar esto... Ya que no deseaba volver a verte... Kyuubi-miro de reojo al zorro quien gruñó-Pero... Tenía ganas de ver a mi hijo como un hombre-dijo mirándome- Entonces estamos a mano

~Cuarto Hokage... ¡Ven aquí! ¡Te haré pedazos!

-Bueno, si ese es el caso, mejor me alejaré ¿No es así, Naruto?

-Naruto... ese es mi nombre...-no entendía una mierda de lo que estaba pasando, me sentía muy confundido- ¿Cómo es que el Cuarto Hokage sabe mi nombre?

-Bueno... Es el nombre que te di-sonrió alegre-Tú eres mi hijo, después de todo

-¿Hijo? Entonces... Yo soy...

-Sí..-afirmo-Como escuchaste. Tú eres mi hijo 

¿Mi papá? ¿De verdad estaba frente a mi padre? Sentí las lagrimas amontonarse en mis ojos, mi corazón latía muy fuerte, me sentía demasiado feliz por estar frente a mi padre y no solo eso ¡Mi padre era el Cuarto Hokage! Uno de los ninjas más fuertes del mundo. Las lagrimas bajaron por mis mejillas mientras comenzaba a reír, me sentía muy feliz.

~¡Cuarto Hokage!

-Es muy ruidoso, ¿no? Vamos a un lugar mas tranquilo-chasqueo los dedos y nuestro alrededor cambió-El Tercero no te dijo nada, ¿verdad?-pregunto-Supongo que quería evitar todo rastro del Kyuubi-limpie mis lagrimas- Sí la gente hubiera sabido que eras mi hijo hubieras estado en peligro

-Papá...-murmuré para luego golpearlo en el estomago- ¡¿Por qué sellaste al Kyuubi dentro de tu propio hijo-ttebayo?! ¡¿Sabes todo lo que pasé por eso?! Todos me miraban con desprecio... Y no podía hacer amigos ¡Quería que la gente me aceptara!-grite enfadado- así que entrené muy duro para hacerme fuerte, entonces conocí a Iruka-sensei, a Kakashi-sensei y a Ero-senin ¡Y estaba tan feliz porque me ayudó a hacerme más fuerte!-me miraba lamentándose- Pero debido a eso, un grupo llamado Akatsuki vino por mí, así que tuve que entrenar más duro... Tengo que ser aún más fuerte, pero Akatsuki incluso mató a mis amigos-me sentía muy frustrado- Pero... ¿eh? ¿Qué estoy diciendo? Maldición, ¡¿se supone que debo estar contento o enojado?! ¡No lo se-ttebayo!-limpié mis lagrimas

-Naruto... ¿Qué edad tienes?-preguntó

-Dieciséis...

-Ya veo, así que ya tienes dieciséis años. Debió haber sido difícil para ti... Lo siento, Naruto... Supongo que después de hacer pasar a mí hijo por tantas cosas no tengo derecho de actuar como padre y pedir disculpas

-No... Está bien-contesté-Soy hijo... del Cuarto Hokage... así que puedo manejarlo 

-Sellé la mitad del chakra del Kyuubi dentro de ti porque creí que podrías controlar su poder -lo mire sorprendido-Porque tú eres mi hijo... Y hay una razón por la que lo hice, cuando el Kyuubi atacó la aldea hace dieciséis años descubrí algo...

~Narra Rayis~

¿Dónde estoy? ¿Qué ocurrió? Abro los ojos mirando a mí alrededor confundida, está oscuro y estoy acostada en agua ¿Qué?

~Dieciséis años encerrado dentro de ti... Dieciséis años en los que ignoraste mi presencia...

-¿Huh?-miré la enorme jaula frente a mí, era idéntica a la que había visto hace años-¿K-Kyuubi?

~¿Quieres ayudar a tú hermano? Sabes que soy el único medio que te queda...

-¿Realmente crees que tus palabras convencerán a ___?-abrí mis ojos ante esa voz-No olvides que... hablamos de mi hija...