- Genial, ¿y ahora qué? -pregunté mirando el cartel de CERRADO.
- Ni idea -se encogió de hombros-, déjame pensar un momento.
- Podemos ir a casa y ver una peli o algo.
- No, te prometí una cita y la vamos a tener -se metió las manos en los bolsillos de la chaqueta y miró al suelo, pensativo-. Vale, tengo una idea, no tienes ninguna prisa para nada, ¿verdad?
- No, tengo toda la tarde libre.
- Bien, pues nos vamos a casa y dejo el coche. Iremos en metro.
- ¿A dónde?
- Sorpresa.
Me tomó de la mano y volvimos a dirigirnos al aparcamiento donde habíamos dejado el coche.
(***)- Hey, Katy, hemos llegado -dijo Daniel despertándome, zarandeándome el hombro-. ¿Tanto sueño tenías? -se levantó y yo hice lo mismo.
- No, pero tampoco tenía nada mejor que dormir, hemos estado más de media hora dentro -salimos del tren y nos dirigimos a la salida. Me paré de golpe al leer el cartel de la pared-. ¿Piccadilly Circus?
- ¿Tienes hambre? -preguntó ignorando lo que había dicho.
- Sí, bastante. ¿Saqueamos M&M's?
- ¿Quieres saquear M&M's? -asentí efusivamente-. Pues vamos a saquearla.
Me agarró del brazo y juntos salimos de la estación de metro. M&M's estaba a menos de cinco minutos a pie de la estación de Piccadilly.
Me aferré con fuerza a mi cazadora cuando el frío me golpeó de lleno. Mi novio, que no pasó por alto mi reacción al cambio de temperatura, hizo ademán de quitarse el pañuelo que tenía en el cuello.
- Ni se te ocurra -dije agarrándolo por el brazo.
- Tienes frío -volvió a hacer ademán de soltar el nudo pero lo agarré por las muñecas.
- No, si yo tengo frío tu también lo tienes que tener.
- Por favor, soy británico, para mi hace calor -se quitó el pañuelo, sin darme ocasión de rechistar y me la puso alrededor del cuello.
- Yo también soy británica.
- Medio británica, yo lo soy al cien por cien.
- Oh, un británico al cien por cien, agárrame que me desmayo de la emoción -rodé los ojos.
- No te metas conmigo -me agarró del cuello con un brazo, inmovilizándome, y me revolvió el pelo con el otro.
- ¡Dani! -chillé apartándolo de un empujón-. Un británico al cien por cien no haría lo que acabas de hacer -comencé a caminar hacia la tienda.
- Te quiero Kat -dijo alcanzándome y rodeándome la cintura con los brazos.
- Ya, ya.
- ¿Sabes? Me gustaría hacer una cosa ahora mismo, pero no sé si será muy apropiado.
- ¿El qué? -pregunté sin dejar de caminar.
- Me gustaría besarte, aquí, delante de todos -me detuve en seco y me giré quedando frente a él.
- Por suerte para ti solo soy medio británica, así que, bésame -me puse de puntillas y cerré los ojos para sentir acto seguido sus labios sobre los míos.
Tras aquello, nos dirigimos a la tienda. Adoraba esos dulces, mi padre siempre me compraba un paquete cuando íbamos al cine. Él se comía unas palomitas, y yo era más que feliz con mi paquete de M&M's.
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Te amaré, eternamente
RomanceTercera parte de la novela Enamorada de mi hermanastro. © Todos los derechos reservados. Esta totalmente prohibida la copia o adaptación de la historia. En caso de plagio, se tomarán medidas legales de manera inmediata. Al igual que todas mis d...