Te amaré, eternamente

Capítulo 42: Incapaz

Narra Carlos

Estaba siendo una locura de día. Nadie nos decía nada, sabíamos que Katy estaba despierta pero había algún problema y no nos lo querían decir. 

Había llamado a María diciéndole que Katy había despertado y me dijo que vendría lo antes posible. Estuve durante un buen rato esperándola en la entrada del hospital, pero al recibir el mensaje de que tardaría más de lo previsto, decidí buscar a Alicia y a Luis que debían de estar por algún lado; buscar a Raúl y a Rose era ya una misión imposible, nadie sabía dónde se habían metido. 

Subí a la planta donde habíamos estado esperando y desde lo largo del pasillo vi que Luis y Alicia estaban hablando con Daniel pero que éste se fue corriendo cuando le llamó su padre. 

Me alegraba ver a Luis y a Alicia así, juntos, como debían estar. Que yo tuviese mala suerte en el amor, y últimamente en la vida, no significaba que ellos tuviesen que tenerla también. 

No pensaba inmiscuirme en su conversación, pero no pude evitar escuchar lo que Alicia dijo, y me dejó totalmente de piedra. 

— No me creo que Oliver haya muerto -dijo sin darse cuenta de mi presencia, pero pronto lo hizo. 

— ¿De qué Oliver hablas? -pregunté. Ambos se giraron hacia mí, y Alicia miró a su novio rogándole ayuda, rogándole que le sacara en el apuro que acababa de meterse-. Dímelo.

— Se refiere a tu ex novio -dijo Luis, soltándolo de golpe, sin mucho miramiento; por un momento pensé que era un insensible, claro que tampoco había una mejor manera de soltar una noticia como aquella.

— ¿Cómo que se ha muerto? No puede ser. 

— Diana y Oliver iban en el coche que atropelló a Katy, después tuvieron un accidente. Diana está ingresada, pero Oliver murió al instante. 

— No puede ser... -intentaba asimilar la noticia pero me resultaba prácticamente imposible-. Pero Diana está bien, ¿verdad? ¿se recuperará? 

— ¿Qué más da eso? Katy está aquí por su culpa, porque ella conducía y la atropelló, ¿qué más da lo que le pase? -preguntó irritado. 

— Oye,  lo entiendo, pero no puedo desearle que se muera, la conozco, es una buena persona. 

— ¿Buena persona? -Luis se estaba alterando y Alicia le agarró del brazo intentando que se relajara-. ¿Acaso no sabes lo de las amenazas?

— ¿De qué demonios estás hablando? 

— Esa zorra amenazaba a Katy, le chantajeó para que dejase a Daniel. 

— No puede ser... Desde que la conocí Diana se ha portado bien conmigo.

— ¿Desde que la conoces? La conoces desde hace unos meses, y a su hermano también. No tienes ni idea de cómo es. Es una maldita drogadicta que...

— ¡Basta ya! -soltó Alicia tajantemente-. El que digas estas cosas de Diana y el que te alteres no ayudan ni a Katy ni a su familia, así que haz el favor de respirar y calmarte. Lo único que necesitan ahora es que tú te pongas agresivo.  Vamos a calmarnos todos y a esperar, y cuando nos digan que Katy está bien, podrás insultar todo lo que quieras a Diana, pero por ahora, todos callados. 

(***)

Narra Daniel

— ¿Cómo que te ha echado del cuarto? 

— No quiere que nadie entre, quiere estar sola, ha permitido que el médico entrase a hablar con ella, cuando salga hablaremos con él a ver si podemos intentar hablar con ella de alguna manera.