Capítulo 4: Downton Abbey

28.3K 1.2K 74
                                    

- ¡Hola! -saludaron los recién llegados.

- ¡Hola! -les sonreí moviéndome hacia un lado y dejando que entrasen-. ¿Qué habéis traído? -pregunté señalando las bolsas de plástico que traían consigo. Cerré la puerta.

- Magdalenas, de chocolate y normales -Carlos me dio las dos bolsas de plástico, y tanto él como Alicia colgaron sus abrigos en el perchero.

- Genial.

Nos dirigimos a la cocina. Raúl acababa de sacar la segunda pizza del horno y la estaba dejando sobre una de las bandejas circulares de madera.

- Huele genial, Raúl -le alabó Alicia-. ¿De qué son?

- A ver, este es de jamón y queso, para Katy y para mí, y este de jamón, queso, pimientos y atún, para vosotros dos que sois unos raros.

- Lo dice el que le echa ketchup a todo -ironizó Alicia.

- El ketchup es la esencia de la vida, todo sabe mejor con un poquito de ketchup -le contestó mientras cortaba las pizzas en trozos.

- Y no te olvides del helado de chocolate -comenté-. La vida no sería lo mismo sin el helado de chocolate.

- Dios mío, en serio, ¿nos casamos? somos tal para cual -rodeó mis hombros con su brazo.

- Te dirá que no, se pone de los nervios cada vez que yo hablo de matrimonio.

Miré hacia la puerta y vi a Daniel entrando y dirigiéndose a una de las alacenas. Sacó de esta el bote de las galletas y sacó un par.

- Hola Daniel -le saludó Alicia.

- Hola -le devolvió el saludo-. ¿No puedes convencer a tu novio para que se quede aquí esta noche?

- Luis no ve Downton Abbey, aunque lo he intentado muchas veces -se encogió de hombros.

- Menudo novio tienes... -murmuró.

- Menudo mejor amigo tienes -le contesté.

- Touché.

(***)

- ¿Tu tampoco has conseguido que María se interese por Donwton? -le pregunté a Carlos mientras cogíamos unos vasos del armario para llevarlos al salón.

- Aunque lo intentase no me haría caso, nunca lo hace -se encogió de hombros.

- ¿De qué soléis hablar, por cierto? ¿Qué intereses tenéis en común?

- No tenemos muchos, además, últimamente no hablamos demasiado -nos dirigimos al salón pero lo detuve, agarrándolo por el brazo, antes de entrar en el salón donde estaban Raúl y Alicia.

- ¿Y eso? ¿Os va mal?

- Verás, si te soy sincero... -llamaron al timbre y Alicia apareció rápidamente en la entrada, donde nos encontrábamos Carlos y yo, y abrió la puerta.

- Es increíble -murmuró Luis al verla.

- ¿El qué?

- Llevamos más de año y medio juntos, y aun me quedo boquiabierto al verte -le abrazó por la cintura-. ¿No te apetece venirte con nosotros?

- Fuiste tu quien insistió en tener esta cita con Daniel.

- ¿Estás celosa?

- Me siento como Topanga de Yo Y El Mundo, y vosotros sois Cory y Shawn.

- Pero yo no soy como Cory.

- Claro que no, tú serías Shawn y Daniel seria Cory. ¿Verdad, Katy?

- ¿El típico chico malo o un romántico empedernido? Todos sabemos quién sería Daniel -dije-. Si queréis enrollaros no me importa -dije al ver cómo Alicia rodeaba el cuello de su novio con los brazos y él bajaba sus manos a la parte más baja de la cintura de esta-, pero cerrad la puerta, entra frío.

- ¿Dónde está Cory? -me preguntó Luis.

- En la ducha, creo que tardará un poco.

- ¡Va a empezar! -gritó Raúl desde el salón.

Los cuatro fuimos al salón y nos sentamos en el sofá y en los sillones mientras comenzaba el nuevo episodio de Downton Abbey.

(***)

- Perdón, ya estoy listo -dijo Daniel entrando en el salón.

- Calla -le ordenó Luis cogiendo un trozo de la pizza de jamón y queso-. ¿Quién es esa? -preguntó señalando la pantalla.

- Lady Mary -le contestó Raúl.

- No, la del caballo no, la otra.

- ¿Quién? -le preguntó su novia.

- ¡Esa! -exclamó cuando volvió a parecer la mujer de la que hablaba.

- No lo sé... ¿quién es esa? -pregunté.

- No tengo ni idea -contestó Carlos, Raúl y Alicia respondieron lo mismo.

- Luis, ¿nos vamos? -le preguntó Daniel.

- Sí, en un rato. ¡Anda! ¡Maggie Smith!

- Es Lady Violet, la madre de Robert y la abuela de Mary y Edith -le aclaré.

- ¿Quién era Edith?

- La rubia de antes, la editora.

- Luis, ¿nos vamos? -volvió a insistir.

- ¡Pesado! Sí, nos iremos, en seguida. Ahora cállate -le ordenó y terminó de comer el trozo de pizza que tenía en la mano.

- Anda, ven aquí -le dije a Dani haciendo un hueco a mi lado en el sofá-. Creo que al final vas a poder ver el capítulo -cogí un trozo de pizza y se lo di a mi novio-. Ten, Cory.

- ¿Cory? -frunció el ceño.

- Luego te lo explico -cogí su brazo y me lo pasé por los hombros.

Te amaré, eternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora