Narra María
Estaba a punto de volverme loca. No exageraba al decir que le daba al botón de actualizar de la pantalla cada quince segundos. Se suponía que las respuestas de las universidades se trasladaban el viernes pasado, sin embargo, era lunes y seguía sin recibir respuesta alguna. Asumí que durante el fin de semana no me contestarían, pero ya era lunes y me estaba poniendo de los nervios esperando.
— Sigue pulsando la pantalla así sin parar y acabarás rayando el cristal con la uña.
— Mira Raúl, o te callas o te rayo la cara con la uña, ¿vale?
— Raúl déjala que está de los nervios -le regañó Katy.
Los tres estábamos sentado en un banco del patio. Nuestra profesora de lengua estaba enferma y el sustituto nos había dejado salir antes al descanso. Katy y Raúl habían insistido en ir al Molino a por algo de comer, pero no pensaba moverme de aquel banco, desde ahí la wifi me llegaba perfectamente.
— ¿Qué haces esta tarde? ¿Quedamos? -le preguntó Raúl a Katy.
— Rob me lleva a dar una vuelta con el coche.
— ¿Daniel sigue siendo un rajado? -la rubia asintió; yo seguía actualizando mi email-. Pues tendrás que demostrar que vales como conductora si quieres que se monte alguna vez contigo, siendo tú la conductora.
— Ya lo hará, aunque sea por la fuerza se subirá al coche. El otro día fui con Rob al...
Dejé de escuchar a Katy. Mejor dicho, dejé de escuchar a todo el mundo. Lo único que podía ver era un email de la Universidad de Cambridge.
— Dios mío -fue lo único que pude decir.
— ¿Oxford? -preguntaron los dos a la vez.
— No, Cambridge.
Mi primera opción era la Universidad de Oxford. Pese a que Cambridge fuese más prestigiosa, y tuviese una mejor clasificación entre las universidades de élite del mundo, siempre había soñado con ir a Oxford. Mi padre había estudiado ahí, al igual que mi tía, por parte materna. Además, tras el divorcio mi padre se mudó y su residencia estaba a menos de media hora de Oxford, por lo que podría pasar más tiempo con él.
— ¿Qué dice? -preguntó Raúl.
Leí detenidamente el email, y lo releí para cerciorarme de lo que había leído la primera vez.
— Me han aceptado.
(***)
Narra Carlos
Nate había acudido corriendo cuando le pedí que lo hiciera. Mi hermano y yo siempre habíamos tenido una relación muy estrecha, y siempre que uno de los dos necesitaba al otro, dejábamos aquello que estuviésemos haciendo, y corríamos al encuentro del otro; incluso cuando uno de los dos está a horas del otro porque está en la universidad.
— ¿Estás de broma? -preguntó cuando acabé de contarle lo ocurrido con papá. ¿Si costó? Por supuesto que sí, no todos los días le dices a alguien que te has dado cuenta de que te gustan los tíos.
— No, ahora estoy viviendo en casa de María. Su madre dice que puedo quedarme hasta que quiera, y María no parece tener nada en contra, de hecho está contenta de que me quede con ella y no con Oliver.
— Si, bueno, luego hablaremos de Oliver. Ahora vamos a hablar de papá. ¿Te echó de casa sin más? ¿Y mamá no dijo nada al respecto?
— Como puedes ver, llevo días sin ir a casa, por lo que no.
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Te amaré, eternamente
RomanceTercera parte de la novela Enamorada de mi hermanastro. © Todos los derechos reservados. Esta totalmente prohibida la copia o adaptación de la historia. En caso de plagio, se tomarán medidas legales de manera inmediata. Al igual que todas mis d...