Capítulo 34: Zorra Inteligente

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*¡ADVERTENCIA! Este capítulo contiene LENGUAJE VULGAR, OBSCENO Y EXPLÍCITO, queda a cargo de el lector la responsabilidad de leerlo. Si queréis evitar el contenido que podría resultar ofensivo, comenzad a leer a partir de los (***). *

Narra María

Avísame cuándo vienes hacia aquí y calentaré la comida. 

¿Un postre caliente?

Caliente y frío, ya lo verás, es mi especialidad. 

Me tiene intrigada señor Leech. 

Aquí la espera señorita, yo un estupendo postre y un regalo que desea ser abierto. 

¿Me has comprado un regalo?

No, no lo he comprado. Ya lo verás cuando vengas. 
Disfruta de la fiesta. Un beso.

Un beso.

— María, ¿podemos hablar?

Guardé mi teléfono móvil y miré hacia mi amiga. Alicia me agarró del brazo y me pidió que saliésemos del salón. Nos dirigimos a la entrada, y nos quedamos al lado de la puerta de una pequeña habitación que había bajo la escalera; Raúl no solo era un fanático de los libros de Harry Potter, incluso su casa parecía representar la casa de los tíos del famoso mago. 

— ¿Qué ocurre? -le pregunté dejando mi cerveza sobre uno de los escalones de la escalera.

— Se trata de Carlos. Estoy preocupada y no sé de otra persona a la que le cierna tanto lo que le ocurra que a ti. Después de todo lo que habéis pasado seguís siendo mejores amigos. 

— ¿Qué ocurre Alicia? -odiaba que la gente anduviese por las ramas, prefería que la gente fuera directamente al grano. 

— Es Oliver, creo que no está tratando a Carlos como es debido. 

— ¿Cómo dices?

— Antes han tenido una pequeña discusión y me he pasado toda la fiesta mirándolos. No me gusta cómo le trata. Antes por ejemplo le ha mandado contarme lo de su padre, ya me ha dicho que estás al tanto del todo, y como Carlos no quería contarlo, lo ha contado él. Y puede que te parezca una tontería, que estoy exagerando, pero me parece que es un abusón, que le anda ordenando cosas a Carlos y...

— Alicia no creo que estés exagerando -la interrumpí-. Hace unos días, estábamos los tres juntos, fue poco después de que el padre le diese el puñetazo, y Oliver se puso muy desagradable, estaba follonero, con ganas de armar jaleo, quería ir a hablar con el padre de Carlos para armar una y se enfadó conmigo cuando le dije que no lo hiciese. 

— ¿Qué deberíamos de hacer?

— Deberías de ir al salón con Luis. 

Y es que en aquel instante, Oliver acababa de salir del salón para dirigirse al baño. Le dije a Alicia que se fuera, que yo me encargaría de aquello; y desde luego que lo iba a hacer, nadie iba a tratar mal a un ser querido mío y salirse de rositas. 

Me quedé junto a la puerta del baño hasta que Oliver salió, y este se sorprendió al verme ahí quieta. 

— No sabía que estabas esperando -dijo apartándose-, todo tuyo. 

— Estaba esperando, pero no para entrar, para hablar contigo. 

— ¿Conmigo?

— Como lo escuchas. Tenemos que hablar sobre Carlos. 

Te amaré, eternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora