Lo que le haría a Kim JongIn (LQLHAKJI)➡[KaiSoo + OTP's ] «En emisión»

Capítulo 11: Do's.

Eran las diez de la noche y me encontraba tumbado sobre mi cama mirando un par de las estrellas brillantes, sobrantes de las que había colocado cuando era niño, en el techo de mi habitación. Mi celular sonaba sin parar de manera que iluminaba la estancia. Desde aquí se podía oler la cena que preparaba mi madre y en respuesta, mi estómago rugía con fuerza.

Tenía la mente en blanco y la respiración regular, ya que si trataba de pensar en algo en específico, me ponía en mal estado, con ganas de vomitar y me mareaba. Lo comprobé hace dos horas cuando quise ir al bloque de mis amigos o tan solo a algún bar a emborracharme, pero me resbalé por las escaleras cuando mi madre me preguntó a dónde iba, por lo que me mandó de regreso a mi habitación y como nunca antes, obedecí.

Para ser sincero, me sentía de la patada, me dolía el cuerpo entero y cómo no iba a ser así, si ayer me habían dado a golpes y hoy...

Me paré al instante y fui al baño corriendo a vomitar. Las emociones fuertes me sentaban espantosamente.

Me metí a la tina con todo y ropa, abrí el grifo y dejé que la lluvia artificial me bañara, a ver si me quitaba la suciedad del cuerpo, la cual me picaba y me molestaba. La vista se me volvió borrosa cuando metí la cara bajo las gotitas. Los ojos me picaban y se me hacía difícil pasar saliva, así que supuse que estaba llorando, lo cual tampoco era normal en mí.

Me quedé un buen rato ahí, hasta que comencé a temblar y decidí que era tiempo de salir, así que me arrastré para salir de la bañera, ahora me sentía mucho mejor. Cerré la llave y me paré apoyándome en el lavadero, luego comencé a desvestirme tirando mis prendas empapadas en el tacho de la ropa sucia.

Cuando quedé totalmente desvestido me sequé con la toalla limpia que mi mamá dejaba en mi baño. Pasé de largo el espejo, no tenía ni ganas de verme en uno, luego regresé a mi habitación y me puse lo primero que encontré. Tenía prisa, no sabia porqué, pero la necesidad de irme me inundaba. Ya listo, abrí la puerta para salir, pero me encontré con mi madre a punto de tocar mi puerta.

- ¿Ya te vas? — me miró con sus ojos redondos y brillantes. — Regresas luego de varios días, pensé que querrías cenar en familia. Tu hermano llamó, viene de visita.

Levanté una ceja y la miré escéptico, juntar a mi hermano mayor, a mi padre y a mí en la misma mesa no era algo muy inteligente de su parte. Debía andar desesperada por juntarnos de nuevo.

- Sí, ya me voy. — le dije pasándola de largo y caminando hacia las escaleras para ir a la planta principal.

Sentí que me seguía, pero no dije nada. En parte era cierto, no pasaba mucho tiempo en casa más que para venir por ropa nueva y dinero, además, de vez en cuando tenía que hacer los deberes que me encargaban por mi inasistencia a clases. Increíble que todavía no me botaran.

- Kyunggie, cariño, quédate a comer. — me pidió con voz tierna. Arrugué los labios. No sabía qué decirle, no quería ver a mi hermano y era consciente que mi padre me volvería a soltar el sermón de siempre apenas depositará mi adolorido trasero en la fina silla del comedor. — hablaré con tu padre para que no te diga nada, pero quédate. Solo esta vez. — tiró de mi brazo suavemente y me detuve al final de las escaleras. Suspiré y me deshice de su agarre retirando su mano suavemente, ella no tenía nada en contra mío, así que solo asentí y me fui a la sala.

Me tiré en el sofá largo y esperé a que me llamara para comer. Mi padre estaba en su habitación por lo que sabía y seguro mi hermano estaba por llegar en cualquier momento, no me entusiasmaba mucho verlo, la última vez habíamos tenido una discusión muy grande porque tomé su auto sin permiso y se lo regresé lleno de "cosas". Nos habíamos insultado como los peores enemigos y luego de eso dejamos de hablarnos. Ahora, después de meses, por fin lo vería.