Lo que le haría a Kim JongIn (LQLHAKJI)➡[KaiSoo + OTP's ] «En emisión»

Capítulo 44: Valor - SPOILER

Les hago un adelanto que luego borraré y reescribiré porque la historia está en edición, en mi perfil hice un anuncio, la historia la estoy retocando, pero tuve que dejar por la universidad (derecho things).

Prometo terminar este fic, POR FIN antes de febrero, que empiezo mis clases de nuevo, así que esperen, prometo recompensar sus corazones!

Besitos, Sashi♡

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POV KyungSoo

Los locutores hablaban animadamente sobre el clima mientras yo luchaba contra MingJi para que se metiera en su caja de transporte.

El estúpido de JongIn se reía mientras que yo trataba de quitarme una de las patas de mi perro de la cara. Y es que no podía dejarlo solo en una casa, ¿Quién cuidaría de esa bola de pelos café? No quería dárselo a mi madre luego de la discusión, o algo así, que tuvimos, pero tampoco quería dejarlo solo. Así que contraté un par de semanas en una guardería para perros, pero al parecer ese bobo perro se las olía y no quería cooperar para que nos fuéramos. JongIn me ofreció un panecillo en medio de la lucha y lo miré algo molesto, mi dieta no incluía panecillos, solo cosas ligeras y livianas, ¿No se lo había dicho ya?

— No vas a engorgar con comerte uno — me dijo luego de leer mi expresión, claro que yo seguí luchando con mi perro —. KyungSoo, come, luego no vas a comer nada hasta llegar a China, vamos, come.

Me puse de pie y tomé el bollito que no dejaba de menear frente a mi nariz e intentaba meterme a la boca. ¿Acaso no quería meterme otras cosas a la boca y no esa bola de carbohidratos?

— Esta cosa engorda, sí me pongo gordo y con panza, no te voy a gustar ni nada de eso — le dije llevando a la cocina la cosa esa para reemplazarla por una manzana.

JongIn me siguió mientras se rascaba la nuca. Al parecer había dado en el clavo o tal vez, solo me estaba equivocando.

— Te conocí cuando eras pura grasita de bebé con problemas para respetar las órdenes. ¿No crees que ahora siendo puro hueso no deberías gustarme? Digo, sí engordaras serías más cálido para abrazar y no tan reticente.

Volví a fruncir el ceño tratando de darle vueltas a su razonamiento, porque bueno, dentro de todo tenía razón, de pequeño hasta panza tenía, no sé cómo logre adelgazar hasta pesar no más de cuarenta y cinco kilos, era un éxito, aunque dejar de comer por días fue lo que me salvó más que nada.

— Ser delgado es lo que me hace ver sexualmente atractivo. Admite que te pone a mil tocarme y que al querer cambiarme de posición sea tan ligero — le dije guiñándole un ojo y sonriendo de lado.

— ¿Acaso planeas seguir viendo a otros hombres? — preguntó volteando la sopa, poniéndome en aprietos, más o menos.

Lo comencé a pensar. No se me había pasado por la cabeza el buscar nuevas carnes estos días, porque a pesar de que JongIn era recién estrenado y poco experimentado, me rendía bastante, ayer le habíamos dado duro por tres rondas seguidas y pudo haber sido una cuarta sí hoy no tuviéramos que viajar dentro de algunas horas, así que no, no tenía ganas de salir a buscar a alguien.

Esa es la parte buena de una "relación" o de "engancharte" con alguien, podías tener sexo constantemente sin tener que dar explicaciones a los demás. Tenía sus beneficios, para qué mentir.