Lo que le haría a Kim JongIn (LQLHAKJI)➡[KaiSoo + OTP's ] «En emisión»

Capítulo 22: Increíble.

POV LuHan

Luego de hacer el amor con SeHun por quinta vez en la noche sin importarnos que el perro nos estuviera viendo y que luego de un rato desapareciera por donde fuese que vino, caímos rendidos, hasta tal punto que ignoramos por completo las risas en el pasadizo, los pies arrastrándose de un lado al otro, los ladridos del perro con complejo de observador, y las puertas de las habitaciones y la salida abriéndose una y otra vez.

Cuando alguien entró a la habitación, hundí más el rostro en el cuello de SeHun y éste me abrazó más fuerte. Para cuando desperté, nuestras piernas estaban enredadas al igual que nuestros brazos. Lo primero que vieron mis ojos fueron los lunares que decoraban su blanca piel de sus hombros, clavículas y pecho, provocando que como la primera vez que lo vi, mi corazón se agitara y mi estómago sintiera un revoltijo.

Estaba enamorado y no podía negarlo aunque me pusieran un arma en la sien, por más exagerado que sonara, y obviamente sumaba que me haya permitido tomarlo, no sé porqué lo hice, no sé porqué le mentí, pero necesitaba un poco de seguridad, aunque el método haya sido el más egoísta que pude emplear para tener a SeHun solo para mí.

Sabía que la culpa me embargaría en cualquier momento, pero empezaría a enmendar las consecuencias de mi mentira, porque como pasivo, sabía que el dolor post coito de primera vez lo dejarían mal, así que empecé a besar su pecho que era bañado por la luz de lo que sería la media tarde. De lo que sí era consciente era de que fui lo más cuidadoso y cariñoso que mi mente celosa y desbordante de lujuria por poseer un cuerpo como el del castaño que me envolvía en sus brazos me había permitido.

Me había esforzado en causarle el menor daño posible, aunque sabía que la primera vez podía ser la peor experiencia de tu vida, pero sabía que lo había lastimado, ya que mientras lo hacíamos, pude besar sus lágrimas, sentir sus gemidos que rozaban los alaridos, ¿Tal vez me había pasado?

Me dolía el alma de tan solo pensarlo.

Deslicé la punta de mis dedos por su espalda tratando de recordar dónde estaban sus lunares más llamativos, pero lo que logré fue que se removiera entre mis brazos porque por lo visto le hice cosquillas inconscientemente.

Para cuando despertó, nos mantuvimos abrazados un rato más, dándonos mimos y hablando de cosas triviales, ninguno quería ponerse de pie aunque ni siquiera fuera mi habitación, después de todo, queríamos pasar el rato juntos.

Me dediqué a consentirlo hasta que no pudimos aplazar más el baño, porque la verdad que tener la piel pegajosas y costras blanquecinas en el abdomen y piernas no era lo más higiénico del mundo, sobre todo porque empezábamos a apestar, aunque SeHunnie decía que no importaba si apestábamos juntos, obvio no le creí, lo que no quería era moverse de más.

Se me estrujó el estómago de nuevo.

Me levanté por fin y fui a llenar la tina para que tomáramos un baño juntos, SeHun se limitó a rodar y ponerse de costado, lo más seguro es que le estuviera doliendo. Las sábanas de la cama estaban hechas un desastre a los costados, tendría que ponerlas a lavar más tarde, mientras que el cuerpo de SeHun era bañado por la luz del sol y podía ver las marcas rojizas que le había dejado en los muslos, espalda y cuello, ya las había notado mientras estaba entre sus brazos, pero ahora, con la luz y de lejos, me di cuenta que me había pasado.